A los 18 años trabajó para Cacharel y su entusiasmo la llevó a crear su propia marca de ropa
Fuente: A24 ~ Gabriela de Bianchetti nació en el Delta del Tigre y pertenece a ese grupo de emprendedores que siempre sostiene que «la pasión por el remo ha sido su tránsito en el mundo de los negocios: una remada tras otra, con esfuerzo y sacrificio continuo».
A los 18 años trabajó como vendedora en la reconocida empresa Cacharel. Como tenía muchas motivaciones e inquietudes, logró que la trasladaran a casa central para aprender desde adentro la fabricación y la comercialización de la marca.
«Desde mi ingreso fui muy consecuente con el entusiasmo de estar en una empresa de ropa de mujer y trasladé ese entusiasmo a la creación de una nueva área de venta por mayor donde hice un trabajo en el que logré que la marca esté en varios puntos de venta de todo el país», explica con una sonrisa la emprendedora.
«Parte de la capacitación fue a través de profesionales que venían de París a hacer el desarrollo de los productos; esa fue mi formación. Pero yo quería hacer mi propia historia”, destaca Gabriela, mostrando que la motivación estaba centrada en su propia ambición de construir su propia empresa.
A los 24 años se independizó y comenzó con la fabricación de tiradores de seda natural en conjunto con corbatas y moños. Como conocía desde adentro lo que era una empresa grande, fue a venderlos a firmas como James Smart, Giesso y Mac Taylor.
“En esa época conocí a mi marido, arquitecto, que tenía una oficina en el centro de Buenos Aires y desde allí organizaba los recorridos en colectivos para las ventas y entregas” recuerda.
Pero llegó la Crisis del Tequila, y como siempre sucede en tiempos recesivos, los hombres fueron los primeros en dejar de consumir. Sin embargo, Gabriela no se quedó quieta y enfrento el nuevo desafío.
“Entonces, empecé a fabricar tiradores y cinturones de niños y con la ilusión de alguna vez hacer algo más», destacó.
«Un día estaba entregando mercadería a un cliente que tenia en Shopping Unicenter y me comenta que una de las marcas que vendía en su local, abría un local propio, por lo cual tenia que dejar de venderla. Así que yo le dije:- si mañana te traigo unas prendas de bebe hechas por mi, me tenés que comprar», recuerda, siempre con una sonrisa, la emprendedora.
«Así fue como uniendo datos que tenia, volé para tener hechas al día siguiente bodies, enteritos, ranitas de bebe” comenta Gabriela, que vio una oportunidad y luchó por conquistar un nuevo mercado.
Ese fue su primer cliente y en ese momento nació su marca GdeB – Gabriela de Bianchetti.
El diseño de la ropa y el leitmotiv de la marca, integradora e inclusiva, hizo que de Colombia vinieran a buscarla para dar una charla en “Colombia modas” para mas de 200 estudiantes de la carrera de diseño de modas.
Sus raíces se trasladan a la marca desde las estampas y los tipo de telas naturales que utiliza para las colecciones. Además, etiquetas que acompañan a la ropa que son de animales de Argentina en peligro de extinción, hasta el perfume que va envuelta cada prenda.
“Yo siempre digo que hago prendas para los 5 sentidos, ya llegara a las telas el sentido del gusto», comentó Gabriela durante la entrevista.
También, destaca, con cariño, que «el tacto para los niños no videntes es algo que tengo mucho en cuenta a la hora de buscar y seleccionar las telas para cada colección. La inclusión de todos los niños la tengo incorporada en la moldería que abarca todo tipo de cuerpos y tamaños. Las colecciones empiezan desde el talle mas chiquitos, de 500 gramos son bebes prematuros hasta los 12 años”.
Los Primeros pasos hacia la exportación
Los primeros indicios para comenzar a vender en el exterior se dieron participando en ferias.
“Empecé a participar con mi primer colección en la feria Mabyn, la feria más importante de toda la cadena de valor Argentina. Previamente me hice socia de la Cámara de Indumentaria de Bebés y Niños, que me ayudo muchísimo para el desarrollo de la marca.
En esa feria, que se hace dos veces al año, llegó el primer contacto exportador que le permitió hacer la primera exportación a Paraguay.
«Yo no tenia idea como hacer para exportar pero a través de la Cámara de Indumentaria conocí a la que después fue mi despachante de aduanas y me ayudo a lograrlo”, cuenta Gabriela.
A partir del año 2002 las políticas que alentaron la exportación se abrió de una manera exponencial el mercado y llegamos a exponer en las principales ferias del mundo en indumentaria para bebe como Fimi, que se desarrolla en Valencia -España- o Piti Bimbo que se lleva a cabo en Florencia, Italia.
Así, para la expansión de la marca fue muy importante la política exportadora que se llevó a cabo desde el 2002 hasta el 2011.
La empresa tuvo franquicias en Chile, Perú, Panamá y Uruguay. Además de 25 clientes multi-marcas en todo el mundo.
En el 2019 y en el 2020 solo exportaron a Perú y Chile y en lo que va del año exportan a Perú.
En su mejor momento, exportaban a 12 países y casi el 20% de la producción.
“Por ahora esperamos volver a estar representando a nuestro país en el exterior, ya que la ropa cuenta con un excelente diseño y terminación”, concluye Gabriela.