Fuente: Ámbito ~ Fue el rubro del Indec de mayor suba: más de 10 puntos sobre el nivel general. Rechazan argumentos del sector.
El Ministerio de Desarrollo Productivo convocó a más de 30 empresarios textiles para una reunión hoy, debido a las fuertes subas en los precios de la indumentaria, el rubro que más creció del Indec. La convocatoria se aceleró luego del cuestionamiento del ministro de Economía, Martín Guzmán, a su par de producción, Matías Kulfas, y al secretario de Industria, Ariel Schale. En Economía consideran que además de los aumentos de costos por commodities, fletes y cuello de botella, el sector está “recomponiendo rentabilidad” en un contexto de “mayor protección”.
La reunión se desarrollará hoy a las 9 de la mañana en el Ministerio de Desarrollo Productivo. Participarán más de 30 empresarios de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), que nuclea a los dueños de las principales marcas del país. El motivo tiene que ver con los precios: el rubro prendas de vestir y calzado trepó 57,1% en el acumulado de los primeros 11 meses del año, contra una inflación del 45,4% en el mismo período, según el Indec. Estarán presente Ariel Schale y Matías Kulfas por el lado del Ministerio.
Empresarios del sector privado consultados por Ámbito rechazan que el Estado pueda interceder en precios a través de medidas como el congelamiento, como se realizó con los alimentos. Consideran que por el contrario se trata de un sector “muy atomizado”, con más de 10 mil establecimientos entre la industria textil y la confección. “Es imposible”, anticipan.
Recuerdan medidas como “Ropa para Todos” o el programa de congelamiento de precios de indumentaria que se aplicó en supermercados durante la época del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “No anduvo bien”, consideró una fuente. El problema de aplicar estos congelamientos en el precio de venta final pasa por los insumos, explican, dado que “no se controla la cadena de valor hacia atrás”. En ese caso, pedirán que se observe lo que ocurre en los precios de las hilanderías, un sector “concentrado”, aseguró otra fuente. Los empresarios dueños de marcas asegurarán que no abarcan ni un tercio del mercado de consumo.
Desde hace semanas que Desarrollo Productivo buscaba concretar una reunión con el sector textil ante la evolución de los precios. La ex secretaria de Comercio Interior, Paula Español, ya había mantenido reuniones y hasta incluso había determinado quitarle el Ahora 12 a la indumentaria como represalia. Pero el encuentro de Guzmán con Kulfas y Schale de este lunes desencadenó la convocatoria exprés.
En el Ministerio de Economía realizaron una investigación sobre la evolución de los precios del 2016 hacia acá. Observaron que entre diciembre de 2016 y abril de 2020, la caída en la producción, con los aumentos de los mayoristas, se dio a la par de un retroceso en los precios minoristas, por lo que hubo una “absorción de costos” por parte de los comercios finales. En tanto, desde mayo de 2020 observaron una recuperación de la producción, con un incremento de precios de los minoristas, mayor a lo que subieron los mayoristas, con una “recomposición de rentabilidad”.
En la cartera que encabeza Guzmán coinciden con la fundación ProTejer, que agrupa a empresarios textiles, que parte de los aumentos se explican por las subas de materias primas, como el algodón, el aumento de los fletes, los cuellos de botella en la producción y la formalización de las ventas por la digitalización. Aunque aseguran que muchos de estas subas también se vivieron en otras industrias, y rechazan absolutamente los cuestionamientos que le hizo el sector a las mediciones del Indec.
El análisis que hacen es que en el último año el sector recuperó los valores de producción de la prepandemia, aunque todavía no llega a los niveles de empleo y ventas de 2019. En Economía aseguran qué hay que analizar cómo se utilizan las licencias no automáticas para importación, en un sector con saldo comercial deficitario. De todos modos, opinan que se trata de un sector que necesita protección, porque las consecuencias de una apertura de importaciones no derivan en bajas de precios, e incrementan el desempleo en un sector empleo intensivo.