Indumentaria: en busca del malbec del diseño argentino en el exterior

Fuente: La Nación ~ Francisco Ayala busca promover la incorporación de fibras y lanas autóctonas en la moda exportable.

Nacido en la provincia de Santa Fe, Francisco Ayala es un diseñador original. Recién llegado de Jujuy, presentó su colección “Impares”, con la Feria de Artesanos de Purmamarca en el Fashion Week llamado “El norte se viste de gala”.

Su hoja de vida dice que trabaja en la identidad de la moda argentina desde su primera colección, en 1995. Utiliza el concepto de rediseño precolombino, la iconografía de las distintas culturas precolombinas argentinas y emplea técnicas artesanales autóctonas, como el tejido en telar. La pintura a mano de las telas es un sello característico de su trabajo.

En la actualidad diseña colecciones junto a Manos Andinas (Catamarca) “rescatando materias primas autóctonas como la fibra de llama, lana merino y algodón presentando colecciones 100% Industria Nacional con trazabilidad social, cultural y ambiental”, se puede leer es su CV. También preside la Cámara Argentina de la Moda y presidió el 1° Congreso Ibero Latino Americano de Diseño Cilad 2021 con más de 50 expositores y 650 participantes de los países de latinoamérica y España

Ayala llegó a Buenos Aires, donde se capacitó en diseño y tuvo la posibilidad de trabajar en la industria de la moda en muchas marcas mientras aprendía el oficio de la alta costura en un atelier. “Empecé haciendo cursos de moldería. Sobre todo hubo uno muy importante de vestuario en el Teatro Colón, donde conocí a Pedro Richter, que fue mi maestro como regisseur, algo determinante en mi formación”; recuerda Ayala.

Agrega que siempre tuvo una impronta de diseño de identidad personal muy marcada. “Es lamentable pero, en la Argentina, al trabajar sobre materiales que son importados, no hay una soberanía de nuestro diseño. Mi objetivo siempre es generar un trabajo que sea personal, que tenga un ADN propio latinoamericano y, en mi caso, específicamente argentino”, asegura.

Ayala empezó confeccionando vestidos de novia. Los pintaba a mano. Otro de sus recursos es pintar distintas flores en los trajes. “Desde ese lugar, conocí a gente de Swarovski, allá a fines de los años 90. Como vieron que trabajaba con flores, me invitaron a presentarme en un concurso para el diseño del crystal mesh, que es una malla metálica recamada de cristales de roca de la marca. Me presenté con un diseño de flores de ceibo y de jacarandá. El diseño lo hice sobre un cuero de vaca y lo mandé. Logramos ganar con estos diseños criollos. Fue un momento iniciático”, comenta.

Original también en sus palabras, asegura que “necesitamos encontrar el malbec del mundo de la moda. No podemos ir a venderles a los europeos los diseños que les copiamos a ellos, porque eso no tiene ningún valor. Tenemos que apostar a lo que nos diferencia, a lo que nos hace únicos”, explica.

“Los artesanos trabajan el tejido, el telar y tienen acceso a las fibras naturales de llama, alpaca, guanaco o vicuña. Estas fibras son únicas y solo se consiguen en la región andina, pero tienen mucha demanda en Europa. Un saquito de vicuña cotiza en cientos de euros en París”, ejemplifica y apunta como diseñador y presidente de la entidad que es importante promover la incorporación de fibras o lanas en la moda nacional así poder encontrar el malbec del diseño Argentino, insiste.

Mercado externo

Estas piezas únicas, que tienen una gran trazabilidad cultural, social y ambiental, que están inscriptas en el comercio justo, e involucran procesos artesanales que son ancestrales, como la recolección de la fibras y los hilados.

Este tipo de fibras son una tendencia en los mercados más calificados. “Toda la vida hice trabajo trabajo sustentable o circular: de recuperar todos los descartes textiles e incorporarlos a otros procesos. Como son materiales muy caros, se cortan en tiritas y se usa en algún detalle”; comenta.

Actualmente los diseños de la firma Ayala se encuentran en los vestuarios de las estrellas del American Ballet, y en México, Chile, Francia y Alemania, entre otros países.

Para finalizar, el diseñador destaca que “los trabajos artesanales llegan al rango de alta costura y en nuestro caso, es alta costura argentina”.

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