Fuente: La Nación ~ A lo largo de tres décadas, el nombre de Gabriel Lage se consolidó como una marca referente en el mundo de la alta costura. Pero, antes de que su diseñador líder lograra imponerse a nivel local e internacional, su historia se remonta a un taller familiar y a un padre interesado en que su hijo continuara con la tradición.
«Empecé a entender sobre costura con mi padre desde muy chico, a los 8 años. Él era un sastre español que había aprendido el oficio con su padre y sus abuelos, era una tradición familiar y consideraba que yo tenía que hacer lo mismo. Estudiaba y cuando volvía del colegio me iba al taller a aprender el arte de la moldería, de la sastrería, pero sobre todo de la costura. En ese momento no me gustaba realmente aprender eso. Para un niño de esa edad, inmiscuirse en este oficio era complicado», relata el reconocido diseñador.
«Con los años me fui volcando a lo que me gustaba, que era la moda en sí, y no tanto la sastrería. Comencé a hacerlo como hobbie y después, en los 90, presenté mi primera colección en Mar del Plata», continúa.
La aceptación instantánea de la gente lo impulsó a seguir en el rubro, aunque con algunos cambios. «Al principio hacíamos un poco de prêt-à-porter (confección en serie), pero la gente nos fue pidiendo cada vez más costura y llevándonos al mundo de las fiestas, de los casamientos, de las galas,» recuerda Lage.
Su foco en la calidad no se limita al proceso industrial sino más bien al «hand made» o hecho a mano. La confección de un vestido puede demorar entre 6 y 8 meses. Se hace una única pieza, que nunca se repite. Además el 70% de sus telas son diseñadas y confeccionadas en su atelier.
Dentro del mundo de la moda y la alta costura se destacan las ferias internacionales más importantes del mundo, como Milano Vende Moda, New York World Fashion Week, Vendôme Luxury París y ferias de moda en Düsseldorf.
En 2010, Lage fue nombrado por la World Fashion Organization (WFO) embajador de la alta costura argentina en el mundo. Desde ese momento, las más prestigiosas pasarelas como San Pablo, Jakarta, Vancouver, New York, París, Milan, etc, lo invitaron a presentar sus colecciones. «En 2016, la ex primera dama, la señora Juliana Awada, decidió llevar uno de mis diseños durante la visita a la Argentina del ex Presidente Barack Obama y su esposa Michelle Obama», recuerda. En 2017, en una cena de gala que el Rey Felipe VI y la Reina Letizia ofrecerían al expresidente Mauricio Macri y su esposa, ella volvió a elegir un diseño de Lage. «Estaba mostrando una creación Argentina al mundo», comenta.
Ese mismo año fue invitado a presentar su colección en la prestigiosa «Pasarela Costura España». La repercusión de la prensa lo hizo repensar una idea que flotaba desde siempre en su cabeza, que era la hora de exportar sus diseños al viejo continente. Está a punto de abrir su primera boutique en tierra madrileña, ya que es la puerta de entrada al resto de Europa y a otros mercados.
En 2020, lo que iba ser un gran año, con el entusiasmo de celebrar sus 30 años en el mundo de la moda, la pandemia provocó un cambio de planes. «Nos quedamos sin festejo, y sin inauguración, pero no nos quedamos quietos y estamos trabajando para llegar a Chile y próximamente desembarcar en Rusia», asegura.
«La moda es considerada por parte de los distintos gobiernos del mundo una industria muy importante. Esto lamentablemente no sucede en nuestro país, porque la alta costura es considerada un lujo. Sin embargo cuando se tiene en cuenta la cantidad de personas que trabajan en este rubro, con innumerables empresas que intervienen en los procesos, hay que valorar que se trata de una importante industria generadora de empleo», finaliza..