El Gobierno se entusiasmó en las últimas horas con los resultados que empezó a mostrar su plan destinado a frenar la caída del consumo antes de las elecciones y aliviar el impacto de la inflación, la falta de financiamiento y la pérdida del poder adquisitivo. Las primeras señales provinieron de las concesionarias y los comercios, en donde el plan de descuentos para comprar autos y el programa Ahora 12 impulsaron una mejora de las ventas en la primera quincena de junio, según los datos que dio a conocer ayer el Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica.
El titular de la cartera presentó un panorama económico promisorio, sostenido por un dólar calmo, la desaceleracion de la inflación y lo que podrían ser los primeros indicios de reacción del mercado interno luego de un «año bravo». Ese fue el mensaje que trasmitió ayer al mediodía durante el brindis por el Día del Periodista en el segundo piso del edificio ministerial, en donde estuvo acompañado por su equipo de funcionarios y derrochó optimismo, luego de la reacción positiva de los mercados a la incorporación de Miguel Pichetto a la fórmula presidencial, un movimiento que incluyó su participación ayer en su primera reunión de Gabinete.
En ese clima de renovada confianza, Sica informó el aumento del 40% en los contratos de la terminal General Motors, que en lo que va de junio pasaron de 100 a 400. Un cambio de tendencia que atribuyó al plan «Junio 0km», por el que las concesionarias reciben subsidios para ofrecer bonificaciones de entre $50.000 y $90.000 en la compra de 300 modelos nacionales, a los que ahora se sumarán vehículos importados. «Es un papel de moscas, se quedan pegados», dijo risueño Sica al referirse al programa, que en principio tendrá un costo fiscal de $1.000 millones y cuya eventual continuidad en el tiempo es un misterio que ayer no quiso revelar.
El otro dato exhibido por los funcionarios fue el crecimiento del 55% de las ventas en los principales retailers de línea blanca, electro, televisores y computadoras adheridos a Ahora 12, durante el primer y segundo domingo de junio. El Gobierno decidió a fines de mayo anunciar una baja de la tasa de 25 puntos (del 45 al 20%) y en los últimos días más de 200 cadenas de diferentes rubros comenzaron a ofrecer cuotas sin interés, absorviendo por su cuenta la diferencia. La medida apunta a sostener la demanda, en medio del cierre de sucursales y despidos en Fravega y Musimundo, y el reciente pedido de un preventivo de crisis por la cadena de electrodomésticos Ribeiro.
Las últimas medidas adoptadas por Producción y Trabajo apuntan de alguna manera a compensar el impacto sobre la actividad provocado por las altas tasas de interés, que ayer volvieron a registrar una leve baja y se ubicaron en 67,3%. El endurecimiento de la política monetaria para controlar la inflación es un tema que genera rispideces entre los industriales y la cartera de Sica, quien ayer reconoció que genera «quejas» en las Pyme y ante la repregunta se permitió una broma. «Sí, vamos a anunciar un crédito por $300.000 millones», le respondió a La Nación para luego aclarar que estaba haciendo un chiste.
El ministro pronosticó, no obstante, una recuperación en el tercer trimestre, sostenido por las mejoras que observa en el rubro energético, el campo y la metalmecánica, junto con el gráfico. Los datos de abril difundidos ayer por la UIA, por lo pronto, mostraron la continuación de la tendencia contractiva, al caer la producción un 8,6% interanual. El retroceso, 5 puntos menor al del mes previo, se reflejó en un menor uso de su capacidad instalada, una nueva caída de la demanda de importaciones y una baja del 5,8% del empleo industrial en marzo, lo que representó la pérdida de 6.000 puestos respecto de febrero y 69.000 en los últimos 12 meses.
Consultado por iProfesional sobre las perspectivas de la economía, Sica identificó al campo, la energía y los servicios, junto con el turismo, como los «motores» de una eventual recuperación de la economía. La velocidad –dijo- dependerá también de Brasil, el principal socio de la Argentina cuya economía se proyecta que crezca un 1,2%, aunque si acelera la resistida reforma previsional podría llegar al 3%. Las expectativas coincidieron con las señales enviadas ayer por el vocero del FMI, Gerry Rice, quien aseguró que «la recesión está cediendo», mientras el organismo se dispone a aprobar un nuevo desembolso, de u$s5.500 millones, antes del 20 de junio.
Ese dinero servirá para mantener calmado al dólar ante eventuales turbulencias, algo que el funcionario descartó ayer en el salón Belgrano de la sede de Producción y Trabajo, antes de viajar a Vaca Muerta. Allí lo acompañaron su vocera Laura Chemi, el secretario de Comercio Interior Ignacio Werner, el secretario de Industria Fernando Grasso, la secretaria de Transformación Productiva Paula Szenksman y el director de Defensa del Consumidor Fernando Blanco Muiño.
No se lo vio al secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, concentrado por estas horas en la última ronda de paritarias, con pedidos salariales de hasta un 46% frente a una inflación que en mayo acumuló un 19,2%.