Fuente: Perfil ~ Las novedades que encontramos en este campo son innumerables: desde diseñadores hasta retailers y consumidores se ven en constante movimiento siguiendo la órbita de la ciencia.
Puede que estas afirmaciones sean algo que todavía, cueste imaginar, pero la verdad es que ya no se trata de hablar del futuro porque dichos avances ya habitan entre nosotros.
- Moda y tecnología en los museos
“Las maquinas van a acabar con la artesanía”, esta es la frase que el MET intentaba revocar con la exposición «Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology«.
Una muestra que tuvo lugar en 2016 en la que se intentaba conciliar los dos bandos actuales en el mundo de la alta costura y prêt-à-porter: las prendas hand-made o el camino hacia la tecnología.
Sin duda, una auténtica disputa que no es para nada nueva, pero…¿cierta? ¿de verdad la tecnología será capaz de acabar con un recurso tan antiguo y vital como la artesanía? sinceramente lo veo imposible.
- Moda y tecnología en el atelier
Si antes pensabas en el futuro, ¿qué veías? Seguramente muchos de nosotros diríamos: ¡robots! Y precisamente es lo que encontramos hoy en algunos ateliers.
La impresión 3D y la realidad aumentada han ayudado a algunas marcas como Adidas, Nike o la firma japonesa Anrealage a sacar zapatillas al mercado hechas completamente por robots.
Gracias a estas técnicas, el usuario mismo puede diseñar el calzado y luego enviarlo a una impresora 3D para obtener la zapatilla creada.
O un ejemplo más reciente, el caso de los vestidos robóticos desfilando en la Semana de la Moda de Nueva York en el año 2019, creados por un kit diseñado por la exmodelo estadounidense Anina «Net» Trepte, fundadora de la empresa 360 Fashion Network, la cual permite que diseñadores que no saben programar utilicen la tecnología en sus prendas.
En las pasarelas
La forma en la que se suben colecciones a la pasarela cada vez es más disruptiva y la forma de asistir a ellas también lo es, la realidad virtual es uno de los tantos avances que lo permiten.
Siéntate en el sillón de casa, colócate las gafas de Google ¡y a disfrutar! Pero esta no es la única opción: Abrahamsson es una firma que se plantea enviar las colecciones por mail. ¿Para qué ir a París? si en los hologramas se encuentra la solución.
- En los locales
Hoy en día ya no nos debe extrañar si entramos a un probador y nos encontramos con un dispositivo táctil que nos permita solicitar otra talla u otra prenda diferente.
¿Lo más interesante hasta ahora? la Realidad Virtual, con muchas posibilidades en las tiendas físicas porque permite exponer las prendas con proyecciones virtuales, mostrando una cantidad de modelos mucho más elevada que la tradicional, a modo de catálogo virtual.
Otro de los grandes cambios es la posibilidad de comprar y marcharnos sin tener que cargar con ninguna prenda. La idea es que la tienda física nos sirva simplemente para comprobar qué prenda nos gusta y si nos queda bien, y después desde la misma tienda realicemos la compra a través de un dispositivo y esperemos a que nos llegue a casa días después.
Podríamos decir que la tienda sería un simple expositor o probador, pero el canal de compra sería internet, con un proceso mucho más sencillo para el comprador.
Si querés que las cosas sean aún más fáciles y cómodas, ¿qué tal una vuelta por la tienda virtual de Massimo Dutti?
- Moda & Big Data
El uso del Big Data para analizar los gustos y hábitos de consumo de los clientes potenciales, ha sido uno de los grandes avances dentro del mundo de la moda.
El stock de las grandes marcas ha pasado de contar con grandes cantidades de prendas más genéricas y estándar a tener mucha menos cantidad global y mucha más variedad de prendas, ajustadas a hábitos de consumos de un público mucho más diverso y plural.
Así, las marcas tienden mucho más a la personalización o la segmentación de su público para ofrecerles prendas a medida. Esto también puede observarse en términos geográficos, ya que las principales cadenas de moda varían el tipo de prendas que ofrecen en los locales de países diferentes, e incluso en una misma ciudad en base al barrio y el perfil de cliente de cada zona.
También en clave de personalización, y lejos de la actividad de las grandes marcas, el buen análisis de los datos ha permitido la creación de pymes que se centran en la atención personalizada a sus clientes.