Las redes sociales son parte clave de la sociedad contemporánea. Estas plataformas han creado adicciones –nomofobia es el término acuñado para definir al trastorno que provoca la ansiedad generada por no tener el dispositivo móvil cerca– y están marcando a toda una generación. Todos (o casi todos) hemos sucumbido a su innegable poder. Pero además, este tipo de medios, entre los que destaca Instagram, son un canal de comunicación imprescindible para alcanzar al cliente. Parte de su éxito reside en su inmediatez, colosal impacto y veloz repercusión.
Sin ir más lejos, el cofundador y director ejecutivo de Instagram Kevin Systrom anunció, hace apenas un par de días, que ya ha llegado a los 1.000 millones de usuarios a nivel mundial. La red social de la imagen ha logrado duplicar el número de miembros en solo dos años, consiguiendo así un crecimiento insólito que se ha alimentado –no lo olvidemos– de los usuarios desencantados de Facebook, Twitter y Snapchat, entre otros. Unos números locos que la publicidad y el marketing están explotando al máximo....ver nota completa ~ Fuente: La Nación ~