Fuente: Clarín – sabía, siempre off the record por distintas fuentes oficiales, que una vez que la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, tomó la decisión de escindir la Secretaría de Cultura de la Nación del actual mega-ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, para hacerla depender de su órbita, había pedido que se ordenara el organigrama.
Muestra Sastrería. Oficio & Historia en el Museo del traje.
La poderosa funcionaria pidió además re-funcionalizar el área que ahora sí pasará a gestionar y que tiene una diversidad de organismos y museos a cargo. Así fue que, en el nuevo organigrama –según leemos en varios de los anexos del decreto 862/2024 publicado el viernes en el Boletín Oficial-, en un pase de magia varios directores de museos se convertirán en coordinadores y hay un museo que voló del nuevo mapa de la Secretaría de la Cultura: el Museo del Traje, a cargo de Victoria Salías.
Según algunas fuentes con las que habló Clarín Cultura, “hace un mes se viene conversando sobre cómo reactivar el Museo del Traje que, por ejemplo, el año pasado tuvo 46 visitantes diarios y cuyo edificio por ser histórico exige adaptaciones que no se pueden hacer. Es un museo que gasta solo en personal 66 millones de pesos. En comparación, el Palacio Libertad (legalmente CCK) recibió más de 3800 personas el primer fin de semana en la muestra Se dice de mi. A eso se suma las dificultades de accesibilidad. Hoy solo puede subirse por escaleras.
La directora Salías se enteró de su futuro con la publicación del decreto del presidente Milei. Su cargo estaba prorrogado, como los de otros tantos directores de museos, y sin llamado a nuevo concurso.
¿Y qué pasará con el acervo y el edificio del Museo del Traje? Fuentes cercanas nos dijeron que en el inmueble histórico continuarán los talleres y el depósito de su rico patrimonio que supera las 9000 piezas entre trajes, calzados, objetos de uso cotidiano, accesorios, instrumentos de costura y molderías, entre otros. Pero todo ello pasará a ser programación de los otros dos centros culturales que la Secretaría de Cultura potencia: el CCK y el Centro Cultural Borges.
Tanto así que en el nuevo organigrama el Borges pasa a tener una jerarquía mayor a la actual con sus respectivas cuadrículas en el mapa general.
Cambios de jerarquía
Pero a la sorpresa de la “desaparición” del Museo del Traje como tal se sumó el cambio de jerarquía de varios directores de museos. Clarín Cultura no pudo saber, hasta el cierre de esta edición, si esto obedecía a una cuestión de baja salarial o si se vincula con la toma de decisiones. Sin duda, el director de un museo desarrolla una programación conforme las necesidades de la institución que dirige. Un coordinador debe reportar a un superior a la hora de las decisiones.
Los museos que conservarán sus direcciones son: la Casa Nacional del Bicentenario, el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, la Casa Histórica de la Independencia (en Tucumán), el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers y el Museo Histórico del Norte (en Salta).
Pasan a tener coordinaciones el Museo Regional de Pintura José Terry (en Jujuy) y en Buenos Aires, el Museo Casa de Yrurtia, el Nacional de Arte Oriental, el Museo Casa Ricardo Rojas, el Nacional el Grabado, el Complejo Histórico Manzana de las Luces, la Estancia de Jesús María-Museo Jesuítico Nacional, el Museo del Acuerdo de San Nicolás y el Museo Roca.
El anexo 4 del decreto del presidente Javier Milei (en total son diez anexos) potencia la subsecretaría de Gestión y Desarrollo Cultural, de la que dependerá el Borges así como Cooperación Internacional e Integración Federal, en dos respectivas direcciones.
Historia del traje y Museo del traje
A su vez la subsecretaría de Patrimonio Cultural, a cargo de Liliana Barela, tendrá a su cargo la Dirección Nacional de Museos y Gestión Patrimonial, a cuyo cargo se encuentran todas las direcciones y coordinaciones antes mencionadas.
Una vez ordenado el organigrama y finalizada la transición administrativa, tal como exigió la secretaria general que concluyera a finales de septiembre, finalmente el secretario de Cultura, Leonardo Cifelli, podrá manejar presupuesto. Este es el gran tema que ha padecido el área desde la asunción del nuevo gobierno.
Si bien el CCK y el Borges reciben presupuesto para programar, buena parte de lo que ponen “en cartel” lo hacen con producción propia, porque Pettovello no autorizó manejo de fondos a Cultura. Eso motivó que, a lo largo de estos meses, hubiera faltante de papel higiénico, jabón o alcohol en gel en los baños de los museos, o que no se pudiera prohijar una programación anual, que normalmente los museos nacionales de todo el mundo hacen.
Aunque Clarín Cultura no logró hablar con el secretario Cifelli, fuentes inobjetables nos confiaron: “Ahora habrá otra dinámica. Depender de Karina será otra cosa”. Otra cosa que está por verse.