Fuente: Clarín – Evalúa incorporar a la actividad textil, que no fue incluida en la prórroga de los beneficios hasta el 2038. La Provincia lo pide para sostener 900 empleos.
El Gobierno evalúa por estas horas la inclusión de la actividad textil en la prórroga del régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. El decreto podría ser oficializado en las próximas dos semanas antes del cierre de la campaña, luego de intensas negociaciones con la provincia, que venía reclamando la medida desde hace dos años para un sector que quedó en la mira del Gobierno nacional y la competencia fuera de la isla.
El ministro de Economía, Sergio Massa, prometió avanzar por ese camino el el lunes durante una reunión con el gobernador de la provincia, Gustavo Melella. «El régimen se caía el 31 de diciembre, le hicimos modificaciones con mayor control fiscal y estaríamos por dar una prórroga (al rubro textil), pero no como está, no se justifican los beneficios laborales por el costo fiscal, hubo muchos desvíos», señaló un funcionario de Economía.
El costo del régimen de promoción
El esquema de incentivos fiscales vence a fines de este año, pero el Gobierno nacional se anticipó y en octubre de 2021 decidió extenderlo hasta finales de 2038 con opción de prorrogarlo 15 años más. El conflicto se originó ante la decisión del entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matias Kulfas, y su secretario de Industria, Ariel Schale, de excluir de la prórroga al sector textil fueguino, del que dependen 1.000 empleos.
Desde entonces, las movilizaciones sindicales y los reclamos empresarios en Río Grande fueron en ascenso ante la proximidad de la caída de los incentivos. La inminencia del debate presupuestario sumó más incertidumbre. Es que en el Presupuesto 2024, el régimen creado en 1972 volvió a aparecer en la lista de subsidios y exenciones con chances de ser eliminados para reducir el déficit y cumplir las metas del FMI.
De acuerdo con la «separata» que será enviada este viernes al Congreso, la promoción económica de Tierra del Fuego tendrá un costo fiscal de $ 519.000 millones (0,35% del PBI) en 2023. El apartado oficial explica que el régimen «tiene el objetivo principal de fomentar el incremento de la población en la isla» y plantea la «revisión» de la medida y «posible reducción gradual del beneficio», que es cuestionado por la oposición.
Las críticas apuntan al no pago del IVA y aranceles de los insumos importados, una «protección» que permitió multiplicar la población de 13.500 a 190.000 habitantes y creó 11.000 puestos en la isla, la mayoría en 20 empresas electrónicas. El capítulo textil, en tanto, representa unos $ 58.000 millones al año (0,03% del PBI), con 11 establecimientos que producen hilados y tejidos. La más importante es Australtex, del grupo Cladd.
El rubro acapara la atención de funcionarios ante la sospecha de que, a caballo de los beneficios, algunas firmas venden artículos importados en el territorio a sus propias empresas a precios altos, transfiriendo toda la ganancia a Tierra del Fuego y registrando incluso pérdidas fuera de la isla. En ese marco, Massa condicionó la continuidad de los incentivos a un «ordenamiento» fiscal, mayores requisitos y aportes privados.
«Massa fue claro en reordenar algunos procesos productivos que no fueron claros durante mucho tiempo y fortalecer los que si vienen haciendo bien. Por pedido nuestro y de los trabajadores anunció la extensión del subregimen industrial para el sector. Algunos procesos no seguirían o se modifican, se busca evitar abusos de un par de empresas y acotar el tema fiscal», dijo Melella a Clarín.
En su momento, Kulfas se dispuso a iniciar una reducción gradual de los beneficios, pero chocó con la resistencia de la industria local y la provincia. La solución de compromiso fue la creación de un fondo para comprar maquinaria y hacer obras con el aporte del 3% de la facturación de las empresas adherentes, unos US$ 100 millones por año. Un esquema que igualmente es criticado por la competencia textil fuera de la isla.
Detrás de las tensiones, persiste una interna entre la industria fueguina y la del continente. Este último sector tuvo un vínculo estrecho con Schale en Industria, hasta que el técnico de ProTejer fue reemplazado en Industria por José De Mendiguren. Ahora, los textiles de la Cámara Fueguina de Industria Nacional (CAFIN) están preocupados: temen una «reconversión» tras las elecciones y Javier Milei ya advirtió que la promoción es una «estafa».