Fuente: La Nación ~ Crecen las iniciativas para comprar y vender todo tipo de prendas usadas, pero en muy buen estado
De un año a otro, la indumentaria pegó un salto inflacionario del 71,5%. Y aún en un país acostumbrado a los aumentos crónicos, el número abruma. Pero el argentino que siempre se reinventa lo hizo de nuevo: frente a vidrieras con precios exorbitantes, volvieron a ponerse de relieve las ferias, plataformas online y locales que compran y venden ropa usada en buen estado. Algo que, además, les permite a las prendas tener nueva vida y mitigar un poco el impacto ambiental de la moda.
“Abrí mi cuenta hace un año. Todos los meses vendo algo, y en lugar de retirar la plata, vuelvo a invertir ahí, comprando otros ítems que me gusten. Es como una especie de círculo virtuoso que me permite tener prendas nuevas sin gastar tanto”, relata Sol Mazza, usuaria del sitio Renová tu Vestidor. Aquí puede publicarse ropa de mujeres y niños de todo tipo de estilos y marcas. Entre otros usuarios, la página cuenta con perfiles de famosas que “abren sus vestidores” para la venta, como Marcela Kloosterboer, Pampita y Celeste Cid. “Nació como una necesidad personal”, relata Cecilia Membrado, fundadora y CEO del emprendimiento. “Tras muchos años de trabajo en marcas de moda, cuando me casé me encontré con que el vestidor de mi departamento de dos ambientes no alcanzaba para la ropa de mi marido y la mía”. Lo que siguió fue una feria en la que vendió aquello que ya no usaba a buenos precios, pero además se encontró con muchas mujeres que querían vender su propia ropa. Actualmente el sitio es uno de los más reputados del rubro, con 1,5 millones de usuarias y unos 5000 productos nuevos que se suben a diario, así como vendedoras que han llegado a ganar $4.000.000 el año pasado. “Nos sorprendió la cantidad de productos de marcas excelentes que se suben. Además, vemos mujeres que están construyendo un negocio propio con sus vestidores sin inversión inicial”.
Otro jugador fuerte es Urban Luxury, que cuenta con locales en Saavedra, Martínez y Belgrano. “En 2014 comenzamos a comercializar marcas premium, trayendo lo último de la moda a nuestro país. Y a fines de 2019, ante la crisis, pensamos la idea de reutilizar esas prendas que otros ya no usaban”, relatan los socios Lucía Menéndez y Juan Cruz Pagnutti. Su distinción es el ojo exclusivo del asunto: pusieron el foco en las marcas y la calidad, bajo el slogan “no tiene que ser nuevo para que sea impresionante”. En este camino, el boca en boca es uno de sus mayores pilares, los ayuda a romper el prejuicio de que lo usado no es bueno. Con oferta para hombre, mujer y niños, su rango de compradores más fuertes ronda los 25 a 40 años.
El lado B de esta movida es el de las mujeres independientes que aprovechan las redes para armar y difundir sus ferias de ropa. Especialmente en Instagram. La curaduría de prendas es uno de los puntos que definen su éxito. Con este criterio se maneja África Rodríguez Egaña, cuya feria AOC (@feria.aoc) ya tiene 13.500 seguidores en Instagram, incluyendo ojos profesionales como los de la diseñadora Vero Alfie. Aunque la primera feria se pensó solo por un fin de semana, enseguida pasó a ser algo permanente, dada la demanda. La combinación de hallazgos y precios lógicos en tiempos en los que un tapado en un shopping puede rondar los $40.000 resultó infalible. “Por suerte hay un auge de la moda circular. Las personas estamos empezando a tomar más conciencia del impacto que tiene el consumismo, tanto en nuestras billeteras como en el planeta”, acota Rodríguez Egaña.
En la misma línea, La Fête (@lafete.feria) nació en 2018 a manos de dos amigas, Lina y Eve, que habían regresado a su pueblo natal, Lobos, y se encontraron con mucha ropa sin uso a la que podrían darle nuevas oportunidades. Así, realizaron la primera prueba en 2018 y decidieron organizar una segunda versión a los meses, que con el tiempo se convirtió en un suceso trimestral. Primero en un local prestado y luego en un espacio de decoración que las invitó a participar. La apertura de su cuenta de Instagram terminó de sellar su suerte, y para el último evento antes de la pandemia había cola de gente una hora antes de la apertura. “Buscamos exhaustivamente qué prendas van a ser parte. Son actuales, de la estación que corre, de primeras marcas, limpias, impecables, perfumadas”, detalla Eve. De hecho, suelen pedirles a famosas e influencers que aporten sus ítems, muchas veces con etiqueta o un solo uso. Con pandemia mediante, tampoco dejaron de crecer: retomaron online en mayo de 2020 mediante una web, que se activaba a un horario específico, simulando un poco la experiencia presencial. Los pedidos llegaron de todos lados, tanto que en septiembre inauguraron un showroom a la calle en el que abren cuatro veces por semana, proyectando por estos días ampliarse a un local más grande y también sumar más días de atención. “También queremos relanzar la página y sumar nuevas proveedoras. Últimamente, con los precios de los negocios casi impagables y sin posibilidad de viajar, crecimos más que nunca”.