Fuente: La Nación ~ Vestida de novia, con un blanco inmaculado, limpia la mesa del comedor y los espejos del baño. Ya en su cocina, luce un vestido en Rosa Dior, y entre ollas y sartenes prepara fideos caseros para el almuerzo, luego de podar las plantas del jardín, y recoger frutas y verduras junto a Mía, su hija, y Olivia, su mascota, enfundada en otra de sus creaciones, en verde malta y con barbijo incluido.
«Me vi obligada a adaptar la alta costura a esta dura época de cuarentena por el Coronavirus», dice la reconocida diseñadora Patricia Profumo, quien hace muy poco inauguró su nueva maison y hoy padece los embates de la pandemia. Tal como lo estableció la Cámara Argentina de la Moda al declarar la «fashion emergency», remarcó su apoyo y acompañamiento a todos los trabajadores del comercio y la industria textil: «Ya que el sector hoy se ve totalmente afectado, no solamente por la cuarentena, sino también por la falta de insumos, los altos costos, los impuestos, los alquileres y los sueldos y gastos en general».
Patricia, con más de veinte años de trayectoria en el mundo de la moda, cuenta que al verse imposibilitada de organizar desfiles por obvias razones sanitarias, pensó que podía convertirse en su propia modelo y puso manos a la obra, literalmente. Se acercó hasta el vestidor de su casa de Maschwitz y eligió varias de sus creaciones de «Eva», su última colección, inspirada en el renacer: «Significa recomenzar, paraíso, los tonos se orientan hacia los pasteles, celestes, rosas, grises, dorados y aquas», explica esta referente top de la moda que en su última convocatoria preconfinamiento, reunió sobre las pasarelas a 25 modelos ante una multitud de espectadores en el Hipódromo de Palermo.
Enfrentar la crisis y transformar el trabajo
«Fue una idea que se me ocurrió ante la necesidad de estar en contacto con el público y de seguir trabajando, porque acabo de mudar mi atelier y los gastos fijos continúan . También doy charlas de asesoramiento online; tomo medidas junto a clientas vía Skype o videollamada para pedidos que me hacen; asesoro; doy tips para no abandonarnos aún en nuestra propia casa. En la mujer priorizo sus cualidades: el estilo a la belleza. La verdad que es un desafío, pero a mí me apasiona eso. Hice también esto de convertirme en modelo de mi propio desfile para distraerme, divertirme en compañía de mi hija. Me hace acordar a cuando empecé en esta actividad, diría, de casualidad», explica.
Y entonces rememora: «Comencé de muy niña, a la edad de Mía o menos, haciendo los vestidos a mis muñecas. Y luego, cuando estaba en el colegio secundario, me animé con el de los 15 años de Carolina, mi hermana, cuando yo tenía 16, me encantaba bocetar diversas propuestas elegantes. Llegaba de la escuela y me ponía a dibujar creaciones para ella». Al finalizar los estudios, inició su especialización en corte y confección por consejo de su bisabuela en el espacio Ditirambo Argentina, donde se encontró con destacados como el célebre Roberto Piazza y Susana Solquin, estelar historiadora de la moda.
El próximo paso lo dio en Nueva York en Parsons, una escuela de arte y diseño de la universidad The New School, reconocida mundialmente como una de las más prestigiosas universidades de diseño. Regresó a la Argentina para volcar todos sus conocimientos profesionales especializándose en novias y también recorrió fashion weeks del mundo: Milán, San Pablo, Santiago de Chile y hasta Moscú, entre otras ciudades, resultaron fuente de inspiración de sus creaciones.
Colección cuarentena
«En esta colección utilicé géneros importados con sutiles transparencias, tecnología 3D en los pequeños bordados en los que se destacan los relieves autosustentables que no contaminan el ambiente», explica Patricia con puntillosidad de modista, y amplía: «propongo encajes con paillettes opacos, gasas y muselinas, delicados, con leves apliques de plumas, transparencias y aplicaciones de flores». Y aunque se pueden ver sus modelos, la colección quedará para el año próximo, aunque tiene fe de «hacer algo para fin de año»
Como diseñadora de vanguardia, Patricia cuenta cuáles son sus secretos a la hora de crear: «aprendí a la antigua, confieso que me da muy buenos resultados: me preocupo por encontrar algo que resulte fuente de inspiración a través de tonos, ideas, emociones, pensamientos, vivencias, viajo con mi mente, y ahí aparece mi arte, lo que me emociona, me asombra, me deslumbra, y entonces corro a sentarme a la mesa de trabajo y me doy amplia libertad con los bocetos. El secreto fundamental de un diseñador para imaginar una nueva colección es rozar las telas, las texturas, con sus propias manos, como lo hace un pintor».