La moda del jean que evoluciona por la pandemia

Fuente: Marie Claire ~ Los baggy jeans, balloon, mom, slouchy, y todos los estilos que se denominan con anglicismos, llegaron tan rápido a transformar la moda, que no han dejado tiempo todavía para darles un nombre en español. Todos estos diseños han llegado para quedarse.

Balloon jeans

La moda y la forma de llevar los jeans, es cíclica. El regreso del estilo de los años 90, los cuadros de la época de Coco Chanel, o los icónicos looks boho de La década del 70, regresan una y otra vez.

¿Cómo gastar los jeans?

También te puede interesar

El uso del denim en la moda tiene un origen debatido entre americanos, franceses e italianos, se creó a mediados de 1800 y doscientos años después sigue siendo una prenda infaltable en cualquier ropero.

JEANS BOTA ANCHA

Los estilos y diseños de los jeans cambian con el tiempo, desde los primeros que cumplían una función laboral, hasta los estilos rotos y miles de transformaciones que diseñadores de todo el mundo le han dado al denim.

¿Cómo influyó la pandemia?

El coronavirus transformó la manera de trabajar, estudiar e inclusive de vestir. Expertos en moda de la revista del New York Times, inclusive afirman que el COVID mató a los skinny jeans. La búsqueda de prendas cómodas, pero a la vez casuales llevó al jean a nuevo ciclo.

Una pyme fabricó la primera máquina nacional de barbijos a alta velocidad

Fuente: El Economista ~ El Ministerio de Desarrollo Productivo financió el diseño y la fabricación de la primera máquina nacional de alta velocidad para la confección de barbijos tricapa. Esto sucedió en el marco del Programa de Apoyo al Sistema Productivo Nacional, a través del cual el ministerio le otorgó al Grupo-Tek un Aporte No Reembolsable (ANR) de más de $9 millones.

El secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores, Guillermo Merediz, visitó junto al presidente de la Fundación Saber Cómo del INTI, Lorenzo Beccaria, la fábrica situada en Vicente López.

“La asistencia permanente a las pequeñas y medianas empresas en todo el país es un objetivo de este gobierno y este es un gran ejemplo de la implementación de tecnología para mejorar su producción y del avance y la recuperación que está teniendo la industria nacional”, señaló el secretario Merediz, y resaltó las capacidades de diseño, desarrollo e innovación de las pymes “que incluso en una situación tan compleja como la pandemia logran fabricar maquinaria de alta tecnología para abordar las necesidades sanitarias de nuestro país”.

El Grupo-Tek, fundado por Mariano Jimena y el ingeniero Javier Cardini, recibió la asistencia de los ANR del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP) y su logro contó con la participación de unas 30 pymes y emprendedores argentinos.

Jimena adelantó que esta primera máquina abastecerá la demanda de regiones donde aún no hay producción de barbijos. “El resultado de esto es que al principio de la pandemia nuestro país no contaba con este tipo de máquinas y ahora, no solo tenemos la primera, sino que estamos listos para fabricar más”, concluyó

El Programa de Apoyo al Sistema Productivo Nacional se propuso destinar $2.300 millones para asistir a mipymes, cooperativas, empresas e instituciones de investigación y desarrollo que contribuyan a la emergencia sanitaria a partir de líneas de créditos directos a tasa fija del 12% y aportes no reembolsables.

La pandemia puso en jaque el financiamiento productivo

Otro de los programas del Ministerio de Desarrollo Productivo se dio a conocer la semana pasada cuando se lanzó una nueva convocatoria del Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC), que destinará ANR de hasta $1.500.000 para 7.000 proyectos de desarrollo empresarial que mejoren las ventajas competitivas de las MiPyMEs.

Sin embargo, varios especialistas coinciden en que los diferentes créditos que puso a disposición el Gobierno son de supervivencia y no están pensados para un financiamiento a largo plazo, sino para paliar la crisis provocada por la pandemia de Covid-19. Muchas empresas todavía necesitan líneas de crédito para afrontar el día a día.

En una encuesta realizada por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), realizada a 777 empresas de diversas actividades, regiones y tamaño, se determinó que el 43% del total de empresas tuvo mayor demanda de crédito, pero solo el 38% del total pudo acceder al monto necesitado. Es decir que todavía sigue habiendo dificultades para conseguir préstamos para financiar inversiones y aumentar la capacidad productiva.

Monna Lisa 8000, para que tus impresiones sean una pinturita

Fuente: InfoNegocios ~ Se trata del nuevo modelo de la familia de productos para la impresión digital textil, con más resolución y menos paradas, mirá.

Epson anunció la nueva ML-8000, un modelo de entrada de gama de la serie Monna Lisa que combina rendimiento y uso para responder a las necesidades del sector textil digital en cuanto a flexibilidad y sostenibilidad.

Entre las novedades, se destacan 8 cabezales con la tecnología PrecisionCore que alcanzan una velocidad de impresión de 155 m2 por hora (600×600 ppp – 2 pasadas). El equipo de 180 cm de ancho, tiene una resolución de hasta 1200 ppp.

Pero las sorpresas no terminan ahí:

  • Microwave y tabla de búsqueda (LUT), que reducen el efecto banding y el grano;  
  • Multi-Layer Halftone (MLHT), que renderiza los patrones de puntos halftone en cada capa y reduce los degradados en la imagen causados por puntos desalineados
  • Dynamic Alignment Stabilizer (DAS, estabilizador de alineado dinámico): garantiza una mayor estabilidad en la calidad de impresión, al controlar las ondas en cada chip del cabezal de impresión para una mayor precisión en el posicionamiento de puntos y mayor uniformidad en la densidad de cada pasada
  • Control de la posición de la cinta (Accurate Belt Position Control, ABPC): detección automática de la distancia de alimentación de la cinta que garantiza un avance preciso de las telas.

A toda máquina, sin mucho freno

Gracias a que cuenta con mecanismos de limpieza avanzados y funciones de ajuste automático, la ML-8000 puede funcionar de manera estable y sin tantas paradas “a los pits”, con un sistema de expulsión de polvo que elimina las pelusas de la superficie de las telas antes de que éstas lleguen al área de impresión y un sistema de extracción de vapor de tinta que previene que éste se adhiera a la superficie de los inyectores. 

Por otro lado, con la función de calibración automática mediante cámara RGB, el operario puede llevar a cabo la sustitución de cabezal de manera rápida y sencilla, facilitando el trabajo diario.

¿El manejo? Sencillo, todo está concentrado en un panel táctil de 9” que muestra el estado de la impresora en tiempo real, las instrucciones de uso y los procedimientos habituales de mantenimiento. Los cartuchos de tinta duales de alta capacidad (de 3 a 10 litros) y la posibilidad de la sustitución durante el funcionamiento, permiten una producción ininterrumpida.

“La ML-8000 es una impresora digital textil de nueva generación con una alta calidad de impresión, productividad y estabilidad de uso. Tiene mínimas paradas de producción y ofrece un uso sencillo por un precio económico, lo que la convierte en la impresora ideal para empresas que busquen comenzar su camino en la impresión digital”, afirma Rossana Gil, Channel Manager VAR – Industrial Line de Epson.

Desde 1930: la mercería familiar de Once que sumó protagonismo en cuarentena

Fuente: La Nación ~ Puntillas, yute, galones bordados, cintas de color rojo y verde, botones, cordones y variedad de lentejuelas decoran la enorme vidriera de un histórico local sobre la calle Larrea en pleno barrio de Once. En la mercería familiar Chopourian desde hace semanas se vive el espíritu navideño: muchos clientes se acercaron en busca de productos para diseñar y adornar su hogar y otros optaron por realizar el pedido online. «Aunque pasen los años, la mercería siempre sigue vigente, está relacionada con momentos de la vida cotidiana, la confección, la moda y las manualidades. En estos días de cuarentena, las labores artesanales, el tejido, el crochet, el bordado han cobrado protagonismo», confiesa Jorge Chopourian (85), quien está detrás de una de las mercerías mayoristas más clásicas de la ciudad.

La historia que comenzó en Esmirna, Turquía

Desde hace más de 80 años la familia Chopourian se dedica a este rubro. Y para comenzar a delinear su historia hay que trasladarse a la ciudad de Esmirna, donde en 1900 nació Krikor Chopourian, el padre de Jorge, en el seno de una familia armenia cristiana. Tras las históricas persecuciones en manos de los turcos al pueblo armenio, su familia decidió emigrar a Argentina en busca de paz y oportunidades laborales. Krikor, quien en aquel entonces tenía 26 años, partió en el buque Desna procedente de Cherburgo, Francia, junto su madre y hermanos. A los meses llegaron al puerto de Buenos Aires y se instalaron en el barrio de Barracas donde comenzó a buscar empleo. El joven conocía el oficio de comerciante ya que su padre, que vendía alfombras en su ciudad natal, le había enseñado la importancia del trato con los clientes.

Primero arrancó a ofrecer productos de mercería como vendedor ambulante y años más tarde como ayudante en una tienda. «Sin conocer el idioma, hacía grandes esfuerzos para ganarse la vida para su sustento y el de su familia. Se integró a la comunidad armenia y logró adaptarse a las costumbres argentinas», cuenta Jorge, su hijo. Cuando fue ganando experiencia en el rubro, en compañía de su hermano Aram se le ocurrió montar una mercería a la que llamaron «Chopourian Hermanos», sobre la calle Montes de Oca en Barracas. El sueño del negocio propio llegó en 1930. «Papá eligió este tradicional barrio de Buenos Aires por la cercanía de los mayoristas ubicados en la calle 25 de Mayo. En aquella época no existían mercerías propiamente dichas y en la medida que aumentaban las ventas, iban comprando más productos, principalmente accesorios para la indumentaria femenina», rememora

Un lugar en el mundo

Con el boca a boca el negocio no paraba de crecer. Es que ofrecían una amplia variedad de productos a precios convenientes. En 1940 los hermanos decidieron tomar caminos diferentes y años más tarde, lamentablemente, Aram murió muy joven. Krikor continúo en el rubro, pero cambió de barrio: la nueva ubicación fue Larrea 533, la tradicional calle de las mercerías en Once. «Los productos más vendidos variaban de acuerdo con la moda y a la estacionalidad: lana en los meses de invierno, pitucones y cordones en el comienzo de clases, cinta argentina en las fechas patrias y en los mundiales, complementos para los disfraces de carnaval, cintas navideñas en las Fiestas. Hubo una época dorada donde la gente hacía cola hasta la esquina para comprar, la demanda era muy grande. Eso no se ha vuelto a ver, era otra Argentina», afirma Jorge, quien desde pequeño aprendió los secretos de este maravilloso oficio. En 1954, mientras estudiaba Ciencias Económicas, comenzó a trabajar al lado su padre y poco a poco fue asumiendo mayores responsabilidades en el negocio. Así fue como en 1979 inauguró su propia mercería «Chopourian» en Larrea 537 (donde se encuentra actualmente) junto un socio y amigo Antonio Guledjian.

Con sus 85 años muy bien llevados, previo a la pandemia, lo podías encontrar todas las mañanas detrás del mostrador y supervisando cada detalle en su amplio local. Le apasionaba estar en contacto permanente con sus clientes, pero desde marzo que no pudo regresar a su lugar en el mundo. Hoy, tanto sus hijos como nietos participan en el emprendimiento y cada uno aporta su visión para adaptarlo a los nuevos tiempos que corren: como la compra online y atención personalizada a través de whatsapp. «También promocionamos nuestros productos en redes sociales de una manera creativa, siempre pensando que es como si fuera nuestra vidriera de Once, pero para todo el país y así llegar a más gente. Todos los días recibimos consultas de diferentes partes del país, sobre todo mercerías minoristas y emprendedores. Hay muchos clientes antiguos que perdieron nuestro contacto y nos reencontraron por las redes y están muy contentos y agradecidos. Ya hace varios meses que nos hacen pedidos con bastante frecuencia.», cuenta Chopourian sobre los cambios que atravesaron en plena pandemia.

Pasaron noventa años desde que los hermanos Krikor y Aram, se animaron a probar suerte con su pequeña mercería. Hoy las nuevas generaciones continúan con sus mismos valores. «El talento, la voluntad, el esfuerzo, y la capacidad de trabajo son su gran legado. Su grato recuerdo nos acompaña, lo recordamos caminando con los brazos cruzados por detrás de la espalda, silbando, cantando y siempre dispuesto a tenderle una mano a un amigo», concluye, su hijo orgulloso.

Los estantes de la mercería están repletos de hilos, elásticos, cordón cola de rata, cierres y lanas. Todo está dividido prolijamente por color. Por supuesto, no faltan las cintas navideñas, que esta noche acompañarán a muchas familias en la decoración de sus mesas, bolsas de regalos y hasta transformadas en increíbles moños en el arbolito.

Accenture anticipa la tecnología que abrirá una nueva etapa

Fuente: Iprofesional ~ Muchas marcas ya están innovando con estas tecnologías, desde aerolíneas, hoteles y empresas de indumentaria deportiva hasta la industria automotriz

El comercio digital aún no ha reproducido un aspecto clave de la experiencia en la tienda física: los consumidores pueden tocar y probar los productos antes de comprarlos.

Estas interacciones ayudan a las personas a determinar la calidad, las dimensiones y el ajuste para saber si un producto cumple sus necesidades y expectativas. Esa experiencia provee el control, la transparencia y la tangibilidad que construye la confianza en la compra. Después de todo, la experiencia importa.

Las principales marcas de consumo ya entienden esto: según un estudio realizado por Accenture, el 64% de las compañías consultadas empezó a invertir en experiencias de inmersión para comercio electrónico.

Ezequiel Arslanián, director ejecutivo de Accenture Interactive en la Argentina, explica en la siguiente entrevista de iProfesional, cómo las tecnologías inmersivas transformarán al comercio electrónico.

-¿Los consumidores argentinos están abiertos a estas experiencias inmersivas al momento de comprar a través de Internet?

-Es una realidad que, desde el comienzo de la pandemia, los consumidores están mucho más abiertos a realizar compras online. Sin embargo, a pesar de la conveniencia de las compras digitales, siguen existiendo factores que generan dudas al momento de la compra: cómo será la calidad del producto, cómo se verá en la casa, o cómo se me verá puesto.

Ese vínculo generado en la tienda física se pierde (o se perdía) en la compra online. Aquí entran las tecnologías inmersivas a jugar un papel importante: ayudan a las compañías a cerrar esa brecha con el consumidor online.

¿Por qué pueden cerrar la brecha? Porque generan confianza. Para ganar en el comercio digital se necesita un producto y un servicio inmersivo que a través de una buena experiencia genere confianza en la compra: la confianza del consumidor salta un 4% a nivel mundial cuando se utilizan tecnologías de inmersión en la compra online, en comparación con quienes no lo hacen.

Y parece algo lejano, pero en realidad ya es parte de nuestra vida cotidiana. Muchas personas interactúan con esta tecnología a través del uso de filtros en las redes sociales, manipulando un bolso 3D de un diseñador o viendo un video de una casa en formato 360º. La gente se está dando cuenta de sus beneficios y por eso esperan que estas experiencias también se repliquen en otros ámbitos, como el del comercio digital.

En promedio, dos tercios de los consumidores piensan que las tecnologías de inmersión serán importantes para la comercialización y la venta de productos electrónicos en los próximos cinco años. Y de todos los medios que influyen en la compra, la inmersión es el único que los consumidores ven crecer en el futuro.

Barreras para la innovación en el comercio electrónico

-¿Cuáles son los principales obstáculos que tienen las tecnologías inmersivas para crecer en el comercio electrónico en la Argentina?

Si bien muchas de estas tecnologías ya están en el país y pueden utilizarse, para que realmente sea algo estructural y parte del servicio de una oferta, primero debemos terminar de reestructurar los servicios actuales (experiencia) de las empresas, para después poder incluir este tipo de tecnologías inmersivas, que son un upgrade en la oferta.

-¿Cómo se encuentran las empresas argentinas, en comparación con el resto de América latina, en el camino de achicar la brecha perceptiva entre lo físico y lo digital?

-Gran parte de las empresas argentinas vienen haciendo mucho foco en el desarrollo de sus experiencias en canales digitales, lo que aún se presenta como un desafío es la integración de los mundos online y offline de manera de verlos como un todo y no como dos frentes por separado y esta visión es algo que afecta a la mayoría de las empresas de América latina, no sólo a Argentina.

¿Cuáles son las categorías de productos que se venden por canales digitales que se ven más afectados por esta brecha perceptiva?

-La categoría de bienes de lujo y la automotriz son unas de las más afectadas. La seguridad y confianza aún pesa mucho en estos rubros y la gente se sigue mostrando reacia a hacer compras a distancia en categorías en las cuales el producto a adquirir tiene un gran valor adquisitivo. Aún necesitamos “probar”, “sentir” y tener la certeza de que atrás de ese esfuerzo económico hay algo que realmente lo vale.

El rubro automotriz es un gran ejemplo de esta “validación sensorial” a través de la cual necesitamos tocar el auto, sentir la comodidad de los asientos, del andar, etc. Sin embargo ha habido grandes evoluciones en las experiencias ofrecidas por las automotrices a través de la utilización de tecnologías inmersivas como la realidad aumentada por nombrar una de ellas. En este rubro particular hay mucho camino y oportunidades por recorrer.

Tecnologías para tener en el radar

-¿Cuáles son las tecnologías inmersivas aplicadas a las experiencias de compra que más crecen en la Argentina?

-Las tecnologías más populares son tres:

  • AR móvil: Las experiencias están habilitadas para la cámara, y los consumidores pueden acceder a ellas desde iOS o teléfonos inteligentes Android. La visualización de productos, la navegación, los juegos y el entretenimiento son las aplicaciones más populares.
  • Web XR: La Web XR incluye experiencias de inmersión a través de la realidad virtual, mixta o aumentada. Los consumidores acceden a gráficos 3D de alta fidelidad y a vídeo de 360° desde sus navegadores de Internet.
  • Game engine software: Permiten a los consumidores personalizar, visualizar y explorar virtualmente productos 3D de alta fidelidad en tiempo real.

-¿Las empresas argentinas están abiertas a reimaginar el comercio en el contexto de la pandemia?

-Totalmente. La pandemia sacudió a todas las industrias dejando muchísimos aprendizajes y por supuesto forzó la necesidad de creatividad e innovación como hace mucho no ocurría con las marcas. Muchas compañías tuvieron que innovar de manera acelerada para poder mantenerse en pie y estar a la altura de las circunstancias.

Está claro que el comercio electrónico necesita resetearse, con mucho más foco en entender cuál será su diferencial en relación con el resto del ecosistema y a cómo generar valor a lo largo de cada punto de interacción con este nuevo usuario que quiere comprar online sin sacrificar la confianza en la compra.

-¿Qué productos pagarían extra los consumidores si pudieran personalizarlo o adaptarlo mediante tecnologías de inmersión?

-Las posibilidades son infinitas, es cuestión de innovar pensando en cómo generar las certezas que las personas necesitan para poder decidirse por el producto que estamos ofreciendo. Muchas marcas ya están innovando en este sentido, desde aerolíneas, hoteles, empresas de indumentaria deportiva, automotriz, etc. No hay límites.

Además está comprobado que casi la mitad de los consumidores pagarían extra por un producto si pudieran personalizarlo o adaptarlo mediante esta tecnología. Tres de cada cinco consumidores tienen una mayor inclinación hacia las marcas que les permiten utilizar estos recursos vs. las que no los ofrecen.

Estos hallazgos sugieren un efecto dominó de los posibles beneficios comerciales para las marcas. La oportunidad de incrementar los ingresos es clara. Además, cuando los consumidores pueden probar, tocar y comprar productos de manera online con confianza, están más satisfechos –y es más probable que se conviertan en clientes habituales y promotores de marca.

De lado de las compañías, tener más clientes satisfechos significa enfrentar menos devoluciones. Y menos devoluciones reducen los gastos de reposición, la tensión operativa y de recursos y los impactos ambientales.

Pigmentos: cómo exportar teniendo dificultades para importar materia prima

Fuente: La Nación ~ En la actualidad, la industria textil es la mayor consumidora de colorantes sintéticos a nivel global. Se han producido alrededor de 10.000 colorantes que se encuentran disponibles en el mercado actual, y con esto se estima una producción anual aproximada de 700.000 toneladas de éstos compuestos sintéticos. Existe una gran variedad de colorantes, que se clasifican de acuerdo a su estructura y a su método de aplicación en el proceso de elaboración de los productos textiles.

Uno de los partícipes de los envíos de este producto al mundo es Sanyo Color S.A, empresa ubicada en la zona de Florida, partido de Vicente Lopez en la Provincia de Buenos Aires, creada en 1973, «como una tradicional empresa pyme familiar, de capitales 100% nacionales», cuenta Carlos De Santo Presidente de la Empresa. «Nuestra actividad comenzó con el abastecimiento de colorantes y productos químicos para la industria textil, pero, con el correr de los años, fuimos desarrollando nuevas unidades de negocios que nos permitieron ampliar el destino de nuestros productos a otras industrias tales como plásticos, masterbatch, pinturas, agro, construcción, entre otras».

Además de la comercialización de productos, prestan servicios de asistencia en la elaboración de proyectos e instalaciones de plantas para tratamiento de efluentes líquidos industriales.

Iniciaron sus actividades con 3 personas, mientras que en la actualidad existe un plantel compuesto por un total de 85.

En sus comienzos, Sanyo operaba desde su planta ubicada en San Martín, pero dado

el crecimiento que tuvo en el mercado nacional e internacional, en 2009 inauguró su nueva planta, la misma les permitió incrementar su capacidad de producción y el desarrollo de las unidades de negocio. La planta actual cuenta con 12.000 m2 destinados a las tareas de producción, administración, logística y laboratorios. Sus procesos cuentan con la certificación de calidad según normas ISO 9001:2015, que es fundamental para el cumplimiento de objetivos relacionados con la internacionalización.

En 2002, con un mercado local deprimido debido a la crisis económica, y con un tipo de cambio favorable para las exportaciones, se comenzaron a generar negocios en el exterior.

«En los meses de abril y mayo nos encontramos con las mismas dificultades que la mayoría de los importadores y exportadores. Cargas retenidas en el puerto, atrasos en los arribos y en los embarques y cierre de fronteras» agrega. «Hacer una proyección en este contexto se vuelve un poco difícil, dado que las exportaciones dependen de varios factores que van mas allá de la oferta exportable que tengamos. Cuando competimos en el mercado local, las reglas son las mismas para todos. Pero cuando se sale a los mercados internacionales, se compite con exportadores de otros países que tienen políticas de promoción de sus exportaciones a largo plazo, con beneficios que se mantienen en el tiempo como políticas de Estado, que trascienden a los gobiernos», advierte.

Como ejemplo, dice que «mientras que nosotros pagamos derechos de exportación, en otros países con políticas estables de desarrollo de mercado reciben reintegros y beneficios fiscales que se traducen en una mayor competitividad del precio final del producto».

En lo que respecta a las regulaciones, los vaivenes de la normativa hacen que, al no tener reglas que se sostienen en el tiempo, se dificulte la proyección.

«Nuestras líneas de productos tienen un alto componente de materias primas importadas, por lo que los actuales regímenes cambiarios afectan de manera directa las previsiones que podamos hacer para los próximos meses.

Lo mismo nos está ocurriendo con las inversiones de bienes de capital importados, que nos permitirían mejorar nuestra competitividad y estar a la altura de nuestros colegas en el mundo.

Pero para poder importar maquinaria tenemos que considerar las limitaciones establecidas en la COM A 7030 y complementarias del Banco Central. Tenemos que utilizar los cupos

distribuyéndolos entre inversión y materia prima,» enfatiza.

Los principales destinos de sus de productos son Bolivia, Chile, España, Paraguay, Perú y Uruguay.

La empresa está trabajando en el desarrollo de nuevos mercados con líneas de pigmentos a base agua para industrias de la pintura y estampado textil; en Ecuador y Colombia con productos para la industria textil y en España para la línea de pigmentos que son utilizados para la fabricación de pinturas..

Moda antiviral. La vestimenta con telas funcionales se impone en la pandemia

Fuente: La Nación ~ Que la ropa además de vestirnos nos proteja y sea útil es la premisa. La ciencia y la tecnología enfocan sus desarrollos de materiales funcionales para una indumentaria cotidiana eficiente en tiempos de COVID

La nueva ola de telas funcionales se reactivó, al menos en la Argentina, con la reciente aparición de los barbijos nacionales fabricados con nanotecnología que inhiben la acción de bacterias y virus, en particular del COVID-19. A partir de un proyecto conjunto entre investigadores del CONICET y el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) en poco tiempo se logró producir y distribuir este producto y hoy es uno más que compite en el mercado.

Pero, debido a que la pandemia sigue su curso y aun está lejos de controlarse, diversos actores del sector de la moda -especialmente, algunos fabricantes globales- imaginan un mundo con indumentaria funcional (es decir, la que cumple objetivos como el de hacerle barrera a los virus), sobre todo para trabajadores esenciales pero también en ropa deportiva, telas para el hogar y ¿por qué no? jeans y accesorios.

Desde la mirada de la ingeniera Patricia Marino, directora de la carrera de posgrado Gestión de la Innovación en Empresas Textiles y de la Moda de la UTN, este es el comienzo de un nuevo proceso: «El COVID 19 aceleró de manera abrupta los procesos vinculados al rediseño del sistema de la moda, a la valorización de innovaciones por parte de los consumidores y a impulsar profundos cambios en el estilo de vida de la sociedad y sus prioridades». Y agrega: «La industria mundial de la moda en este contexto es una de las grandes perdedoras, según la consultora McKinsey en 2020 sufrirá una retracción del 30% con la desaparición de numerosas de las marcas que hoy conocemos, siendo los artículos de alto lujo los mas afectados».

Sin embargo esa caída que identifica Marino no es pareja para todos los sectores. De acuerdo al portal Fashionating World, un rubro en crecimiento es el de la indumentaria e implementos vinculados al deporte, las ventas de indumentaria deportiva, kits de gimnasia y calzado a nivel global crecieron sostenidamente para actividades desarrolladas en el hogar, se observa los consumidores valoran la importancia del ejercicio para aumentar la inmunidad contra el virus. «De tal manera se están abriendo nuevas categorías de productos para el fitness», define Marino.

En este contexto Santista, uno de los mayores fabricantes globales de ropa de trabajo y jeans, presentó hace unas semanas una nueva línea de tejidos con una exclusiva protección antiviral, incluso contra el COVID-19, para aplicar en la confección de prendas convencionales e indumentaria específica para segmentos como salud, industria alimenticia, frigoríficos e industria en general. Según la empresa, esta nueva tecnología inhibe además la proliferación de hongos y bacterias, causa habitual de infecciones hospitalarias como neumonía, infecciones urinarias, candidiasis, meningitis, endocarditis, entre otras.

Marcio Coimbra, gerente de Negocios de Santista JeansWear explica que «se abre una ventana de nuevos negocios en la industria textil en Argentina, sobre todo en los segmentos jeanswear y workwear para que las personas puedan elegir vestimenta de moda que ofrezca, al mismo tiempo, protección adicional. Conciliar las tendencias de moda que incluyen el aspecto visual, colores, moldería o construcciones con funcionalidad es el desafío que tenemos. Por ejemplo, el consumidor en este período de nueva normalidad incrementó el uso de la bicicleta como vía de transporte y podemos ofrecer un producto con protección a fluidos (agua y aceite) y suciedad para que la persona llegue a su destino laboral sin manchas».

Más allá de la pandemia y el virus

Las telas funcionales y la nanotecnología tienen más de 10 años de investigaciones en el país. Pero sí es responsabilidad del COVID-19 la aceleración en su uso: «En el marco de los estudios del INTI tenemos desarrollos para con nanopartículas que inhiben los virus y las bacterias y pensamos en aplicaciones para los profesionales veterinarios, los trabajadores de feed lot y todos aquellas personas que necesitan tener ropa con protección como puede ser los trabajadores rurales y sus tradicionales bombachas o bien los docentes y sus alumnos. En la actualidad estas nanoparticulas pueden cubrir cualquier textil desde una camisa, una sábanas de hospital o un tapizado», explica Mariana Carfagnini, miembro del departamento INTI Textiles.

El investigador argentino Laureano Mon, radicado en París desde donde comanda una consultora sobre tendencias globales explica que «el sistema de la moda incorporará estos nuevos tejidos en la medida que se adapte a ciertos criterios estéticos y funcionales de la moda urbana: prendas livianas, una paleta de colores amplia y diferentes texturas para que la ropa se pueda usar en una ciudad sin estar vestidos como científicos o con mamelucos». Uno de los principales vectores, explica Mon, es que estos tejidos se han abaratado y los primeros lugares donde se verán en cortinas, alfombras, tela para sillones o repasadores para la cocina.

El planteo que sostiene que la indumentaria funcional llegó para quedarse se potencia a partir de uno de los diagnósticos que el investigador argentino de tendencias identificó en unos de sus recientes papers: «Estamos frente a la definitiva fragmentación de los hábitos de consumo, lo que implica el desterramiento de categorías clásicas del marketing -como targets y estilos de vida- que resultaron útiles en el pasado para poder ordenar preferencias, ritmos de consumo y hasta identidades comunes entre amplios grupos de personas. Si hoy eso resulta cada vez más difícil, en el futuro será imposible. La diferenciación como pauta social habilita a las personas a buscar de manera incesante, potenciando el interés por acceder a una amplia variedad de productos y servicios y a utilizar novedosas herramientas tecnológicas para facilitar la experimentación y compra en un mercado global e hiperconectado«.

Hasta el momento, la innovación de productos textiles acompañó las necesidades impuestas por el virus. En una primera instancia, ante la emergencia, se desarrollaron barbijos y máscaras faciales que tienen la posibilidad de inactivar las bacterias y virus exhalados y que se constituyen con productos textiles tricapa. Desde el punto de vista técnico se trata de producto que contienen nano partículas de cobre, plata y tratamiento anti fúngico en la capa del medio e impermeabilización en la capa externa.

Ahora se espera que una segunda ola de productos con telas funcionales se acerque más a los lineamientos que sugiere o impone la moda. Vinculado al sector de indumentaria deportiva investigadores chinos desarrollaron un tejido que calienta y enfría la piel sin requerir entrada de energía de una fuente externa y son tejidos muy livianos. «El desarrollo se basa en realizar la inclusión de polietilen glicol (polímero que al cambiar de fase libera o absorbe energía térmica) en los poros de fibras de seda y quitosano y luego los mismos son sellados con un polímero. Los test indicaron que en una cámara caliente el material mantuvo la piel refrigerada y en una fría calentó la piel y este desarrollo ya se está escalando para productos en masa de acuerdo a un artículo de la revista Nonwoven Technical Textiles Technology», explicó Marino.

Antes del Covid la aproximación científica hacia los textiles con nanopartículas estaba más relacionada con la indumentaria deportiva de alto rendimiento y el monitoreo de la salud con la incorporación de sensores. Pero ahora se volvió al origen de la ropa, que es la protección. Y en este sentido todos los especialistas coinciden que habrá una preocupación latente por más y nuevos episodios sanitarios y la sociedad incorporará este tipo de telas e indumentaria en su moda cotidiana.

Una pareja sin ingresos suficientes creó un negocio con cordones y 600 puntos de venta en el mundo

Fuente: La Nación ~ Desde que el calzado es calzado que los cordones representan una parte vital de los pies, aunque no del todo valorada como es debido. Primero, porque casi nadie los ve como una tecnología -primitiva, pero tecnología al fin- que permite ajustar el zapato o la zapatilla al pie, para que no se mueva ni se salga. Y segundo, porque muchos imaginaron un futuro en el que se pudiera prescindir de ellos; o mejor dicho, con cordones autoajustables, como los de esa fantasía llamada «Volver al Futuro». Para mucha gente atarse los cordones es una molestia, y es una molestia cuando se desatan; y ni que hablar cuando hay que enseñarle a un niño o niña a anudar sus zapatillas. Los cordones, es evidente, no tienen buena prensa. Pero aún así, Daniela y Emanuel no se imaginan qué sería de su vida sin ellos.

«La cordonería» es el nombre del emprendimiento paralelo que ambos transformaron en ocupación full time. Emanuel Calvito tenía unas Nike Air Force 1 detonadas a las que ya les había cambiado la suela, y la única forma de imprimirles algo de vitalidad era con cordones nuevos. Pero el detalle, es que no había buenos cordones, y todo se limitaba a la pequeña oferta que se suele encontrar en esos pequeños negocios de compostura de calzado o en los supermercados. Blancos, negros, y no mucho más. Y Emanuel, que tenía algo de roce con el sector de los avíos textiles (todo eso que incluye una prenda salvo la tela, como por ejemplo cierres, botones y elásticos) pensó que no estaría mal vender cordones distintos, de buena calidad, de colores y con la onda suficiente como para revitalizar una zapatilla.

Crisis que generan ideas

Casi siempre las ideas surgen en las crisis, y la crisis de Emanuel y de Daniela Migueleto -la otra protagonista de esta historia- fue en plena luna de miel. Una demora en el cruce del Cristo Redentor no les iba a permitir llegar a tiempo para volver a trabajar. «Estoy varado, no puedo volver, dame un día más», pidió Emanuel, pero no. Y renunció. Ya de vuelta, se dieron cuenta de que no se puede vivir del amor. «Llegamos y nos encontramos con que nos faltaba un sueldo completo. Y que había que pagar alquiler, las expensas y vivir», dice Daniela, que hasta ese momento trabajaba como recepcionista en una empresa. Y entonces, cuando lo que más faltaba además de dinero era tiempo, Daniela y Emanuel se pusieron a fabricar cordones.

Un simple click en Instagram en el hashtag #sneakers (zapatillas en inglés) devuelve una búsqueda de 41 millones de publicaciones. Y cuando La cordonería empezó a mostrar ahí su producto la exposición fue instantánea. «Y como él ya tenía la experiencia de vender avíos, empezamos con la idea de vender al por mayor, es decir, a los fabricantes, pero eso que teníamos le empezó a gustar a los chicos, y el público cambió», dice Daniela. «Subíamos una foto a Instagram y mostrábamos una zapatilla con otros cordones y los chicos se prendían. Ellos nos pidieron», cuentan.

La mecánica del éxito

La mecánica era simple: después de las 19, cuando ellos volvían del trabajo, los clientes pasaban por su casa a retirar sus cordones, prolijamente envueltos en un folio de nylon. Pero un día, sin folios y con un comprador esperando en la vereda, Emanuel metió los cordones en un tubo golosinero que les habían dado en el candybar de un cumpleaños infantil. Y al cliente le encantó. Un claro ejemplo de que el packaging es tan importante como el producto a la hora de generar identidad. «Ahí supimos que teníamos que vender los cordones en esos tubos», dice Emanuel.

En junio de 2019 la primera compra en el Once fue de diez tubos. La segunda, de cien, para ganarle a la inflación. Hoy reciben envíos de diez mil tubos preforma (así se llaman), que de alguna manera meten en su departamento y base de operaciones.

«La evolución fue muy rápida», dice Daniela. «Cuando empezamos a vender y los venían a buscar a la puerta del edificio, vendíamos dos por semana, cinco en una buena». Y mientras la gente empezaba a consultarles más y más, ellos seguían perdiéndose ventas porque tenían que estar en sus trabajos. Por eso empezaron a dejarlos en consignación en locales, para no perder ventas. Pero como la presentación era tan importante, tenían que buscar un exhibidor. Y fueron otra vez a caminar por Once en la búsqueda de algo que se adaptara a lo que ellos querían mostrar. Los llevaron a su departamento -el mismo lugar en donde hoy descargan los diez mil tubos- y los pintaron con aerosol en el balcón.

Cada sábado, el día en el que no trabajaban, el Tren Sarmiento los guiaba en su recorrido: Moreno, Paso del Rey, Merlo, Castelar, Morón, Ramos Mejía, Ciudadela, Liniers, Floresta, Flores y Caballito. «Teníamos suerte de que los locales quedaban cerca de las estaciones», dicen. Siempre con la bolsa con los tubos cordoneros para reponer cada exhibidor. «Cada vez que llegábamos y veíamos que habían vendido todo pensábamos ‘guau, eso es mucho para nosotros'», dice Emanuel.

El cordón es de fabricación nacional y con insumos nacionales, salvo por un material reflectivo que no se produce en el país. Todo -desde el diseño hasta la producción, envasado y distribución- es propio. «Decimos que La cordonería es como una familia porque todos colaboran, todos escuchan y todos opinan», dice Daniela. «Aprendimos a que los cordones tienen un alma que va oculta en el centro, que es lo que hace que no se desaten, pero que algunos cordones planos es mejor que no lo tengan, que el acetato de las puntas tenía que ser más fuerte y que en los colores la gente tiene voz y voto».

Ellos sabían que el producto era bueno, y parece que la competencia también. Un día otra marca salió a vender lo mismo, en el mismo packaging. «Es como cuando te copiaban la tarea y le cambiaban el nombre», dice Emanuel. «Me llamaron para contarme lo que había pasado, y durante los primeros cuatro minutos sentí impotencia, pero después fue pura satisfacción. Eso demostraba que estábamos haciendo las cosas bien. Eran cuatro marcas grandes asociadas para competir con nosotros dos, y lo cierto es que la gente nos siguió eligiendo», dicen. «No me parece mal que otros se pongan a fabricar cordones o que hagan lo que hacemos, porque le están dando un poco más de vida a nuestra idea», agrega Emanuel.

El objetivo inicial -tener un proyecto en común, poder pasar más tiempo juntos, tener un ingreso extra- se cumplió con creces cuando ambos pudieron dejar sus trabajos y dedicarse de lleno a trabajar en su negocio. De pasar las noches enteras llenando tubos, pegando etiquetas y armando pedidos pasaron a ocuparse de todo en horarios más normales. «Nos empezaron a pedir producto en el interior, y con lo que cobrábamos de Rosario o Mendoza podíamos comprar más tubos, más hilo y fabricar en más colores», dice Daniela. Y el crecimiento fue exponencial. Hoy, en plena pandemia, La cordonería también tiene una línea de ropa. «Nos pedían más, aparecieron las cadenas más grandes, los chicos compartían fotos, se acercó más gente». De vender en 12 locales pasaron a 100 y después a 300. Hoy tienen casi 600 puntos de venta en la Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia y España.

¿Y sabían hacer todo eso que estaban haciendo?

No. No estudiamos ni nos capacitamos en esto. Ni redes, ni marketing ni comercialización. Aprendimos haciendo y siendo reales. Y trabajando mucho.

¿Y qué aprendieron?

Que hay mucha gente que maneja buenos principios y valores. Que si nos ayudamos entre todos podemos salir adelante en muchos aspectos. A trabajar en equipo. A que si querés algo y le ponés todo lo que tenés, en algún momento va a llegar. Ver que la gente usa esos cordones que quizás entubamos en alguna madrugada, y los mensajes que nos mandan contentos con lo que hacemos…nos hace entender que el mejor marketing son nuestros clientes felices.

Epson invita al encuentro Impresión Textil Digital

Especialistas, clientes y distribuidores se reunirán de forma virtual el próximo miércoles 11 de noviembre

Epson anuncia su evento “Impresión Textil Digital”. Un encuentro con foco en la línea de Impresoras LFP Serie F (Textil) que abordará las opciones y posibilidades que las herramientas Epson ofrecen a la industria textil. Se realizará de forma virtual el próximo el 11 de noviembre de 10:00 a 18:00 hs.

Epson contará con un micrositio exclusivo que servirá de punto de encuentro para asesorar a los clientes sobre sublimación digital, merchandising, fast fashion y mucho más. Para aquellos que participen habrá promociones especiales y sorteos.

En cuanto a la programación, se desarrollará de la siguiente manera:

  • 10:00 a 11:00 hs – Presentación genérica sobre la línea LFP Serie F (Textil), a cargo de Rossana Gil, Channel Manager VAR – LFP, y Alejandro Fragomeni, Pre-Sales Specialist – LFP. Transmisión en el micrositio. Inscripción aqui 
  • 12:00 a 18:00 hs – Networking: 6 salas habilitadas, una a cargo de Epson y el resto a cargo de distintos distribuidores.

“La impresoras LFP Serie F buscan abrir posibilidades y estrategias de posicionamiento en la mente del consumidor. Cada uno de los modelos de esta línea están optimizados para emprendedores que buscan maximizar productividad y mantener un bajo costo de operación total. La sublimación de artículos es una gran oportunidad para imaginar, imprimir y crear diseños en simples pasos. Con nuestra tecnología innovadora, reafirmamos nuestro compromiso con emprendedores que requieran nuevas formas de hacer negocios sostenibles en el tiempo”, expresa Rossana Gil, Channel Manager VAR – LFP.