La crisis del retail. Los locales multimarcas crecen como alternativa

Fuente: La Nación ~ Todo emprendedor sueña con vender sus productos en un local pero son pocos los que logran tener un espacio cuando recién arrancan. El alquiler de un negocio es un gasto difícil de mantener. Además, las restricciones de la cuarentena obligatoria, que impiden que haya clientes en los negocios y por ende ventas, imposibilitan la idea de tener una vidriera propia. Los locales multimarca son una alternativa para que emprendimientos puedan mostrar, vender y distribuir sus productos al público sin enfrentarse a los enormes gastos de un alquiler.

El manejo de este tipo de locales cambia según cada dueño y con la cuarentena cada uno debió ajustarse a las necesidades de las marcas. Por un lado, emprendimientos de ropa de entrecasa, pijamas y decoración aumentaron sus ventas durante este último tiempo. Pero no a todos los rubros les fue igual de bien.

Hay marcas que decidieron irse de los locales porque no podían cubrir el gasto del alquiler y prefirieron hacerse cargo de la logística de producción y de los envíos. Igual así, la mayoría de los emprendimientos eligieron quedarse y utilizar el showroom como punto de venta y despacho.

Los locales compartidos tienen muchos beneficios para aquellos emprendedores que quieren crecer y necesitan de ese lugar para vender. La posibilidad de dividir los gastos con otras marcas es de gran ayuda.

«La idea es darles un soporte profesional a los emprendedores y ordenarles el negocio», explicó Francisco Rey Petit, cofundador de Co-Showroom. Hace dos años que tiene el local en Recoleta y son 42 las marcas que trabajan ahí. Su principal objetivo es que cada una logre destacarse y que tenga organizada su venta y entrega de productos. «Cada marca decide qué tipo de servicio quiere: si tener un espacio para mostrar lo que venden, el manejo de la página web o la logística del pickup«, dijo.

Hora de diversificarse

También hay un espacio donde cada emprendedor puede ir y trabajar. «Se genera una comunidad entre las marcas, todos están en la misma y se ayudan entre sí», contó Josefina Marcos cofundadora de Calipsian. Ella y su socia aseguraron que Co-Showroom las ayudó durante seis meses a crecer como marca y así poder tener más tiempo para ocuparse de los nuevos diseños y generar stock de productos.

«La diversidad de marcas es un gran beneficio para todos porque comparten clientes entre sí», aseguró Celeste Sosa, co-fundadora de Hidra Tienda un local multimarca en el barrio porteño de Congreso.

Sofía Tilli dueña de Darwin Collective, local en Villa Crespo, recalcó lo imporatnte que es para toda marca tener un espacio para poder brindar una experiencia completa al cliente. «Es esencial que los productos puedan verse en persona para poder crecer como emprendimiento», comentó como la presencia en un negocio beneficia en todo sentido.

«Tila tiene apenas ocho meses y estar en un local me facilita mucho el trabajo. Además el networking me hace tener una capacitación constante», contó Alexia Fourcade, creadora de la marca de pijamas. Está en Tienda 701 ubicada en Recoleta, punta de entrega donde la mayoría de sus clientes van a retirar sus pedidos.

Esperar la estabilidad

La pandemia de Covid-19 desarrolló distintos caminos para cada emprendimiento en un contexto más que complicado para los pequeños comercios. De acuerdo con los datos de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Fecoba), el 20% de los entre 115.000 y 120.000 locales comerciales porteños cerraron definitivamente desde el comienzo de la cuarentena obligatoria a fines de marzo. Esto significa que en los 62 principales centros comerciales de la ciudad hay más de 20.000 locales que ya no volverán a abrir una vez que se empiece a retomar la actividad comercial.

Frente a este panorama desolador, las marcas más chicas pueden decidir si quieren o no mantener su propio local o por el contrario optan por compartirlo con otras propuestas mientras esperan la llegada de la nueva normalidad.

«Algunas marcas prefirieron irse del showroom momentáneamente», explicó Carolina Albornoz Mena, dueña de Tienda 701. Ella cree que cuando la cuarentena termine muchas marcas van a necesitar un local como el que ofrece. «Los emprendimientos chicos están teniendo problemas con los tiempos de producción. Como es todo a pulmón se hace difícil trabajar con las restricciones», agregó Sofía Tilli.

En el caso de Co-showroom ya son catorce las marcas que se incorporaron al local desde mediados de marzo. «Muchas se acercaron porque no tienen el permiso para trabajar, entonces nos delegan todo a nosotros, y otras porque en los edificios donde se encontraban no tenían habilitado abrir», comentó Rey Petit.

Durante los meses de confinamiento se potenció, para la gran mayoría, la tendencia de compra online. Así los locales y las marcas trabajaron para tener una presencia más fuerte en internet. Los dueños de los locales brindaron ayuda para que cada marca pueda desarrollar una buena imagen en sus páginas de e-commerce como también en sus redes sociales.

«Con el traspaso a la tienda online se mantuvieron estables las ventas y tuve marcas que incluso tuvieron un repunte», aseguró Tilli. Las hermanas y dueñas de Jaquemate, una marca de mochilas, bolsos y materas, comprobaron que sus ventas progresaron durante la cuarentena cuando Co-showroom fortaleció la logística de pickup.

«A los clientes les da mucha seguridad comprar y saber que una moto ese día puede llevarle el pedido», agregó Odile d’Abbadie. Para ellas estar en el local, a pesar de la cuarentena, las ayudó a aumentar sus ventas online y su marca pudo seguir funcionando.

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