Fuente: Ámbito ~ Tal como confirmó ayer Horacio Rodríguez Larreta, la Ciudad de Buenos Aires permitirá a partir del lunes la apertura de los comercios de proximidad (no así en los shopping o avenidas donde se generan aglomeraciones de personas) del rubro de indumentaria y calzado. Se estima que abrirán la mitad de los 35.000 locales de este tipo que hay en la Capital. Para hacerlo, deberán seguir un estricto protocolo sanitario: según trascendió, el mismo establece la posibilidad de ingreso a los negocios de una persona cada 15 metros por superficie del local.
Además, estará prohibida la utilización de los probadores y se establece la posibilidad de que el consumidor, una vez se pruebe el producto adquirido en su hogar, se le reintegre el dinero en caso de devolución. Esa prenda devuelta, entrará “en cuarentena por 48 horas” y será sometida a un planchado a alta temperatura para la desinfección. También se estipuló que los trabajadores no utilicen el medio de transporte público para llegar al lugar.
Por otro lado, deberán solicitar a los potenciales clientes una serie de medidas de seguridad como requisito para permitir que entren a los locales, como el uso del tapaboca, la limpieza del calzado con dispositivos específicos -como trapos de piso con lavandina- y la utilización de alcohol en gel para las manos.
Se trata de un alivio para uno de los rubros más castigados desde el inicio de la cuarentena. Es así que, según remarcó a Ámbito el titular de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher, “la situación del sector es catastrófica”. “Hace 75 días que no facturamos, porque los locales están cerrados. La cadena productiva y comercial se paró y se rompió la cadena de pagos. Como, en general, ocurrió con toda la economía, pero la particularidad es que a este sector no se le permitió abrir”, sostuvo el empresario.