Fuente: Cronista ~ El comercio electrónico consolida su avance en la Argentina, en medio de la crisis. Fue uno de los pocos sectores que creció en el primer semestre, con la incorporación de compradores de bajo poder adquisitivo y la expansión de los nuevos métodos de pago, entre otros factores que impulsan el boom.
Facturó $ 631.788 millones, un 101% más que en los primeros seis meses de 2020, una suba que superó ampliamente a la inflación, del 25,3% en ese período, según el Indec.
Los datos se desprenden del estudio Mid Term 2021, elaborado por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) junto a la consultora Kantar Insights en julio. Participaron 260 empresas socias de la cámara, que representan a los principales sectores de la actividad económica, y 1000 usuarios, con el objetivo de analizar el comportamiento de vendedores y consumidores en las compras online.
La tendencia, que ya venía en auge en los últimos años y se aceleró con la cuarentena, se acentúa de cara a la pospandemia. Por donde se analice la situación, el balance es positivo.PUBLICIDAD
Las órdenes de compra aumentaron un 47% respecto de enero-junio del año pasado y alcanzaron un crecimiento récord. «Cada año se supera la cantidad de transacciones. En esta ocasión, se produjo el mayor salto. Pasamos de 25 millones en el primer semestre de 2020 a 80 millones en lo que va de 2021. El alza se sostiene: en los años anteriores, el incremento interanual fue del 21% y del 30%», señaló durante la presentación del reporte Gustavo Sambucetti, director institucional de la CACE.
Asimismo, se vendieron 120,9 millones de unidades, un 31% más que en la primera mitad de 2020. El tícket promedio fue de $ 5222 y creció un 53%, casi tres puntos por encima de la inflación interanual de los primeros seis meses (50,2%, de acuerdo a los datos oficiales).
En términos de unidades vendidas, la categoría de alimentos y bebidas se mantiene al podio. Le siguen indumentaria no deportiva, que pasó del cuarto al segundo lugar; hogar, muebles & jardín; artículos de limpieza y accesorios para autos y motos.
En línea con la consolidación del rubro alimentos y bebidas, el 35% manifiesta comprar más de la mitad de los productos de consumo masivo de manera online, mientras que antes de la pandemia solo lo hacía el 15%.
Si, en cambio, el análisis se realiza por volumen de facturación, la categoría hogar, muebles & jardín se ubica primera. Desplazó a turismo, que decayó con el Covid-19. Completan el top-5 electrodomésticos de línea blanca, celulares, equipos de computación y electrónica, y dispositivos de audio, video & TV.
Se calcula que el e-commerce ya representa más del 10% del total de las ventas al consumidor final. En algunos casos, aseguran que supera el 40%.
«Hay un cambio comparado a 2020, cuando las compras online se hacían, principalmente, para adquirir insumos básicos para subsistir. Ahora, hay interés en servicios relacionados con el ocio y el entretenimiento, además de los productos de consumo recurrentes, lo que nos permite proyectar un crecimiento de estas categorías a mediano plazo«, sostuvo el director institucional de la cámara.
El e-commerce llegó para quedarse. La CACE calcula que ya representa más del 10% del total de las ventas al consumidor final. En algunos casos, aseguran que supera el 40%. «La frecuencia de compra se mantiene por encima de los niveles de 2019«, destacó el ejecutivo.
La causas del crecimiento
Varios factores explican el fenómeno. Por un lado, la mayor cantidad de usuarios.Según el relevamiento, el 16% de los argentinos compraron online por primera vez desde la irrupción del coronavirus, principalmente personas del rango etario joven (el 51% tiene entre 18 y 34 años) y de niveles socioeconómicos bajos(el 65% integran el segmento D).
La expansión de las nuevas soluciones de pago influye en la incorporación de consumidores de la base de la pirámide. Aunque las tarjetas de crédito siguen siendo el principal medio de pago elegido (76%), las plataformas alternativas continúan en auge: el 64% de las compras ya se abonan a través de esta modalidad versus el 59% que significaban a mitad de 2020.
Además, las billeteras electrónicas (5%) experimentan un leve crecimiento, mientras que el pago en efectivo contra entrega o a través de ventanillas de cobro se mantiene estable (10%). «La menor bancarización limitaba el acceso al e-commerce. La expansión de los medios de pagos digitales durante la emergencia sanitaria tuvo un derrame», explicó Sambucetti.
A su vez, la mayor penetración de dispositivos móviles contribuye. El formato mobile continúa siendo el favorito: representa el 74% de las búsquedas, mientras que las compras efectuadas significan el 54%. En el caso de grandes players, con desarollos mobile optimizados, el porcentaje de transacciones concretadas llega al 77%.
La multiplicidad de canales también es un punto a tener en cuenta. A los tradicionales marketplaces, se agregan nuevas modalidades de venta, como tiendas en las redes sociales, plataformas de última milla y servicios business to business (B2B).
Otra razón es la búsqueda de precios convenientes y financiación. El 50% probó diferentes marcas y continuará comprándolas, mientras que el 48% descubrió nuevas tiendas online que seguirá eligiendo. Del lado de la oferta, el 83% de las empresas brinda la posibilidad de pagar en hasta 12 cuotas.
Por otra parte, la mejora en la logística hace que cada vez más usuarios prefieran la entrega a domicilio, pese a la reapertura de los locales, con la flexibilización de las restricciones. El 64% elige el envío de los productos a su casa los productos comparado al 60% registrado a mitad de 2020.
«Pese al retorno gradual del mundo físico, muchos continúan estudiando y trabajando desde la casa, por lo que les resulta más práctico recibir las compras a domicilio. A ello, se suma el desarrollo de la capacidad logística tanto de parte de las empresas como de los operadores», comentó al respecto el ejecutivo de la CACE.
Para la CACE, la escasez de capital humano es un limitante. «La principal preocupación de las empresas es encontrar talento calificado, no solo del ámbito tecnológico. Trabajamos fuertemente en capacitaciones que ayuden a generar empleo, no solo para la industria, sino al país. No obstante, estos datos hablan de una madurez que alcanzó el e-commerce, que acompaña las necesidades de consumo, con fuertes cambios de hábitos», concluyó Sambucetti.