La empresa PUMA Sports Argentina confirmó que invertirán $240 millones para aumentar la capacidad productiva de su planta en La Rioja y crear 100 puestos de trabajo. Además, destinarán $150 millones adicionales en dos nuevos locales en Buenos Aires, para los que contratará 40 empleados.
Fuente: Infobae ~ Así lo anticiparon autoridades de la multinacional alemana en una reunión que mantuvieron con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela.
El plan de inversión que presentó la empresa este viernes por videoconferencia representa un volumen adicional de 450 mil pares de zapatillas al año, que se suman a los 1,4 millones de pares que produce actualmente.
En el encuentro, el ministro se refirió a la situación actual del país, señalando que este es «un gobierno de producción y trabajo, porque son los dos ejes que articulan todo el funcionamiento de la sociedad argentina. Si logramos articular esto el país va a estar mucho mejor».
«Defendemos el trabajo de las Pymes, de las grandes, de las cooperativas, de las nacionales, de las multinacionales. Estamos interesados en todas las inversiones; bienvenidas sean y si podemos ayudar a que este desarrollo se haga en diferentes provincias, mejor aún, para que la gente pueda desarrollarse en la provincia en la que nació», agregó.
En tanto, el gobernador agradeció a la firma «no solamente por la inversión que hicieron y los puestos que van a crear sino porque ustedes afianzan la confianza en la Argentina. Esto debería tirar por tierra las versiones que quieren desacreditar a nuestro país en el sentido de que se nos van las empresas. En los últimos dos meses se hicieron anuncios en nuestra provincia por más de 50 millones de dólares, que implicarán la creación de cerca de 800 puestos de trabajo«.
El plan de inversión representa un volumen adicional de 450 mil pares de zapatillas al año
Por su parte, el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale, destacó: «Lo que estamos llevando adelante por convicción del presidente y con la guía de Matías Kulfas es la reversión de esta desindustrialización. Y PUMA es el ejemplo. Genera empleo donde lo necesitamos como en La Rioja. Vamos a acompañarla para seguir fortaleciéndola en el sendero de crecimiento del mercado, para potenciarla como exportadora».
La industria en el país, según Indec
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó este jueves que la utilización de la capacidad instalada de la industria se ubicó en agosto en 58,4 por ciento.
Los números indican que se produjo una baja de 2,1 puntos porcentuales respecto al mismo mes del año pasado, cuando el indicador se ubicó en 60,5 por ciento.
El cotejo intermensual, por su parte, marcó una mejora de 1,6 puntos porcentuales frente a julio pasado, cuando el uso de la capacidad instalada se ubicó en 56,8%, en medio de las restricciones implementadas para combatir la pandemia de coronavirus.
«Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general son sustancias y productos químicos (71,1%), productos minerales no metálicos (70,4%), refinación del petróleo (69,1%), papel y cartón (65,0%), industrias metálicas básicas (62,9%), productos del tabaco (61,5%) y productos alimenticios y bebidas (60,6%)», indicó el Indec.
Además, agregó que «los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general son la edición e impresión (50,3%), productos de caucho y plástico (48,6%), metalmecánica excepto automotores (46,9%), productos textiles (42,3%) e industria automotriz (35,4%)».
Fragmentación económica
«Se evidencia un desempeño dispar a nivel sectorial y regional, lo que explica que el nivel de actividad sea menor al registrado antes del inicio de la cuarentena en nuestro país», asegura un paper elaborado por la entidad industrial que preside Miguel Acevedo.
El documento estima que en julio pasado, la actividad industrial se contrajo 2,2% interanual y registró una suba de 8,4% mensual en la medición desestacionalizada. Con estos datos, durante los primeros siete meses del 2020 se acumuló una baja de 11,9% respecto a igual período del año anterior, con una capacidad instalada que alcanzó el 56,8%, que representa un 1,9% menos un año atrás pero con una recuperación respecto de los meses previos (junio 53,3%; y mayo 46,4%).
El informe de la UIA revela una tendencia a la fragmentación económica a partir del comportamiento de los sectores industriales, reflejando los desempeños dispares.
«Durante julio, alrededor del 66% de los 58 subrubros analizados presentó caídas en sus niveles de producción», señala el documento, en el cual se agrega que, producto de las habilitaciones en la mayoría de sectores y regiones, hubo un mayor uso de la capacidad instalada (56,8%) respecto al mes anterior (53,3%).
Los sectores con utilización de la capacidad productiva de la industria por encima del promedio fueron productos de tabaco; sustancias y productos químicos; refinación de petróleo; productos minerales no metálicos; papel y cartón; industrias metálicas básicas y productos alimenticios y bebidas.
El resto de los rubros analizados por la UIA registró niveles de utilización todavía bajos en términos históricos, con la industria automotriz como el que registra los menores niveles (29,8%).
El piso de la caída en el nivel de actividad parece haber sido abril, por tratarse del primer mes completo del aislamiento social preventivo y obligatorio, donde sólo estaban habilitados los sectores considerados esenciales. Luego, el progresivo retorno a la actividad de distintos rubros industriales permitió ir normalizando los niveles de producción.
En el informe elaborado por el Centro de Estudios de la UIA en base cámaras empresariales y organismos del sector público y privado, se informa que la suba mensual sin estacionalidad se explica en gran parte por la reactivación de sectores como el automotriz, la industria de metales básicos y de sustancias y productos químicos en relación al mes anterior.
«En primer lugar, la actividad de los sectores considerados como esenciales se ha incrementado durante la pandemia y se espera un dinamismo aún mayor una vez recuperados los niveles de demanda previos», detalla el trabajo.
Como casos se hace referencia al sector de sustancias y productos químicos que se incrementó un 19,6% y algunos rubros de alimentos y bebidas donde, sin embargo también hay empresas con problemas de rentabilidad por el congelamiento de precios.
Por otro lado, hay sectores que, si bien el comienzo del aislamiento afectó a sus niveles de actividad, han podido adaptarse al contexto una vez habilitada su reapertura como la producción de minerales no metálicos (+3,2%), al reactivarse la construcción en casi todo el país. O la metalmecánica, con subas interanuales en maquinaria agrícola, carrocerías y remolques y equipamiento médico.
En el caso de la industria automotriz (-1,5%), la mejor performance se debe a una suba interanual de las ventas al mercado interno, pero con una baja base de comparación.
Otro rubro destacado es el de la electrónica de consumo (-0,5%), donde la demanda se vio incrementada por el excedente de dinero previamente destinado a servicios.
El informe destaca además a varios rubros que ya registraban caídas interanuales en su producción a los cuales las condiciones adversas de la pandemia profundizaron aún más. Es el caso, por ejemplo, de las industrias metálicas básicas (-28%), principalmente por la caída de la demanda interna de tubos de acero sin costura ante la parálisis del sector energético. O los productos textiles (-22,5%), por la baja demanda del sector de la confección, uno de los más afectados por los cambios en los patrones de consumo y las restricciones de venta al público.
«Teniendo en cuenta el estancamiento y posterior deterioro del entramado industrial durante la última década, la situación continúa siendo crítica», advierten los industriales en el documento.
Para la UIA, aún persisten riesgos y se añaden nuevos problemas a las empresas industriales como la caída de la demanda externa; la mayor devaluación de socios comerciales; las restricciones financieras como las primeras preocupaciones.
En el caso de las exportaciones, volvieron a caer en julio (-32,3% interanual), principalmente por la menor demanda de Brasil (-44,4%).
A este complejo contexto, las empresas le adicionan los nuevos costos asociados a la pandemia (transporte de personal, tests, licencias, entre otros) que deben enfrentar en un marco en el cual ya se encontraban muy golpeadas incluso antes de la pandemia.