Fuente: 24CON ~ A casi un año y medio de la llegada de la pandemia al país, el aliado indispensable en el día a día de los argentinos es sin lugar a dudas el barbijo. Pero, como ha quedado demostrado, no cualquiera es tan eficaz como el Atom-Protect o «barbijo del CONICET» como popularmente se conoce al producto desarrollado en conjunto por investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET), de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).
Sin embargo, lo que pocos conocen es que la idea e inversión inicial provino de la empresa Kovi S.R.L, una pyme familiar dirigida por un matrimonio de Lomas del Mirador con 27 años de experiencia en el rubro textil.
Alan Gontmaher, dueño de Kovi, comentó en su diálogo con 24Con.com que la idea original devino de la búsqueda, junto con su esposa Ángeles Espeche, socia gerenta de la empresa, de una tela que evite la proliferación de hongos en las toallas y toallones, y les quite el olor a humedad que queda impregnado tras el lavado.
Con la inminente llegada del coronavirus al país, el matrimonio decidió perfeccionar esa tecnología fungicida para ponerla al servicio de evitar la propagación del virus COVID-19, para lo cual se pusieron en contacto con la científica Silvia Goyanes, investigadora de la UBA-CONICET, quien armó un equipo de trabajo con Ana María Llois (UBA-CONICET), Roberto Candal (UNSAM) y Griselda Polla (UNSAM) con el que comenzaron a desarrollar la nanotecnología que permite a los barbijos Atom-Protect inactivar el Covid-19.
«Nosotros pagamos todo el desarrollo, hicimos una enorme inversión de millones de pesos para la maquinaria requerida por la investigación» comenta Gontmaher. Dicha inversión dio frutos muy pronto, ya que apenas unos meses después de la puesta en marcha de la investigación, en agosto del 2020, el Atom-Protect ya estaba listo para la venta al público para su uso social.
Detrás del proyecto está el matrimonio de empresarios de Alan Gontmaher y Ángeles Espeche.
Así fue como la empresa de la familia Gontmaher pasó de su habitual producción textil de toallas y toallones a llevar adelante la producción de alrededor de «un millón de barbijos mensualmente», lo que equivaldría a una facturación mensual de $550.000.000, teniendo en cuenta que por unidad el valor del barbijo ronda los 550 pesos, promediando el precio de los tres modelos de mascarilla que se encuentran a la venta: Atom-Protect ($500 por unidad), Atom-Protect N95 Plus ($550 por unidad) y Atom-Protect Black Edition ($580 por unidad). Continuando con el mismo análisis, son $5.500.000.000 lo facturado hasta el momento desde su salida a la venta, hace aproximadamente diez meses.
O sea, 34.375.000 dólares al tipo de cambio blue. O, 55 millones de dólares al tipo de cambio oficial de hoy, 16 de junio de 2021.
El éxito del barbijo fue tal que incluso debieron poner en marcha una nueva planta en Bella Vista para poder afrontar la producción masiva.
Debido a la proliferación de imitaciones vendidas por fuera de los circuitos oficiales de comercialización del CONICET, que no lograban la calidad del producto original, a principios de este año se dio a conocer un nuevo modelo, igualmente característico, del Atom-Protect el cual cuenta con una capa de tela interior que incorpora iones de plata y otros compuestos fungicidas y antibacterianos, junto con materiales poliméricos que permiten la retención de estos activos, y con una capa de tela externa tratada con un producto que contiene iones de cobre compuestos fungicidas, bactericidas y polímeros, que son los que le brindan al tapabocas la acción antiviral.
Además de ser altamente eficaz para reducir los contagios, el Atom-Protect es 100% bonaerense. Según lo estipula el convenio, durante los seis primeros meses de producción del barbijo se donará el 10% de la producción de telas a los talleres textiles del conurbano bonaerense, comprometiéndose a comprar el resto de los insumos, terminar los barbijos y entregar gratuitamente el 50% de su producción.