Fuente: UNO Entre Ríos ~ El rubro indumentaria fue el que registró los mayores aumentos a lo largo del 2020: junto con los calzados, las prendas de vestir subieron alrededor de un 60% en promedio, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundidos el mes pasado.
En este marco, también se esperan incrementos en la ropa de la llegada de la nueva temporada otoño-invierno. No obstante, si bien a nivel nacional se habla de un 40%, referentes del sector en Paraná afirman que por ahora rondan entre el 20% y el 30% en promedio, aunque admiten que puede haber un ascenso en los precios de manera paulatina con el correr de las semanas.
Según publicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el rubro acumula un retroceso de 8,4% en los primeros dos meses del año. Y según explican los comerciantes locales, una suba muy notoria podría profundizar este porcentaje, en un contexto en el que comenzó a advertirse ahora un repunte en la demanda, como consecuencia de una mayor apertura de actividades.
“En el 2020 cayeron las ventas por la pandemia e inclusive tuvimos un tiempo cerrados el negocio. Cuando pudimos reabrir, el movimiento fue creciendo paulatinamente y hubo más ventas en diciembre, con la compra de los regalitos por las Fiestas, pero nos afectó que no haya habido recepciones de los alumnos de las escuelas, ya que nosotros vendemos mangas, es decir, camisas, sacos, y eso no tuvo salida y entonces fue complicado para esa fecha”, contó a UNO Hugo Chiecher, propietario desde hace 44 años de un local de indumentaria unisex en la Peatonal.
A su vez, aseguró: “Como siempre, vamos buscándole la vuelta, y estamos trabajando con artículos que son de buena calidad, pero no son de marcas conocidas. Eso permite que los precios sean un poco mas económicos y está resultando, ya que la gente busca precios, porque no queda otra, y las marcas pasaron a un segundo lugar”.
“En la medida que empieza a haber alguna salidita, comienzan a adquirir este tipo de productos, pero se ve más la compra para regalar que para consumo personal”, observó.
Respecto a los valores de las prendas de otoño-invierno, que con los primeros días templados de esta semana ya comenzaron a tener cierta demanda, o al menos a despertar interés en gente que pregunta precios y mira, afirmó: “En los artículos de la nueva temporada hay de a un 20% a un 30% de incremento, aproximadamente. Los valores van subiendo paulatinamente, se va incorporando algún aumento de a poco. Empieza la temporada con un precio y pasados unos días las cosas suben un poquito más, después otro poco. Pero sabiendo que la ropa no es algo prioritario, no es un producto esencial ni de primera necesidad, ni tampoco se está consumiendo para uno, los fabricantes y proveedores han sido muy criteriosos para aumentar”.
Chiecher comentó que la mayoría de los clientes está abonando su compra con dinero en efectivo o con tarjeta de débito. “Con tarjetas de crédito rigen los planes Ahora 6 y Ahora 12, pero vemos que la gente ha entrado en conciencia de que si se endeuda a largo plazo, después se juntan las cuotas y se quedan sin saldo si hay una eventualidad”, analizó, y agregó: “Dejan la financiación larga para lo que tiene un valor más importante, para un electrodoméstico por ejemplo. No quieren endeudarse porque hay incertidumbre respecto a lo que puede pasar. Lo mismo nos pasa a los comerciantes: compramos si tenemos dinero y evitamos endeudarnos porque no sabemos qué es lo que va a pasar, ya estamos viendo lo que ocurre en Brasil y nos cuidamos, porque la pandemia ha resentido un montó de actividades; ha cambiado todo, las políticas de compras y las ventas sobre todo”.
Daniel Luna, propietario de una tienda del rubro en calle Chile, a una cuadra de Peatonal, coincidió en que “no viene con mucho aumento la ropa de la nueva temporada” y subrayó: “Ronda un 20 o un 30%. Un jean de damas, por ejemplo, estaba a 2.890 pesos y ahora sale 3.590 pesos. Son un poco más de 600 pesos, y de un año al otro no me parece mucho. Pero se dan incrementos progresivos cada semana, o cada dos o tres semanas van subiendo un poquito más los proveedores, como pasa con la nafta, porque sino no se vende. Una remera de verano, por citar un caso, salía 1.200 pesos, se fue a 1.300, después a 1.500, y ahora sale 1.600 o 1.700 pesos. No es tanto”.
“En lo que va a haber diferencias es en las camperas, porque son importadas, eso seguro. Por eso no hay camperas en el mercado todavía, al menos que yo haya visto. Una cuero hoy está a 9.000 pesos y capaz costaba 6.000 el año pasado, ahí se nota una variación fuerte en el valor”, refirió.