Fuente: Clarín ~ A partir de este miércoles, los comercios de ropa y calzado barriales vuelven a estar autorizados a abrir. Es en el marco de la primera etapa de una cuarentena escalonada, que prevé la reactivación gradual de las actividades en la Ciudad. El lunes arrancaron los negocios no esenciales de cercanía y ahora se suman los de indumentaria, aunque en los ejes comerciales más concurridos recién podrán volver a funcionar el 3 de agosto. En todos los casos, tanto los responsables de los locales como los clientes deben cumplir con un protocolo de higiene para prevenir contagios de coronavirus.
Lo primero que hay que recordar es que se puede ir hacer compras en comercios no esenciales -lo que incluye a casas de ropa o calzado- según el número de DNI. Los que tienen DNI par (terminados en 0, 2, 4, 6 y 8), pueden salir los días pares; y los que tienen DNI impar (finalizados en 1, 3, 5, 7 y 9), los días impares.
Los comercios no esenciales están autorizados a abrir de lunes a viernes, pero no los fines de semana, dentro de un rango horario que va de 11 a 21.
¿Cómo va a ser la experiencia de ir a comprarse ropa o calzado durante esta pandemia? Similar a la que se vivió hasta el 30 de junio. Antes de ingresar al local habrá que higienizarse las manos con alcohol en gel o sanitizante, que los comercios deberán poner a disposición del público. La recomendación es no ir acompañado. En los accesos habrá empleados de los negocios evitando aglomeraciones y, si es necesario, organizando la cola en la calle.
La consigna es que, en los momentos de mayor afluencia de gente, los clientes estén la menor cantidad de tiempo posible en el interior del negocio. Está permitida la presencia de una persona por cada 15 metros cuadrados del espacio destinado a la atención al público. Cada establecimiento debe indicar en sus accesos la cantidad máxima de personas que pueden ingresar en simultáneo.
Los probadores estarán clausurados, porque no estará permitido probarse la ropa en el negocio. Los clientes deberán llevársela a su casa y, en caso de que no estén conformes, el comerciante les podrá ofrecer el cambio o la devolución del dinero. Los artículos devueltos deberán ser apartados durante 48 horas. El calzado, en cambio, sí se podrá probar. Eso sí, tanto antes como después de hacerlo será obligatorio que el cliente se desinfecte las manos con alcohol.
Ya sean vendedores o clientes, las personas deben guardar una distancia de al menos 1,5 metro entre sí. Se debe evitar la convivencia simultánea de personas en un mismo espacio físico. Y todos deben tener colocado un tapabocas, que les cubra la nariz, la boca y el mentón, y también tienen que evitar tocarse la cara. En el caso de los trabajadores, los Elementos de Protección Personal (EPP) deben ser provistos por el empleador.
Estará exceptuado de trabajar el personal de los comercios que integre alguno de los grupos de riesgo. Esto es, los que tienen más de 60 años de edad, las embarazadas y los que sufren de enfermedades cardíacas o respiratorias crónicas y los diabéticos. También los que deban cuidar a un niño, niña o adolescente en el hogar.
Los trabajadores de los comercios no esenciales no pueden utilizar el transporte público. Es el empleador el que debe garantizar su traslado, ya sea en taxi, remise o cualquier servicio habilitado o en vehículos propios. En cada auto sólo se puede transportar a un pasajero por vez.
El responsable del local deberá preguntarles a sus empleados si tienen síntomas de coronavirus, antes de que ingresen al local. También se sugiere el control de la temperatura corporal, que debe ser menor a 37,5 grados.
Los vendedores deben lavarse las manos al ingresar al trabajo. También, antes y después de manipular basura o alimentos o de comer, y luego de tocar mostradores, pasamanos, picaportes, barandas o cualquier superficie pública, o después de manipular dinero o tarjetas. La higiene de manos debe hacerse, además, después de estar en contacto con otras personas y luego de ir al baño.
Está prohibido que los empleados compartan elementos de uso personal, como vasos, cubiertos o el mate. Tampoco pueden utilizar el celular en la zona de trabajo. Y si tienen que hacerlo por extrema necesidad, después automáticamente deben lavarse las manos y desinfectar el aparato con una solución de alcohol al 70% .
Los locales deben estar ventilados. Hay que limpiar todas las superficies de trabajo con agua y detergente y desinfectarlas con una mezcla de 10 ml de lavandina en 1 litro de agua o alcohol al 70%. Se debe reforzar la limpieza de mostradores, pasamanos, escritorios, computadoras, teléfonos, pisos, manijas y picaportes.
Siempre que sea posible, se sugiere aislar a los empleados de las personas ajenas al local. Por ejemplo, con mamparas o pantallas que los separen del público en general. Estos elementos son especialmente recomendables para los trabajadores que reciben los pagos en la caja. Lo mejor es usar medios de pago electrónicos. En el caso de las tarjetas de crédito o débito, habrá que desinfectarlas, al igual que al posnet, con una solución de agua y alcohol.