Fuente: IProfesional ~ Ocurrió luego de que la Agencia Gubernamental de Control de la ciudad de Buenos Aires (AGC) realizara alrededor de 5200 inspecciones
En el marco de la nueva fase de la cuarentena y la consecuente apertura de varios negocios y comercios, la Agencia Gubernamental de Control de la ciudad de Buenos Aires (AGC) realizó 5200 inspecciones en la primera semana de flexibilización escalonada del aislamiento social obligatorio. Durante las inspecciones, se clausuraron en total 40 locales, entre ellos 15 pertenecientes al rubro de la moda.
Si bien algunos rubros como mueblería, joyería y librería pudieron volver a funcionar, otros aún no obtuvieron este permiso, como es el caso de las tiendas de indumentaria y calzado,por lo que se procedió a su clausura.
De acuerdo con el informe elaborado por la AGC, el 95 % de los negocios que reabrieron sus puertas cumplió las indicaciones de seguridad y protocolos y las inspecciones se llevaron a cabo en 34 puntos de los centros comerciales de la Ciudad.
Los 40 comercios clausurados estaban ubicados en los barrios de Palermo, Villa Crespo, Microcentro, Congreso, Balvanera, Villa Urquiza, Caballito, Parque Avellaneda, Chacarita, Almagro, Villa Santa Rita, San Nicolás, Monte Castro, Belgrano, Mataderos, Liniers y San Cristóbal.
La imposibilidad de apertura de los locales de indumentaria y calzado, desde hace ya más de dos meses, preocupa a las cámaras y comerciantes pertenecientes al sector. Como posible medida paliativa, desde la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC) propusieron la apertura de los centros comerciales siguiendo rigurosos protocolos sanitarios.
Por otro lado, desde la Cámara Industrial Argentina de Indumentaria (CIAI), requirieron a las autoridades la postergación del Día del Padre, para así alargar la duración de las prendas y calzados pertenecientes a la temporada otoño/invierno 2020.
Quejas de comerciantes
La decisión del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de retomar la estrategia del cierre de comercios en varias zonas de la Capital representa un serio retroceso en términos de recuperación de la actividad y presupone una aceleración en el proceso de quebranto que atraviesa el sector, sostuvo este domingo la Federación de Comercio e Industria (Fecoba).
«La situación cuasi terminal del comercio de barrio se ve desde hoy nuevamente afectada a raíz de la decisión de restringir la actividad en los principales centros y arterias comerciales de la Ciudad», indicó Fecoba en un comunicado.
«El comerciante hizo muchos esfuerzos por adecuar su negocio a los protocolos, garantizó el distanciamiento social y respetó las medidas sanitarias. No es responsabilidad de los comercios si la circulación de personas en calles y avenidas aumenta. Creemos que es imprescindible que las medidas se tomen al cabo de un trabajo conjunto entre el gobierno y los propios comerciantes», afirmó el presidente de Fecoba, Fabián Castillo.
Para los empresarios del rubro comercial, la medida pone a muchos emprendedores en situación de quebranto
Castillo consideró que «es necesario buscar herramientas creativas superadoras y no soluciones de fácil cumplimiento que implican decretar la muerte de las pymes de la Ciudad».
«Para cuando se decida retomar la actividad, entre el 25 y el 35 por ciento de los comercios habrá desaparecido, dejando un tendal de desocupados y habiendo desfinanciado al Estado por la imposibilidad de pagar los impuestos. Hace 70 días que la mayoría de los locales están cerrados y lo que está en juego es la subsistencia», subrayó Castillo.