Fuente: TN – Agustina y Germán eran pareja, pero luego se separaron y transformaron su relación en una sociedad que enfoca su negocio a un mercado inclusivo. “Esperamos facturar $400 millones en 2024″, dijeron a TN.
Agustina Nogueira Verón creció bajo la influencia de un mandato social en el que solo se contemplaba que iba tener un futuro próspero si estudiaba una carrera en la universidad. Ella, que recién terminaba la secundaria, tenía más dudas que certezas. Sin embargo, había un fuego interno que la movilizaba.
Incómoda en los ambientes académicos tradicionales, sintió que no encajaba en ningún sitio: primero en Economía, luego en Nutrición y más tarde en Instrumentación Quirúrgica. Agustina debió dejar tres carreras para encontrar su verdadera vocación en el arte de crear indumentaria.
“Mi tía me prestó una máquina de coser y con $1000 fui a Once, compré un metro y medio de tela y me puse a coser lencería, porque pensé que iba a ser más complejo hacerlo con otra ropa”, explicó a TN.
Su crecimiento fue orgánico: creó la marca Archetype, dedicada fundamentalmente a la lencería inclusiva, junto a Germán Cugli, que pasó de ser su novio a un socio estratégico de una marca que en 2023 facturó $150 millones.
“Esperamos facturar $400 millones en 2024, ya que estamos trabajando un plan de desarrollo del interior y un plan de internacionalización para abordar otros mercados”, detalló Germán a TN.
“Nuestro concepto de marca está muy alineado a nuestro propósito de cambiar la industria de la moda para crear un futuro más inclusivo y diverso. Actualmente, radica en la expresión sin límites, con una búsqueda 100% enfocada en transmitir un mensaje positivo para que las personas puedan expresarse libremente”, destacó Agustina.
Fue la joven quien durante una fiesta de Año Nuevo le comentó a Germán la necesidad de crear una marca para visibilizar a las personas tatuadas. “Me dijo que confiaba en mi potencial, era la primera vez que me pasaba eso”, recordó.
Luego, tras subir los primeros productos a Instagram, recibió consultas acerca de si estos mismos conjuntos podían confeccionarlos en talles más grandes. “Ahora está todo industrializado y los productos se hacen en todos los talles. Es más, los que menos vendemos son los talles chicos. Nuestro público se formó para otro lado”, remarcó Agustina.
Aunque ya no están juntos como pareja, ambos son parte de una estructura en la que los roles están claros: Agustina es la directora creativa y Germán el manager. “Desarrollo la estrategia de la empresa a nivel comercial, marketing y finanzas. Agus aborda todas las tareas relacionadas a la marca, la comunicación y el desarrollo del producto”, explicó él.
Germán continuó: “Tenemos y encontramos una fórmula tan sencilla como exitosa: que todo nuestro equipo piensa 100% en cómo mejorar la vida de las personas”.
El objetivo detrás de la confección de lencería inclusiva
“Para mí lo más sexy era lo que la sociedad considera marginado”, expresó Agustina en relación al objetivo que ambos encararon desde el comienzo. Germán, desde su lugar, aportó que el éxito está relacionado directamente a que “todo el equipo está pensando siempre en las personas y eso hace que nos vaya bien”.
La línea produce entre 2500 y 3200 prendas mensuales: “Esto nació a partir de la escucha activa y el registro empático de las necesidades de las demás personas”, indicó Agustina.
Luego agregó: “Uno puede interesarse en cambiar problemáticas que no son propias a partir de escuchar las vivencias de otras personas. Ese fue nuestro caso, queremos construir una industria que genere cosas positivas en las personas, algo que es lo opuesto a lo que pasaba antes”.
Germán manifestó: “Desde la comunicación, que lo trabaja Agus, su liderazgo está pensado 100% para que las personas se sientan representadas en espacios seguros”.
“Nuestras habilidades se complementan perfectamente, lo que nos permitió establecer roles y funciones bien definidos para generar las bases de nuestra sociedad, basada en la confianza, el respeto y la complementariedad de nuestras habilidades y visiones”, completó.