Fuente: El Cronista ~ La pandemia no detiene los planes de Carestino. La marca argentina de accesorios para bebés y niños, con seis años en el mercado local, abrirá en las próximas semanas un local a la calle en Perú, con una inversión de u$s 500.000.
En el país andino, la compañía ofrecerá sus colecciones mediante la venta virtual y presencial, con una sucursal en el barrio de San Isidro en Lima. En una primera instancia, habilitará una preventa de sus productos más demandados y en los próximos meses ya estará disponible su línea completa en su tienda online.
“Perú fue elegido porque es uno de los países más estables de América latina, con mayor crecimiento y proyección”, comenta Alejandro López, gerente Comercial de Carestino. Al igual que en la Argentina, la marca ofrecerá en Lima promociones financieras con tarjetas de crédito y envíos gratuitos a quienes compren por Internet.
La firma encara su expansión regional desde agosto del año pasado, cuando desembarcó con una inversión de u$s 1 millón en Montevideo, Uruguay, el primer país en el que tuvo presencia por fuera de la Argentina. Allí aplicó el mismo modelo de negocios que pone en marcha ahora en Lima.
El proyecto de expansión pretende finalizar 2022 con operaciones en todos los países de la región. Próximamente, Carestino espera llegar a Colombia, Costa Rica y Ecuador, con niveles de inversión similares en cada uno de estos países, que podrán variar acorde al desembolso destinado a las campañas publicitarias.
Pero su crecimiento no se limita al extranjero. A nivel local, continúa ampliando su presencia con la inauguración de más puntos de venta. En 2019, abrió 20 puntos de venta y ya posee 35 en el territorio nacional, entre 12 locales propios y 23 tiendas de revendedores. «La proyección es tener en el mediano plazo una cobertura federal con 60 locales«, anticipa el ejecutivo.
El contexto no afectó sus ventas: en la cuarentena, subieron un 20% interanual en unidades. Desde 2014, la marca logró un crecimiento sostenido. «Pese a la devaluación, la pérdida de poder adquisitivo y la retracción del consumo, multiplicamos por 100 las ventas en seis años. Pasamos de vender 1345 unidades a 169.747«, señala el gerente Comercial.
Según el ejecutivo, el diferencial de la marca no radica únicamente en una amplia oferta de artículos con diseño, calidad y precios accesibles, sino también en un sistema de atención y asesoramiento previo y posterior a la compra.
«Nuestro público es, en su mayoría, C2 y C3. Busca el respaldo de una empresa que brinde un servicio completo de asesoramiento. Está conformado por hombres y mujeres de entre 23 y 45 años que proyectan o tienen una familia y valoran la calidad, la funcionalidad y la durabilidad de los productos que consumen», destaca López.
El emprendimiento nació en un showroom de Balbanera con un único modelo de cuna plegable para bebés disponible en solo dos colores, que se denominó «Sueños Felices». La primera tanda se vendió antes de lo esperado y derivó en el surgimiento de Carestino.
Hoy, ya cuenta con 12 líneas de productos que abarcan una oferta total de 450 opciones, entre las que se destacan practicunas, cochecitos, sillitas de comer, gimnasios didácticos, butacas, mecedoras, caminadores, peluches, carpas de lectura y jumpers saltarín.