Fuente: Perfil ~ Colección Zero es una plataforma digital que ofrece prendas de desfile, ediciones limitadas, colecciones cápsula, colaboraciones especiales, piezas a pedido, pre-ventas exclusivas y piezas atemporales. Trabajan con diseñadores locales que producen a pedido o en pequeñas cantidades, sin sobre-stock.
El recorrido de Noel Falken, su creadora, comenzó en la industria con la especialización en marketing y comunicación de moda, trabajando en el área de relaciones públicas, cubriendo pasarelas y colaborando con numerosas publicaciones. Actualmente, se desempeña como consultora mientras desarrolla proyectos como Colección Zero, vinculando moda y tecnología.
-¿Qué encontrás en los diseñadores independientes que no tengan las marcas masivas?
-Uffff, todo un universo. El diseño independiente no se rige por las tendencias, es más creativo, más auténtico, además es 100% mano de obra nacional. En algunos casos los textiles pueden llegar a venir de afuera, en otros hasta el hilado es nacional. Son más sustentables porque hay una trazabilidad genuina y no se produce masivamente.
-Cuando comenzaste, no era muy usual tener tienda online. ¿Cómo fue creciendo Colección Zero?
-Todavía en 2015 no, al menos en Argentina, ya un tiempo después muchos comenzaron a tener su tienda online. El sentido que tiene hoy es la curaduría, el sentido de comunidad, porque hay quienes conocen y consumen diseño y quienes no, para ellos llegar a una plataforma donde descubren todo este nuevo talento, es que se les abra un mundo nuevo.
-¿Cómo elegís qué diseñadores forman parte de la plataforma?
-Generalmente es una elección primero estética, luego tiene que haber un factor clave que es la calidad y los tiempos de entrega, así como el compromiso con el cliente. Pero el primer filtro es la propuesta de diseño. La mayoría son independientes, pero no novatos. Todos tienen su trayectoria y reconocimiento, ya sea porque han presentado colección en pasarelas locales o internacionales, entre otras cosas. Lo cual no quiere decir que sean conocidos a nivel masivo. Son reconocidos en la industria.
-¿Cómo fueron las ventas durante la cuarentena?
-La verdad es que estuvo bastante parado hasta que se liberó el permiso de la venta online. Es un periodo de mucha incertidumbre. Tratamos de mantenernos muy conectados con nuestra comunidad desde otro lado, hablando mucho con cada diseñador y tratando de entender cada situación particular. Y conectándonos con nuestra comunidad no desde el lado de la venta sino desde lo creativo. Sugiriendo recursos, películas, talleres, compartiendo entrevistas con los diseñadores, o simplemente con imágenes inspiradoras.
-¿Crees que los consumidores tienen las mismas necesidades o intereses que antes de la pandemia?
-¡Creo y espero que no! No puedo hacer una lectura general, sé lo que me pasa a mí y a mi entorno y en todo este tiempo aprendimos. Esa palabra es clave, aprendimos experiencia de vida, aprendimos porque leímos, porque empatizamos, porque tomamos conciencia de un montón de cosas. Espero que después de todo esto el consumo sea más responsable, tanto con el medio ambiente como con las comunidades que producen, porque la producción sostenible tiene que ser consistente en toda la cadena. Y eso es una demanda pendiente de los consumidores hacia las marcas que consumen.
-¿Cómo hacen en la plataforma para que la experiencia de compra sea similar a una presencial o qué valor le agregan?
-Pienso que no es copiando la experiencia sino generando otras, que sean aptas, nativas digitales. Tratamos de ser lo más cercanos posibles en el trato, ahora más que nunca informando sobre lo que va pasando y cómo nos posicionamos en cada momento. Luego, algo que hicimos desde el principio es admitir cambios y devoluciones para que comprar online no sea una experiencia terrorífica, si algo no te va, no te gustó, lo devolvés. La idea es que te pruebes en tu casa lo más cómodo posible, en tu espejo, en tu lugar, esa experiencia también es irreemplazable, no es lo que un probador de un shopping te devuelve, sino que estás en el contexto de tu espacio personal. Las únicas piezas que no tiene devolución son las que se hacen a pedido porque se hacen especialmente para ese cliente.
-¿Qué le recomendarías a los diseñadores argentinos en esta situación?
-Es un momento único para el diseño porque justamente esto va a acelerar el cambio de mentalidad en el consumidor. Hoy es un momento muy difícil para muchos, pero también el hecho de trabajar en pequeña escala hace que los riesgos no sean tan grandes y seguramente surjan fortalecidos de esta situación. Es clave que sigan siendo genuinos.
-¿Crees que hay una oportunidad en esta crisis?
-Definitivamente, creo que hasta ahora no se valoraba todo lo que el diseño local tiene para ofrecer, que no es sólo el diseño en sí, sino todo el trabajo que hay detrás, la mano de obra local, etc. Lo que sucede es que consumir diseño exige un poco más desde el consumidor, requiere que entienda la pieza o colección, que se arriesgue a vestir una prenda de una marca que no es reconocible por sus pares quizás, hay que buscarla y encontrarla… es un poco más laborioso, pero vamos!!! ¡Hay un talento enorme! Hasta ahora era más fácil entrar en la caja boba del shopping y salir con algo en 5 minutos, hecho por no sabemos quién, ni en qué condiciones… por eso creo que es una oportunidad de que la sociedad despierte en ese sentido.