Fuente: iProfesional – Se formó como arquitecta, abrió negocios de decoración, fue artista plástica y luego encontró el glamour que buscaba para la moda
Graciela Misasi asegura que desde la cuna tiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad y el reciclaje, y que a lo largo de su vida lo fue implementando en diferentes ámbitos.
Se formó como arquitecta, abrió negocios de decoración, fue artista plástica y, en un «momento de cambio de pelaje«, encontró el glamour que buscaba para la moda.
Empezó a estudiar sombrerería en 2018 y a la cuarta clase ya estaba participando del HAT SHOW, un desfile de sombreros que promueve el diseño sustentable y el consumo responsable.
«Con las pocas cosas que había hecho en el taller con la profesora, me presenté y empecé con los desfiles, especializándome en todo lo que es moda sostenible«, comenta en diálogo con Mano a Mano.
Entre las anécdotas de esa primera aventura, recuerda que había preparado fascinators (piezas más chicas que el sombrero, también conocidos como tocado) pero que a la diseñadora del evento le gustaban los turbantes.
«El miedo era que se cayera en la pasarela. Por dentro dije: ‘Sonamos’, porque todavía no había aprendido lo que pedían. Eligieron uno de ratán que probé durante tres días zarandeando con la cabeza y al final fue un éxito«, agrega con satisfacción.
Después de esa experiencia, se involucró en la Asociación Moda Sostenible de Argentina y empezó a participar de otros eventos importantes, como en la Argentina Fashion Week, con materiales que van desde tetrapack y cápsulas de Nespresso, hasta trofeos.
¿Cómo definís a la moda sostenible?
Los valores son reutilizar y reciclar, para tratar de contribuir con un granito de arena a cuidar al planeta. Es tener el ojo en cosas que uno ve que ya se hace como una oportunidad a lo que encuentra en el volquete, y el expertise del ojo de que ve cualquier cosa, una malla de seguridad de las empresas constructores o un parlante, y lo ve hecho un sombrero. Eso más maravilloso. Yo ya lo tengo incorporado, porque lo implementaba en la decoración y en las colecciones de arte, pero es como que el ojo se te va agudizando.
¿Dónde se exhiben tus productos?
Tengo tres pop arts. Uno en el Museo Sívori, el otro en el Hipódromo de Palermo y el último es un negocio vintage en Recoleta. También tenemos pop arts cuando hacemos desfiles en las plazas de la Ciudad de Buenos Aires o en los talleres de reciclado.
Desde la asociación, reciben invitaciones a eventos nacionales e internacionales, como en México y la Chicago Fashion Week, y remarca que Argentina está muy avanzada en la materia.
«Por el tema del costo de los materiales, a uno le nace el ingenio para reemplazar un material caro por otro reciclado. Es un mercado a desarrollar«, dice Misassi.
Además, señala que cada desfile es un desafío porque es necesario redoblar la apuesta y mejorar el diseño de la última presentación. «La calidad de nuestra pasarela es impresionante. Somos muy talentosas las diseñadoras sostenibles«, añade.
¿Cómo es la tendencia en el mundo?
Cada vez más, como ahora está de moda los negocios vintage, que es la segunda oportunidad de las prendas de ropa, porque uno elimina una cadena de contaminación ambiental muy grande que se genera con el algodón. Y después está el tema de los biomateriales que, también es una progresión geométrica, como las telas que se producen con biomateriales o hasta con leche.
Por último, la diseñadora aconseja a la gente que agudice el ojo y mire antes de tirar las cosas que uno cree que son basura. «Hay personas que se mueren y tiran todo el guardarropas. Quizá se pueden encontrar tesoros y darles una segunda oportunidad«, concluye.