La historia de cuatro diseñadores jóvenes que están marcando tendencias en moda

Fuente: Clarín – “Nunca tuve un objetivo con mi marca, yo solo quería seguir creando y ser fiel a mí misma”, cuenta la diseñadora Anushka Elliot desde la ciudad de Nueva Delhi, dónde se encuentran los talleres de su marca.

Nació y pasó parte de su infancia en Venezuela, después se mudó a la Argentina, estudió un tiempo en Londres y volvió a Buenos Aires. Viaja mucho a Uruguay, dónde viven sus padres.

La diseñadora Anushka Elliot. Foto: Gentileza Anushka Elliot.La diseñadora Anushka Elliot. Foto: Gentileza Anushka Elliot.

Entre manejar sus tres locales, diseñar sus colecciones y crear piezas a medida para diferentes clientes en su atelier, la vida de Anushka está completamente atravesada por su trabajo y sus viajes.

Sin embargo, cuándo decidió crear su marca en 2014, su filosofía fue un poco diferente a otros emprendedores.

“Al principio, la idea era fluir. Hacemos esta temporada y después vemos, nunca tuve metas tan a largo plazo. Con el tiempo, te vas profesionalizando”, recuerda.

La pasión por la moda la tiene desde chica. Destaca que su elemento favorito es el bordado, detalle característico de sus prendas. “Creo que tengo un ojo estético, a mí me interesa lo visual, los colores, las texturas, las combinaciones. Para mí, si una prenda no tiene ningún detalle, carece de identidad, me gusta que todo tenga un valor agregado”, explica.Sus prendas se caracterizan por el bordado y los detalles. Foto: Gentileza Anushka Elliot.Sus prendas se caracterizan por el bordado y los detalles. Foto: Gentileza Anushka Elliot.

Y fue esta técnica la que la enamoró de India. “Me vine sola a los 20 años. Estaba en un viaje por Malasia y, como mis papás habían viajado mucho por el mundo porque tienen un local de decoración, me pasaron el contacto de unos proveedores. Una cosa llevó a la otra y se fue dando”, dice Anushka y afirma que no hay muchos países que tengan una técnica de bordado a mano tan aceitada. “Siempre estoy en búsqueda de nuevos lugares, pero acá, en India, tengo ya un vínculo muy fuerte”.

Debido a las técnicas y ritmos de elaboración, sus colecciones suelen ser chicas, con pocas prendas. Ahí entra en juego su atelier, donde diseña y confecciona piezas a medida como vestidos de novia. “La idea es que nadie se quede afuera. Si vos querés tener algo que armamos, vení y te lo hacemos”, se ríe.

Tiene muchos proyectos a futuro, pero no le gusta dar noticias antes de confirmarlas. Por ahora, su idea es expandirse a los Estados Unidos. También está armando una colaboración para el verano con una marca internacional bastante más grande, en Uruguay. “Con las chicas del equipo apostamos a seguir evolucionando. Creo que estamos en un lindo momento”, expresa.Milagros Muñoz es publicista y directora creativa de la marca de ropa, Demiracolo. Foto: Esteban Leyba.Milagros Muñoz es publicista y directora creativa de la marca de ropa, Demiracolo. Foto: Esteban Leyba.

Milagros Muñoz, de Demiracolo

“Siempre supe que iba a tener o manejar una empresa”, dice Milagros Muñoz (28) entre percheros llenos de diseños de colores fuertes y estampas geométricas, desde su local de Palermo Soho. La sanjuanina es fundadora y directora creativa de Demiracolo.

La marca que se caracteriza por sus tejidos y su estética maximalista comenzó a gestarse en 2019, cuando Milagros se recibió de Licenciada en Publicidad en la Universidad Siglo 21, en Córdoba capital. “Estaba buscando mi voz”, recuerda. “También me pasaba que no me sentía representada por ninguna marca y dije: “voy a empezar a hacer algo con lo que me sienta identificada».

El concepto era claro, quería inspirarse en la estética italiana que asociaba a sus abuelos inmigrantes, pero siempre desde la proyección de su estilo personal. Lo que siguió fue una búsqueda de diseñadores, proveedores y, por supuesto, mentores que pudieran asesorarla sobre emprender en una industria completamente nueva.La diseñadora posa en su local de Palermo Soho. Foto: Esteban Leyba.La diseñadora posa en su local de Palermo Soho. Foto: Esteban Leyba.

“Arranqué finalmente en 2020. Fue un caos, yo no entendía el rubro. Le escribía a gente dueña de marcas por Instagram para que me asesore y muchos me ayudaron un montón”, explica. “Así me fui metiendo y encontrando los equipos indicados. Todo empezó a fluir”. Pasaron casi cinco años y hace seis meses abrió su local de la calle Gorriti. “Fue una necesidad absoluta, perdía muchas ventas porque hay gente que de verdad le gusta probarse la ropa”, cuenta y recuerda una instancia pre-local en la que invitó a una clienta a su casa para cerrar una venta de más de 15 prendas.

Además, tuvo la oportunidad de participar de la última edición de BAFWeek, en el marco del concurso “Autores de Moda BA”, donde presentó su colección de invierno, Le Farfalle. “Era uno de mis objetivos para 2024 así que estoy muy contenta”, afirma. “Fue todo súper rápido, creo que tuve 10 días para preparar todo”.

La colección inspirada en los fideos “moñito” combina una comida típica de su infancia con una de las tendencias de los últimos meses. “A mí en general las tendencias me cansan, me abruman. Pero quise incorporar la moda de los moños a la marca de manera más creativa”. A pesar de tener diseños llamativos, con colores vibrantes y tejidos imponentes, sostiene la idea de reversionar clásicos. “A largo plazo me encantaría incorporar más básicos, pero con una vuelta. Y para las próximas colecciones, jeans”.Agostina Belén Hidalgo es la creadora de Agoshida, marca ganadora de la ultima edición de "Autores de Moda BA" en BAFWeek. Foto: Esteban Leyba.Agostina Belén Hidalgo es la creadora de Agoshida, marca ganadora de la ultima edición de «Autores de Moda BA» en BAFWeek. Foto: Esteban Leyba.

Agostina Hidalgo, de Agoshida

Empezó un verano descosiendo jeans para un proyecto de la diseñadora Jessica Trosman mientras estudiaba Diseño de Indumentaria en FADU. Tiempo después se volvió su aprendiz y mano derecha y, en 2021, Agostina Belén Hidalgo decidió lanzar su propia marca, Agoshida. “Jessica me enseñó un montón, pero a mí me gustan los desafíos”, recuerda contenta.

Cada una de sus piezas es única o está realizada en muy pequeñas cantidades, a mano. Combina su pasión por la sastrería con el estilo urbano y los materiales que utiliza no suelen ser los mismos. “Yo trabajo con todas telas planas. Lana, gabardina, camiseros. Pero amo la seda, me encanta”, explica.

“No es un material fácil. Cortarlo es mega complicado, es carísimo y no hay tanta cantidad. Pero lo hago porque realmente lo siento. Me gusta que el diseño sea algo lúdico. Necesito que me divierta, disfrutar de hacerlo, sino no funciona para mí”.

Agostina trabaja desde su casa. Por ahora no le interesa tener su propio taller o local. Cuenta que parte de su decisión de mantener su trabajo a pequeña escala viene de una conversación que tuvo con la diseñadora Camila Milessi, de la marca Kostüme, durante la última presentación de la que participó como diseñadora en JT.

“Le dije: ‘Quiero hacer algo chiquito pero, bueno, después crecer’ Y ella me dijo ‘siempre chiquito’. Me re quedó ese consejo. Chiquito no es malo, lo podés controlar, hacer las cosas que te gustan”.La diseñadora trabaja desde su casa realizando piezas únicas. Foto: Esteban Leyba.La diseñadora trabaja desde su casa realizando piezas únicas. Foto: Esteban Leyba.

Así, entre vinilos, tazas de té y libros en español, inglés y francés, Agostina ideó y produjo la colección “Apariciones”, con la que ganó el concurso “Autores de Moda BA” durante la última edición de BAFWeek. Inspirada en el terror y en la parálisis del sueño, la colección presenta prendas como trajes de organza, tops de gasa, pantalones sastres de algodón y bufandas de pelo.

“Yo trabajo con amigos y también quise que fueran mis modelos. Así que el desfile fue toda una gran colaboración. La energía que había era hermosa”, dice sobre el trabajo por el cual ganó una beca para estudiar imagen y estilismo en el Istituto Marangoni de Milán. “La verdad que nunca pensé que iba a quedar. Estoy super feliz”.

Conocer Europa la emociona mucho, especialmente porque en su viaje planea visitar las semanas de la moda de Milán y París. “Me gustaría hacer una exposición en París con unos amigos que viven ahí. Y llevar el diseño argentino afuera”.Marti Douelle y Loli Demaestri son los creadores de Meristemo. Foto: Ariel Grinberg.Marti Douelle y Loli Demaestri son los creadores de Meristemo. Foto: Ariel Grinberg.

Demaestri y Douelle, de Meristemo

Loli Demaestri es fotógrafo, oriundo de Junín. Marti Douelle es diseñadora de indumentaria, nacida en Tres Arroyos. Hace 14 años están en pareja y tienen dos hijos. Desde 2014 son los creadores de la marca de tejidos artesanales Meristemo. “Estamos en plena búsqueda, todo fue pasando de a poco”, cuenta Loli desde su estudio y oficina en el tercer piso de la casa que comparten en Recoleta.

Sin embargo, el nacimiento de su marca fue extremadamente rápido. Cada uno trabajaba por su parte: Marti era diseñadora textil en una marca de shopping, y en su tiempo extra comenzaron a vender vestidos y blusas como proyecto personal. “Un día Loli me dijo: ‘¿Por qué no dejamos los trabajos fijos y nos vamos a vender la ropa de mochileros?’”, recuerda Marti. Al principio la idea le pareció descabellada, pero finalmente accedió.

Durante un año entero recorrieron por tierra el continente, desde el sur de Brasil hasta la ciudad de Los Ángeles, con una mochila cada uno, los productos ya terminados y las diferentes telas que compraron en el camino. “Durante todo el viaje pudimos vivir de lo que vendíamos. Entonces dijimos: ‘Bueno, pará, tomémoslo más en serio’ y empezamos a fabricar acá”, agrega.La pareja se dedica desde hace 10 años al diseño y fabricación de prendas tejidas. Foto: Ariel Grinberg.La pareja se dedica desde hace 10 años al diseño y fabricación de prendas tejidas. Foto: Ariel Grinberg.

Decidieron dedicarse a producir lo que Marti ya conocía: suéteres. Aunque empezaron con máquinas semi industriales y ahora ofrecen algunos modelos industriales para abastecer la demanda y poder abaratar precios a medida que crece su firma, Meristemo es conocida por sus tejidos a mano.

“Lo que más nos gusta es el contacto con lo artesanal. Por más que la misma tejedora haga varias prendas, cada una tiene un poco de manga distinta, un poco de sisa, espalda, largo. Cada pieza es única”, explica Loli sobre sus productos estrella. Marti sostiene que su material favorito para el invierno es el mohair, hilado de cabra, porque “es calentito y no hace pelotita”. En verano se inclinan más por el algodón y la seda.

A pesar de trabajar solo con talles únicos, sus productos buscan ser adaptables a todos los usos y cuerpos posibles. “Todo lo que trabajamos es bastante holgado, no hacemos cosas ajustadas. Es una de las cosas buenas del tejido”, explica Marti. A futuro buscan llevar la tradición artesanal de sus productos al exterior. “Nos encantaría vender en invierno acá y llevar la producción de verano a Europa, por ejemplo”, concluye Loli.

Hilandería Warmi y su compromiso ético con el medio ambiente y el comercio justo

Fuente: Todo Jujuy – «Estamos profundamente arraigados en la protección del medio ambiente. Cada paso de nuestra producción se realiza con un cuidado meticuloso hacia la sostenibilidad», indicaron.

En un mundo cada vez más impulsado por el consumismo y las ofertas tentadoras, Hilandería Warmi se posiciona como un faro de ética y responsabilidad en la industria textil.

“Nuestra decisión de abstenernos de participar en eventos de descuentos masivos como el Hot Sale es consciente, no es solo una elección comercial, es una manifestación de nuestros valores fundamentales y nuestra esencia”, destacó Gastón Di Pietro Gerente de la Hilandería Warmi.

Hilandería Warmi.

Hilandería Warmi.

En primer lugar, estamos fuertemente comprometidos con la equidad en todas las etapas de nuestra cadena productiva. Creemos y demostramos con nuestras acciones, que cada persona involucrada en la producción de nuestras prendas merece una remuneración justa y condiciones laborales seguras. Eventos como el Hot Sale promueven el *precio por encima de todo*, lo que consideramos opuesto a nuestros valores como empresa social, y nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de apoyar y trabajar junto a las comunidades que nos proveen la fibra de llama y nos transmiten en cada una de las prendas sus saber ancestrales.

Hilandería Warmi.

Hilandería Warmi.

En segundo lugar, estamos profundamente arraigados en la protección del medio ambiente. Cada paso de nuestra producción se realiza con un cuidado meticuloso hacia la sostenibilidad. “No somos perfectos y en cada uno de los desafíos que hemos afrontado, en la busca de la mejora continua”. En esta oportunidad tenemos argumentos válidos para saber el alto impacto que produce la industria textil en nuestra tierra, sobre todo la huella hídrica de nuestra producción, y en particular la gran huella de carbono que se produce con envíos y devoluciones en este tipo de fechas».

Desde la selección de materiales hasta los procesos de teñido y acabado, buscamos constantemente minimizar nuestro impacto en el planeta. Eventos de descuento como el Hot Sale fomentan un consumo excesivo y el «usar y desechar», lo que contradice directamente nuestros esfuerzos por promover un estilo de vida más consciente y respetuosa con el medio ambiente.

Hilandería Warmi.

Hilandería Warmi.

Finalmente, reconocemos que nuestra participación en eventos de descuento masivos puede erosionar el valor percibido de nuestro trabajo y de las prendas que creamos. Valoramos la artesanía, la calidad y el cuidado que dedicamos a cada producto que sale de nuestras manos. Participar en eventos de descuentos podría socavar este valor percibido y comprometer nuestra posición como defensores del comercio justo y el valor de los saberes ancestrales y el trabajo artesanal.

Hilandería Warmi.

Hilandería Warmi.

En resumen, la decisión de Hilandería Warmi de no participar en eventos de descuento, no es simplemente una cuestión de números comerciales, es una afirmación de nuestros principios de nuestra esencia. Preferimos mantenernos fieles a estos valores, incluso si eso significa nadar contra la corriente.

Legado familiar: la empresa liderada por tres hermanos que se abre paso en la industria textil argentina

Fuente: Infobae – Alejo, Julián y Laura Itzkovici comandan una firma creada en 2018 y que hoy cuenta con 25 locales propios, entre los que se destacan dos nuevas aperturas en la Ciudad de Buenos Aires. Cuál es su secreto para crecer constantemente.

Mauricio Itzkovici fue un empresario que le dedicó gran parte de su vida a la industria textil. Ese legado se lo transmitió a sus hijos -Alejo, Julián y Laura-, quienes tomaron la posta de la pyme surgida en 2018 que no paró de expandirse desde su creación.

Con una propuesta de ropa atemporal que busca revolucionar la moda para hombres en el país, Oxford Polo Club anunció recientemente dos inauguraciones en el barrio porteño de Palermo: un outlet ubicado sobre la Avenida Córdoba y una tienda tradicional en otra arteria muy transitada: Scalabrini Ortiz. Al mismo tiempo, la empresa abrió un comercio exclusivo en Martínez, lo que potenció aún más su presencia en la zona norte.

Desde la compañía, señalan que estas aperturas no solo responden a un deseo de acercar sus productos a una audiencia más amplia, sino que también se busca fortalecer la relación con la comunidad de clientes, aspecto que consideran esencial para alcanzar el éxito del negocio.

Oxford Polo Club ofrece una propuesta de ropa atemporal que busca revolucionar la moda para hombres (Oxford Polo Club)Oxford Polo Club ofrece una propuesta de ropa atemporal que busca revolucionar la moda para hombres (Oxford Polo Club)

Además, revelan que los flamantes comercios significan un hito importante en la trayectoria de Oxford Polo Club y refuerzan su posición como referente en la moda masculina clásica y atemporal en la Argentina. Se trata de brindar más oportunidades para que los hombres experimenten el estilo único y la calidad superior que caracterizan a las prendas de esta marca.

Estas inauguraciones se suman a los distintos locales que tiene la empresa en la Capital Federal, como el que se encuentra en el shopping El Solar o el del Recoleta Mall. A su vez, a nivel nacional, su red de puntos de venta incluye 25 tiendas propias y presencia en 150 multimarcas en diferentes puntos de la Argentina.

Tres generaciones, un objetivo en común

A lo largo de su historia, esta pyme ha sabido atravesar diferentes complicaciones generadas en el contexto nacional y global a través de una premisa fundamental: adaptarse a las adversidades con el objetivo de crecer y evolucionar. Para eso, se apoyó en valores clave como la calidad de sus materiales, como lana y algodón peruano, y un control exhaustivo de su proceso productivo.

Oxford Polo Club anunció recientemente dos aperturas en la Ciudad de Buenos Aires (Oxford Polo Club)Oxford Polo Club anunció recientemente dos aperturas en la Ciudad de Buenos Aires (Oxford Polo Club)

“Tenemos una mirada de largo plazo y no resignamos calidad ni servicio en los contextos adversos”, explican. De esta forma, no solo lograron atravesar contingencias como las restricciones en la época de pandemia, sino que también se mantuvieron en constante crecimiento para llegar a cada vez más lugares.

Otro de los elementos que rescatan los hermanos consiste en la capacidad que tienen para complementarse a través de sus diferentes perfiles. Alejo, de 44 años, es economista y se ocupa del área financiera y comercial. En tanto, Julián (38) tiene una licenciatura en Comercio Exterior y lidera el sector de compras, mientras que Laura (31) se recibió de diseñadora textil y está a cargo del área de marketing.

“Son estas características individuales las que hacen la diferencia porque logramos amalgamar nuestras formas de pensar, actuar y ver el mundo; de esta manera, conjugamos las distintas capacidades y fortalezas de cada uno en pos de la compañía”, aseguran los socios de Oxford Polo Club.

Oxford Polo Club posee una red de puntos de venta que incluye 25 tiendas propias y presencia en 150 multimarcas en diferentes puntos de la Argentina (Oxford Polo Club)Oxford Polo Club posee una red de puntos de venta que incluye 25 tiendas propias y presencia en 150 multimarcas en diferentes puntos de la Argentina (Oxford Polo Club)

Sin dudas, las aptitudes y la formación que posee cada uno permiten enriquecer el trabajo que lleva a cabo la empresa. Pero por sobre todas las cosas, lo que destacan es la pasión por la industria textil: desde que son chicos, su padre Mauricio les inculcó el “amor por los trapos”.

En 2024, a seis años de la creación de la compañía, hoy celebran las nuevas aperturas y remarcan que forman parte de un hito importante en la trayectoria de Oxford Polo Club. Además, representa un claro testimonio de su compromiso con los clientes y el potencial de expansión que puede alcanzar dentro del territorio nacional.

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Dejó la odontología y se puso diseñar ropa con onda para trabajadores de la salud

Fuente: La Capital – Fabrican 5000 piezas al mes que tienen gran demanda entre los profesionales rosarinos y también venden en otros puntos del país.

Durante 40 años Claudia Arribillaga se dedicó a la odontología. Día tras días atravesaba sus tareas vistiendo distintos modelos de ambos que no la convencían: las telas se rasgaban, se inclinaba sobre sus pacientes y de los bolsillos se le caían las cosas, la aburría verse vestida con los mismos colores y diseños. En ese momento tomó nota de las mejoras que le faltaban a esta ropa y empezó a diseñarse sus ambos con una modista que se los producía. Fue así como hace 17 años, con una inversión familiar, creó «Guernica» pensando en ese nicho de negocios que había en la fabricación de este tipo de indumentaria.

“La propuesta es adaptar las necesidades diarias del trabajo a aplicaciones útiles con modelos prácticos a los cuales les imprimimos diseños creativos”, explica Claudia sobre el disparador que estructura el concepto de la marca. Para sus ambos, chaquetas, pantalones y guardapolvos utilizan la tela inteligente INTA Textil -la misma de los guardapolvos escolares– que se caracteriza por ser resistente y de fácil lavado.

Lo que comenzó en un pequeño departamento familiar, hoy es una marca totalmente afianzada con un equipo de 14 personas: “Al principio íbamos ofreciendo los productos a los negocios especializados con un catálogo. Los dejábamos en consignación y los dueños de los locales no creían que se fueran a vender. Cuando volvíamos ya no quedaba nada. Nosotros les armábamos el perchero e impulsábamos que vendieran”, rememora sobre sus inicios.

En la actualidad ofrecen dos líneas de productos, una más premium que se llama Guernica y una segunda marca llamada San Sebastián, más accesible para estudiantes. A su vez cuentan con un e-commerce en el que trabajan las ventas minoristas y mayoristas, con clientes en distintos puntos del país como instituciones de Corrientes o Santiago del Estero. Además, tienen dos locales en Rosario, uno en el centro y otro en la zona de las facultades de Medicina y Odontología.

Producción y precios

Actualmente producen 5000 piezas al mes y venden unas 4000. San Sebastián, enfocada a un segmento estudiantil, cuenta con la misma calidad de producción, pero es más económica por el hecho de tener diseños más simples: “La idea es que los chicos inviertan una sola vez y les dure toda la carrera, por eso no resignamos la calidad”, explica la fundadora. Los precios empiezan en $28.800 hasta los $72000 por un conjunto completo de ambo.

Para Claudia lo principal es la calidad: “Tenemos una obsesión por el control de calidad, ya que es inadmisible que, por ejemplo, un profesional al agacharse se le raje todo el pantalón”, explica. Por eso, los productos que demuestran la mínima falla van directo a la sección de outlet del local del centro. La alta calidad y el entendimiento sobre las necesidades médicas, además de la innovación que supuso crear una marca así hace casi veinte años, es el diferencial que Claudia identifica sobre su marca: “Al haber trabajado en esto sé lo que necesita ponerse un médico o un odontólogo. Son prendas de la salud hechas por gente de la salud. Por ejemplo, cuando diseñamos, salgo y compro carcasas del modelo del celular más grande que haya para hacer los bolsillos de acuerdo a eso, porque yo sé lo que es que no te entre el teléfono en el ambo ”.

Nació en Lanús y hoy le hace frente a multinacionales vistiendo a clubes de ascenso: la historia de Dana, la marca de ropa deportiva

Fuente: El Destape – El negocio de venta de ropa deportiva está ubicado en el centro de Lanús y llegó a vestir simultáneamente a 20 equipos del ascenso de todo el país.

Un día de 1997 el por entonces presidente de Talleres de Escalada, Héctor Torres, fue a «Dana», el negocio de venta de ropa deportiva ubicado en el centro de Lanús. Tenía urgencia por aprovisionarse de botines para el plantel de primera división. A cambio, proponía que el comercio publicitara en la cancha. Mientras ajustaban los detalles del canje, Alejandro Herszman, nieto del fundador del comercio, le pidió al dirigente que le trajera camisetas para vender. La inesperada respuesta fue que a duras penas tenían para vestir a los jugadores. A Herszman no le cerró que hinchas de un club que querían usar la ropa oficial de su equipo no pudieran hacerlo. Le planteó a su abuelo dar el paso y ofrecerle a Talleres diseñar y confeccionar la ropa de la institución.

Así comenzó la historia de Dana como marca emblemática del ascenso del fútbol argentino que llegó a vestir simultáneamente a 20 equipos como por ejemplo Excursionistas, Talleres de Escalada, El Porvenir, Almagro, Laferrere, Temperley, Deportivo Español, Estudiantes de Buenos Aires, San Telmo, Tristan Suarez, Dock Sud y más.

Veintisiete años después de aquel comienzo, Herszman despliega en el mostrador una camiseta especial de otro club del ascenso de la zona sur: El Porvenir de Gerli, hoy en Primera C, la cuarta categoría. Es la que se diseñó especialmente para el partido con Lanús, el grande de la zona, por la presente edición de la Copa Argentina. Entre los hinchas de El Porvenir se desempolvó el picante recuerdo de cuando en 1978 le ganaron 1 a 0 a Lanús. Esa victoria generó que Lanús debiera jugar un desempate con Villa Dálmine, que también perdió y derivó en un inesperado descenso del Granate a la C. El Porvenir se ufana de haber sido clave en el mayor traspié de la historia de Lanús.

Entonces Dana creó para este partido de 2024 un modelo similar a aquel de 1978, con bastones blancos y negros más finitos que los habituales. El Porvenir le ganó nuevamente a Lanús por 1 a 0 como 46 años atrás. La cantidad de camisetas puestas a la venta se agotó tras la hazaña de un triunfo de un equipo de la cuarta división a uno de la primera, con el agregado además de que es un triunfo ante el vecino rico. 

“De aquel comienzo con Talleres en el 97 a esta actualidad pasamos por muchos momentos. Hubo una época en que llegamos a vestir simultáneamente a 20 equipos del ascenso de todo el país”, explica Herszman, quien puntualiza que “todo se dio muy rápido y de manera natural”. 

De los uniformes escolares y de trabajo a la ropa para clubes

La clave para el rápido posicionamiento de Dana como marca del ascenso fue que además de hacerles camisetas y pantaloncitos, incluyeron camperones, musculosas y todo tipo de prendas con la identidad del equipo en cuestión. “Hasta que hicimos esa experiencia con Talleres en el ascenso no existía este tipo de merchandasing, entonces los clubes que jugaban contra Talleres les preguntaban quién les había diseñado todo y venían a pedir que los vistiéramos”, relata en diálogo con El Destape.

Dana tenía experiencia en fabricar ropa ya que confeccionaba uniformes escolares y de trabajo. Esa fue su plataforma para pegar el salto a la vestimenta de equipos de fútbol. “Se generó un círculo virtuoso ya que con cada club al que le hacíamos su ropa a la vez nos generaba la oportunidad de hacer trabajos también para empresas vinculadas a los dirigentes”. Uno de los ejemplos es con Chiqui Tapia en su época de dirigente del ascenso.

A medida que Dana se convertía en la marca de nuevos equipos, surgían también nuevos desafíos. “Nosotros que empezamos con negocios de venta de ropa, de golpe nos encontramos en que también debíamos proveer a otros colegas. Por ejemplo, con Temperley nos surgió que llegaban pedidos de negocios no sólo de esa localidad sino también de Lomas de Zamora, el barrio San José y Adrogué, por ejemplo”, apunta Herszman.

Las camisetas conmemorativas

Además de la ropa oficial del club, surgen ocasiones que requieren diseños específicos. La quiebra que le tocó enfrentar a Talleres de Escalada derivó en dos camisetas que fueron de las más vendidas. “Hicimos una con la leyenda ‘el sentimiento no quiebra’ que todo hincha sintió la obligación de tener”, se enorgullece diciendo Herszman.

En el marco de la lucha por levantar la quiebra, en 2008 Lanús le ofreció a Talleres jugar un clásico a beneficio. Ese partido contó con la participación de Diego Armando Maradona que jugó una parte del partido para el granate y otra parte para el equipo de Escalada. “La camiseta con el 10 y el Maradona en dorado fue furor. Hasta el día de hoy se vende”, rememoró.

Otro número 10 que contó con ropa homenaje fue Garrafa Sánchez. “Tras su muerte, pese a que no vestíamos a Banfield, nos pidieron camisetas conmemorativas. Fue tal la pegada que también nos pidieron que hagamos desde el Porvenir y Laferrere, donde también había jugado Garrafa”, recordó.

También Dana como marca del ascenso aparece en la película “El Cinco de Talleres”, protagonizada por Esteban Lamothe, en la que se relata la historia de un volante central del ascenso a punto de retirarse del fútbol de cara a afrontar su etapa de ex jugador.

Las jugadas riesgosas

Las iniciativas para generar nuevos productos a veces encuentran algunas dificultades. “Una vez hicimos un modelo para Deportivo Español en el que con los mismos colores, el amarillo y el rojo, buscamos emular una camiseta del Barcelona. Nos querían matar porque estaban sensibilizados con toda la cuestión separatista”, confiesa.

Motivos más futboleros y menos nacionalistas generaron una vez el enojo en Talleres de Escalada. “Le hicimos un diseño con rayas más finas. No prosperó porque se parecía mucho a la de Los Andes que es uno de los equipos de la zona sur con los que tienen rivalidad”, agrega.

La escucha y el esfuerzo

Herszman se enorgullece de la asociación de la marca familiar DANA con el fútbol del ascenso. “Más allá de que soy contador de profesión y de que estudié marketing, el secreto de esto está más en la calle, en charlar con la gente, en saber qué la motiva. Cuando en el 97 nos largamos con esto no había leído ningún libro que dijera cómo había que hacerlo”, detalló en diálogo con este medio.

Tras dos décadas de trabajo a full, desde 2016 bajaron un poco el ritmo. “Es un trabajo apasionante pero que exige mucho esfuerzo. Un club cambia un auspiciante y ya hay que poner de vuelta a confeccionar una nueva remera y la recién terminada queda vieja”, argumentó. Por lo pronto, Dana, la marca pionera en el fútbol del ascenso, ya tiene diseñada la camiseta para el próximo partido de El Porvenir en la Copa Argentina contra Godoy Cruz. 

Una empresa radicada en Catamarca se encargará de fabricar la nueva indumentaria de la Selección para la Copa América

Fuente: Nueva Rioja – Se trata de la empresa RA Intertrading, dedicada a la confección de indumentaria para reconocidas marcas que visten a la selección nacional de fútbol y a los principales clubes argentinos.

El gobernador Raúl Jalil junto al cosecretario de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, quien llegó a la Provincia para participar de actividades de la central obrera local, visitaron la planta de RA Intertrading, empresa dedicada a la confección de indumentaria para reconocidas marcas que visten a la selección nacional de fútbol y a los principales clubes argentinos. Allí se interiorizaron sobre las nuevas confecciones de camisetas y la marcha de la fábrica que emplea a 180 catamarqueños y catamarqueñas.

Jalil había invitado a Daer a conocer la planta donde la anfitriona y presidenta de la firma, Daniela Rabinovich, mostró las diferentes líneas de producción con sus trabajadores y trabajadoras abocadas a la confección de distintas prendas.

Rabinovich, como nota de color, comentó que se va a fabricar en la planta catamarqueña parte de la indumentaria de la selección nacional de AFA para jugar la próxima Copa América, la que se desarrollará en Estados Unidos en junio próximo. Por su parte, Jalil le ratificó a la empresaria el compromiso de la Provincia en respaldar el trabajo de la empresa que abrió en el 2022 con el acompañamiento en el recuperado predio que perteneció a Yersiplas.

Benito Fernández abrió su tienda en Mercado Libre (con prendas urbanas, desde remeras hasta anteojos de sol)

Fuente: InfoNegocios – Desde el 18 de abril en Mercado Libre está disponible la Tienda Oficial de Benito Fernández. Con esta alianza, el reconocido diseñador de alta costura ampliará sus canales de venta y su presencia en todo el país. Allí el diseñador ofrecerá una colección exclusiva de ropa urbana con una selección de prendas unisex como remeras, buzos, pantalones, bermudas, camperas, chalecos y hasta accesorios. Y estos fueron los looks que más me gustaron.

En el último año, las ventas en la categoría de Moda crecieron un 19% en unidades, con un promedio de 92 millones de visitas mensuales. Esto convierte a Mercado Libre en una ventana importante para que marcas de moda, grandes y pequeñas, puedan expandir su estrategia de comercialización  y llegar a una audiencia masiva de potenciales clientes.

Laura Manzione, directora de Apparel de Mercado Libre Argentina, comenta: “Cada vez más argentinos se animan a comprar indumentaria desde su dispositivo como parte de sus hábitos online y eso nos impulsa a seguir creciendo y mejorando”.

En 2023, las visitas relacionadas con la moda en Mercado Libre superaron los 13.7 millones, lo que refleja un marcado interés de los usuarios por las últimas tendencias. Durante el 2023 se vendió al menos un producto de moda por segundo, con un promedio de 5 ítems por comprador único.  

Con la incorporación de Benito Fernández, ya son más de 160 tiendas oficiales de marcas de moda que confían en Mercado Libre como la principal plataforma de venta online. Entre los beneficios que cuentan las Tiendas Oficiales se pueden destacar: la llegada a un mercado más amplio con envíos gratis y rápidos, la optimización  del stock, las propuestas agresivas de financiación y diversidad de medios de  pago y una oferta de producto disponible las 24 horas, los 365 días del año. 

“Para mí la moda es libertad y conexión. Sé que la inmediatez y calidad son pilares fundamentales. Es por eso que, con inmensa alegría y optimismo, anunciamos la apertura de nuestra Tienda Oficial en Mercado Libre. Latinoamérica es mi hogar y el corazón de mi marca. Esta es una inminente oportunidad sin límites. Hay mucha tela que cortar”, expresa Benito Fernández.

La nueva Tienda Oficial de Benito Fernández ya está disponible en https://tienda.mercadolibre.com.ar/benito-fernandez.

La cadena de valor textil cede terreno año tras año

Fuente: Clarín – Con predominante presencia pyme, la industria textil argentina se ha revelado altamente sensible a las políticas y vaivenes económicos, lo que ha devenido en alternancia de períodos de crecimiento, con creación de empleo, con otros de fuerte destrucción de empresas y de empleo.

Se trata de una cadena de seis eslabones que va agregando valor a medida que se complejiza; desde el algodón, lana o fibras sintéticas, hasta la prenda comercializada al público. Sospechado de ser poco competitivo y dependiente de políticas proteccionistas, el sector textil estuvo entre los que más aumentaron los precios en los últimos años. Frenó un poco a fines del año pasado, cuando según el INDEC el rubro “Prendas de vestir y calzado” acumuló una suba de 169%, contra una suba general de la inflación de 211%.

Pero tanto el Índice Zara, considerado el Big Mac de la indumentaria a nivel internacional, como las estadísticas del INDEC son coincidentes en el sentido de que la ropa argentina es cara. Las explicaciones son diversas: van desde el “costo argentino” pero también apuntan a ineficiencias del propio sector, aun cuando algunos de sus segmentos son muy competitivos.

En toda su extensión, la cadena de valor textil genera 539 mil empleos.

Según un informe de Fundar, un centro dedicado a la investigación de políticas para el desarrollo sustentable, la industria textil es una de las pocas cadenas de valor en la que todos los eslabones son nativos, aunque algunos produzcan con insumos importados.

“En 2005, solo la etapa industrial de la cadena representaba 1,6% del PBI. Hacia 2021 había bajado a 0,9%. La pérdida de participación del sector es un fenómeno mundial derivado del avance de China en el comercio global, con productos a precios muy competitivos y por el espacio que fueron ganando sectores como la industria metalmecánica o química”, dijo Nadia Shuffer, economista e investigadora de Fundar.

Algodón

Javier Koberstein es un productor agrícola de Coronel Du Graty, en el sudoeste de Chaco, que en la última campaña sembró 490 hectáreas de algodón. “Empezamos en noviembre pasado, pero primero las lluvias y luego el calor, que llegó a 50°C, nos obligó a replantar, dos y hasta tres veces. Veníamos de una sequía tremenda de tres años y las lluvias de El Niño nos jugaron una mala pasada”, afirmó.

El productor revela que en ciclos normales, los rindes en la zona pueden superar los 2 mil kilos por hectárea, pero que este año el rendimiento ha sido inferior en cantidad y calidad. “Con suerte llegaremos a 1.000 kilos por hectárea”, estimó Koberstein, quien tiene un solo empleado, pero suele contratar a varios trabajadores para la zafra, lo que considera un verdadero desafío. “Es muy difícil conseguir gente para trabajar, porque no les puedo pagar más de lo que ganan con los planes sociales”.

En la actualidad Argentina produce 250.000 toneladas de algodón, de las que el mercado interno consume 170.000 y el resto se exporta.

Marcelo Falco, secretario de la Asociación Argentina de Productores Algodoneros, dice que el precio del algodón, en calidad media ronda US$1,61 por kg.

“La incidencia de la fibra en el costo final de producción de una prenda suele ser del 4%. El punto de equilibrio para un productor que utiliza tecnología es un rinde de 700 kilos. Si baja de ese valor, pierde plata”, asegura Falco.

Al finalizar la cosecha, el productor contrata los servicios de una desmotadora, especializada en la separación de la fibra, de la semilla y guarda el algodón en fardos de 240 kg. “La fibra limpia y clasificada no solo se cotiza más, sino que además se puede guardar y vender a las hilanderías, cuando mejoren las condiciones”, agrega Koberstein.

Hilanderías y tejeduría

La producción de hilado es el primer eslabón del segmento industrial. A través de una línea de producción de 80 metros de largo, las fibras de algodón se retuercen entre sí, dando lugar a un hilo de color crudo que luego se enrolla en conos.

Jorge Leone, gerente de la hilandería Enod, productora de hilados y tejidos en sus plantas de La Rioja y Morón, señaló que se trata de una actividad intensiva en capital y energía. Hace dos años Enod invirtió US$25 millones en la planta de La Rioja, para producir 1.400 kilómetros de denim por año.

“Utilizamos máquinas muy eficientes y de grandes dimensiones. El 60% de nuestros costos corresponde al insumo, luego viene energía y mano de obra. Al término de la producción de hilado, el valor del producto se ha duplicado respecto al precio original de la fibra”, agregó.

En Textil Iberá, de la localidad correntina de Laguna Brava, reciben el hilado crudo en conos de 4 kilos, con el objetivo de transformarlo en diversas telas o tejidos. Pablo Yeramián, director de la empresa, explicó que los costos se concentran en unos pocos ítem: el hilado, con una incidencia del 40% sobre el total; los químicos, que suelen ser importados (25%), y el resto en mano de obra, carga impositiva y energía.

“Tenemos alrededor del 10% de costo total en fuel oil que alimenta las máquinas de vapor, porque el gas no llega a Corrientes”, señaló.

En Textil Iberá trabajan 100 personas. “En la Argentina hay un circuito viciado, que castiga el valor agregado”, afirmó Yeramián. “Cuanto más valor se agrega, más pesado es el costo país, o lo que es lo mismo, cuanto más cerca de bien primario, más competitivo”.

En este eslabón, el margen de rentabilidad promedio es del 20%. Valor similar al existente en el proceso de tintorería, que dependiendo de la complejidad de los procesos, puede llegar al 28%

Tintorería industrial

Es una de las estaciones clave en el largo camino de transformar el algodón en prendas. Allí la tela procedente de las tejedurías se tiñe, recibe el estampado si corresponde y luego el acabado textil o terminación. En esta etapa el producto se va diferenciando según su espesor, calidad o destino, que puede ser distintos tipos de ropa y también tapicería , cortinería, etc.

Marco Meloni encabeza Italcore, una empresa de 105 empleados distribuidos en dos plantas, y dice que hasta noviembre procesaba hasta un millón de metros de tela al mes, pero en marzo la producción cayó a menos de la mitad.

“Nosotros recibimos la tela cruda y a lo largo de tres días ese producto pasa por 30 máquinas, que están prendidas las 24 horas, en tres turnos. Al final se obtiene la tela con las características a las que se programó la línea”.

Entre 2021 y 2023 la empresa adquirió máquinas de teñir de última generación: una estampadora digital 4.0 y telares de alta velocidad. Una inversión total de US$600 mil. Meloni afirmó que a la salida de su fábrica, un metro de tela gabardina azul, que pesa unos 400 gramos, cuesta $4 mil. En tanto un metro de tela para short de baño, que incluye polyester, unos $2 mil.

Para el empresario, que vende su producción a confeccionistas, mayoristas y grandes marcas, la carga impositiva ronda el 38% y la energía significa el 30% del costo total de producción.

Confección y venta

Mano de obra intensiva por excelencia, la confección de ropa agrega la mayor parte de valor de la cadena, entregando los productos terminados para su venta al público. En buena parte toda la cadena de valor depende de este eslabón.

Hernan Ebekian, titular de Gepetto, fabricante de ropa infantil, dice que un kilo de tela para remeras a mediados de marzo costaba entre $8.500 y $10 mil. Con esa cantidad la empresa podía fabricar seis remeras para chicos de 7 u 8 años, cada una de las cuales cotizaba en la tienda online de la firma entre $6.000 y $7.000, con un descuento del 35%. En Gepetto, con plantas productivas en Catamarca y CABA, los mayores costos recaen en la materia prima y la mano de obra, que se reparte en las funciones de diseño, estampado, corte y costura. En tiempos de atrasos salariales, el costo de la mano de obra cede relevancia.

“Nuestras ventas se frenaron en enero. Hay un cambio casi masivo en la estrategia de compra de nuestros clientes, que demandan pocas unidades: las necesarias para vender en las próximas semanas. No compran camperas o buzos para vender en invierno”, dijo Ebekian.

A diferencia de los shoppings, donde la remarcación suele cuadruplicar el precio mayorista, el empresario señaló que los precios en el canal minorista convencional no suben más allá del 100% del costo. “En nuestro canal de distribución y venta, así como en el de nuestros clientes multimarca, los precios suelen ser el doble de nuestros costos. De lo contrario no logran mantenerse en el mercado formal”, dijo el empresario.

Mientras que circuitos informales como La Salada o avenida Avellaneda, con precios 30% a 40% más bajos, indican que el costo de trabajar en blanco en Argentina es muy caro.

Fabrican medias deportivas, lanzaron una línea low cost y esperan vender 50.000 pares por año

Fuente: Ámbito – Dos jóvenes emprendedores argentinos anunciaron el lanzamiento de una línea económica de medias antideslizantes. En esta primera etapa incluye 4 productos con un precio hasta un 45 % menor respecto a la línea Fox Socks.

La empresa de medias deportivas Tifox lanza Kick Off, una nueva línea económica con precios bajos, que incluirá en esta primera etapa cuatro productos: medias ¾ antideslizantes, pantorrilleras, medias largas con antideslizante y soquetes antideslizantes. Todos estos productos se lanzan en distintos colores y talles destinados tanto a hombres y mujeres como niños.

«Pudimos entender que si bien somos una marca en cuyo ADN prima fuertemente nuestra diferenciación por la calidad, y a partir de la cual logramos crear un importante sentido de pertenencia en nuestro público, en este contexto país se hacía necesario ofrecerle a nuestros seguidores alternativas igualmente atractivas y duraderas pero con precios más reducidos», detalló Nicolas Sigal, CEO de la empresa de medias.

«Por este motivo, y para compensar la fidelidad de nuestros compradores, desarrollamos esta línea que llegará al público con precios hasta un 45% más bajos respecto al de nuestras clásicas medias antideslizantes de la línea Fox Socks», agregó.

Para su desarrollo, la empresa piensa en realizar una inversión de hasta $12.000.000, que incluirá una campaña publicitaria con acciones relacionadas con el marketing digital. Para el primer trimestre estiman producir unos 12.000 pares apuntando a terminar el año vendiendo encima de los 50.000 pares de esta nueva línea, que anuncian irán ampliando con nuevos productos.

«A la hora de desarrollar esta línea, y con el objetivo de optimizar costos, elegimos apuntar a una media minimamente más liviana con la que se pudiera ganar tiempo en máquina», dijo Ramiro Zigelbaum, director del área de producto e innovación.

Además, Zigelbaum explicó que esta línea «demandó muchos meses de trabajo lograr un punto de equilibrio para arribar así a un grupo de artículos más accesibles sin que tuviésemos que resignar los parámetros de calidad que manejamos como empresa».

«Tenemos muy claro que, para formar parte de la familia Tifox, los productos sí o sí tienen que ser buenos. Una máxima que aplicamos a diario y a fondo para mejorar la totalidad de nuestra producción», aseguró.

Tommy Cohen, CFO de Tifox, afirmó que la intención con estos productos low cost se enmarcan en una estrategia federal. «Es que ambas líneas –Fox Socks y Kick Off- coexistan en la gran mayoría de nuestros puntos de venta, porque entendemos que la marca es aspiracional y precisa llegar a todo el país acompañando a nuestros clientes en su cotidianeidad deportiva. A pesar de la actual situación, tenemos mucha fé y seguimos apostando por el país. Así es como tenemos en carpeta muchos proyectos de lanzamientos y distintas innovaciones para seguir creciendo como empresa», señaló.

Emprendedores de la ropa deportiva: la historia de una empresa de medias

La empresa nació como Fox Socks en el 2019, cuando Nicolas Sigal, de 22 años, y Tommy Cohen, de 22 años, compañeros de la escuela ORT, volvieron de su viaje de egresados. Fanáticos del deporte, habían advertido que en Europa los jugadores de fútbol utilizaban medias antideslizantes, un producto que en esos tiempos recién comenzaba a difundirse en ese continente.

Con solo 19 años, los dos amigos decidieron desarrollar estos imprescindibles accesorios y al poco tiempo las medias de fútbol ¾ antideslizantes se habían convertido en el producto estrella de la marca. Pronto sumaron también productos para otras disciplinas deportivas como running, yoga, cushioned, technical y pilates.

Se trata de medias de muy buena calidad, a las que, luego del proceso de costura, se le suma en la base un estampado antideslizante. Esta tecnología de gomas antideslizantes ofrece una mejor fijación del pie en el calzado y previene además lesiones de tobillo y ampollas, a la vez que aumenta el rendimiento.

En 2023 iniciaron un proceso de rebranding y expansión bajo la marca Tifox en el que a las medias sumaron el lanzamiento de nuevos productos vinculados a la indumentaria deportiva –conjuntos de short, remera y musculosa para el verano y remeras y calzas térmicas que concentran el calor del cuerpo y resultan ideales para la competencia y los entrenamientos – y accesorios como botineros, necesers, ojotas, aromatizadores deportivos para bolsos y calzado, canilleras y muñequeras.

No tenían para comer y vendieron el microondas para crear una marca de ropa: “Con esa plata compramos la tela”

Fuente: TN – Juan y Eveling contaban las monedas que les quedaban cuando pensaron en desprenderse de los electrodomésticos y comenzar de nuevo. Hoy fabrican ropa de bebés para todos el país y le dan empleo a 14 personas.

A Juan Ramírez y Eveling Villena los atravesó la necesidad. Ambos nacidos en Bolivia, vivieron realidades distintas durante la adolescencia y se encontraron en un escenario similar cuando aún no habían cumplido los 18 años.

Él llegó a la Argentina a los 16. Lo trajo un tío lejano que le prometió trabajo en un taller de ropa. “Un taller clandestino, en donde trabajaba de 8 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Dormía ahí adentro y nos daban comida”, contó a TN.

Ella, en cambio, emigró de su país a los 4 junto a su familia. “Mi papá vino con otras posibilidades de trabajo. Hacía estructuras mecánicas y solo trabajaba él. Pero lo asesinaron durante un asalto cuando tenía 15. A partir de ahí mi vida cambió”.

Si bien tenían una casa y un seguro que les permitió vivir dos años con comodidad, Eveling debió buscar un trabajo porque a su madre, que trabajaba como empleada doméstica, tampoco le alcanzaba el dinero. “Cuidé chicos, atendí una verdulería y vendí ropa, hasta que también ingresé a un taller clandestino de costura”, explicó.

Juan y Eveling tienen tres hijos: Janice, Juan y Lucía (Foto: gentileza Juan Ramírez).
Juan y Eveling tienen tres hijos: Janice, Juan y Lucía (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Mientras Juan enviaba parte del dinero que ganaba a Bolivia para ayudar a sus hermanos, Eveling hacía malabares para viajar a la facultad y poder comprar los apuntes para terminar el CBC. “Lo pude realizar, pero tuve que dejarlo porque no me alcanzaba el dinero”, dijo.A Juan Ramírez y Eveling Villena los atravesó la necesidad. Ambos nacidos en Bolivia, vivieron realidades distintas durante la adolescencia y se encontraron en un escenario similar cuando aún no habían cumplido los 18 años.

Él llegó a la Argentina a los 16. Lo trajo un tío lejano que le prometió trabajo en un taller de ropa. “Un taller clandestino, en donde trabajaba de 8 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Dormía ahí adentro y nos daban comida”, contó a TN.

Ella, en cambio, emigró de su país a los 4 junto a su familia. “Mi papá vino con otras posibilidades de trabajo. Hacía estructuras mecánicas y solo trabajaba él. Pero lo asesinaron durante un asalto cuando tenía 15. A partir de ahí mi vida cambió”.

Si bien tenían una casa y un seguro que les permitió vivir dos años con comodidad, Eveling debió buscar un trabajo porque a su madre, que trabajaba como empleada doméstica, tampoco le alcanzaba el dinero. “Cuidé chicos, atendí una verdulería y vendí ropa, hasta que también ingresé a un taller clandestino de costura”, explicó.

Actualmente tienen 14 empleados (Foto: gentileza Juan Ramírez).
Actualmente tienen 14 empleados (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Mientras Juan enviaba parte del dinero que ganaba a Bolivia para ayudar a sus hermanos, Eveling hacía malabares para viajar a la facultad y poder comprar los apuntes para terminar el CBC. “Lo pude realizar, pero tuve que dejar porque no me alcanzaba el dinero”, dijo.

Para ese entonces, Janice (14), su hija más grande, tenía 7 y Juan (11), el del medio, 4. Lucía, la más pequeña que actualmente tiene un año y medio, no había nacido.

En búsqueda de un mejor pasar, Juan abandonó el rubro textil e ingresó como empleado en una empresa que brindaba servicios de seguridad en countries privados. Sin embargo, la paga era mucho menor de la pactada: “Me descontaban la ropa y otros servicios, el primer mes cobré casi la mitad de lo hablado. Y al segundo mes me fui”.

La pareja alquila un depósito en donde tiene el taller de costura (Foto: gentileza Juan Ramírez).
La pareja alquila un depósito en donde tiene el taller de costura (Foto: gentileza Juan Ramírez).

“No teníamos para comer y no podíamos pedirle prestado a nadie. Tampoco teníamos para pagar la terapia para Juan, que necesitaba ir a una fonoaudióloga por un trastorno en el lenguaje que no le permitía hablar”, recordó Eveling.

Una noche, sentados alrededor de la mesa y contando las monedas que cada uno conservaba, entendieron que así no podían seguir.

Vendieron la licuadora y el microondas para crear una marca de ropa

“El motor fue Eveling que me dijo: ‘Voy vender los electrodomésticos y a comprar tela’”, contó Juan. Ella agregó: “Teníamos las máquinas de Juan, porque un montón de veces trabajamos como tercerizados. Se nos acumulaban las deudas, fue muy duro”.

Aquella idea disparó una primera producción que vendieron al instante. Previo a eso, se deshicieron del microondas y la licuadora: “Con ese dinero compramos 10 metros de tela. Y todo lo que ganábamos lo reinvertíamos en la tela, la cual comprábamos en Once. Pero nos empezó a ir bien y llegó la pandemia”, relató Juan.

Comenzaron a confeccionar la ropa luego de vender la licuadora y el microondas (Foto: gentileza Juan Ramírez).
Comenzaron a confeccionar la ropa luego de vender la licuadora y el microondas (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Como conservaban bastante stock para producir, decidieron confeccionar barbijos, un bien preciado en el inicio de la cuarentena. Aquel rebusque sirvió para pasar los primeros meses. Sin embargo, una vez que las farmacias se stockearon, volvieron a pensar en un nuevo negocio.

Se especializaron en ropa para bebés, un rubro conocido por Eveling, que previamente se había dedicado a confeccionar algunas prendas para vender en otra feria: “Sabía lo que funcionaba y lo que a la gente le gustaba”, indicó.

Con la ayuda de viejos clientes y las redes sociales, empezaron a vender ropa en distintos puntos del país. El éxito era tal que pasaron de comprar de a cinco o diez metros de tela a encargar tres rollos completos: “Nunca nos había pasado. Incluso el día que lo hicimos no teníamos flete, así que viajamos en colectivo y en tren con los rollos encima”, expresó Juan.

"Cuchis", la marca de ropa de bebés que ambos montaron en Flores (Foto: gentileza Juan Ramírez).
«Cuchis», la marca de ropa de bebés que ambos montaron en Flores (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Como los pedidos se acumulaban, ambos empezaron a darse cuenta de que podían volverse fabricantes mayoristas de ropa de bebés. Y así nació Cuchis, una marca que pasó de tener a dos dueños cosiendo a 14 empleados en blanco, un local a la calle en Flores y una fábrica que produce para decenas de clientes distribuidos en todo la Argentina.

Ahora que pueden darse el gusto de comer lo que deseen, el próximo sueño es comprar un lote para dejar de alquilar y montar allí una fábrica más amplia. “Tenemos una camioneta vieja, no nos damos ningún lujo. Todo lo reinvertimos para crecer”, sostuvo Eveling.

“Fuimos constantes, aún en los peores momentos quisimos levantarnos. Entendemos que uno se puede esforzar a querer hacer un buen trabajo. Siempre apuntar a que sea un buen trabajo y a hacerlo en equipo. Porque a una persona sola le cuesta, es difícil hacerlo solo, y nosotros, de a dos, siempre nos animamos cuando el otro se caía”, remarcó Juan.

Ambos sueñan con comprarse un lote y construir allí la fábrica (Foto: gentileza Juan Ramírez).
Ambos sueñan con comprarse un lote y construir allí la fábrica (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Eveling continuó: “Si tuviese que dar consejo es que nunca se den por vencidos. A pesar de tropezar muchas veces y de que nadie confíe en vos”.

Y completó: “A pesar de ser fabricantes, sabemos que vendemos un servicio. Y estamos acá gracias a nuestros clientes, a quienes le debemos la posición en la que estamos. Amamos nuestro trabajo y damos el 100%. Eso se siente”.

Para ese entonces, Yanisse (14), su hija más grande, tenía 7 y Juan (11), el del medio, 4. Lucía, la más pequeña que actualmente tiene un año y medio, no había nacido.

En búsqueda de un mejor pasar, Juan abandonó el rubro textil e ingresó como empleado en una empresa que brindaba servicios de seguridad en countries privados. Sin embargo, la paga era mucho menor de la pactada: “Me descontaron la ropa y otros servicios, el primer mes cobré casi la mitad de lo hablado. Y al segundo mes me fui”.

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“No teníamos para comer y no podíamos pedirle prestado a nadie. Tampoco teníamos para pagar la terapia para Juan, que necesitaba ir a una fonoaudióloga por un trastorno en el lenguaje que no le permitía hablar”, recordó Eveling.

Una noche, sentados alrededor de la mesa y contando las monedas que cada uno conservaba, entendieron que así no podían seguir.

Vendieron la licuadora y el microondas para crear una marca de ropa

“El motor fue Eveling que me dijo: ‘Voy a vender los electrodomésticos y a comprar tela’”, contó Juan. Ella agregó: “Teníamos las máquinas de Juan, porque un montón de veces trabajamos como tercerizados. Se nos acumulaban las deudas, fue muy duro”.

Aquella idea disparó una primera producción que vendieron al instante. Previo a eso, se deshicieron del microondas y la licuadora: “Con ese dinero compramos 10 metros de tela. Y todo lo que ganábamos los reinvertíamos en la tela, la cual comprábamos en Once. Pero nos empezó a ir bien y llegó la pandemia”, relató Juan.

La pareja vende la ropa que confeccionan en todo el país (Foto: gentileza Juan Ramírez).
La pareja vende la ropa que confeccionan en todo el país (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Como conservaban bastante stock para producir, decidieron confeccionar barbijos, un bien preciado en el inicio de la cuarentena. Aquel rebusque sirvió para pasar los primeros meses. Sin embargo, una vez que las farmacias se stockearon, volvieron a pensar en un nuevo negocio.

Se especializaron en ropa para bebés, un rubro conocido por Eveling, que previamente se había dedicado a confeccionar algunas prendas para vender en otra feria: “Sabía lo que funcionaba y lo que a la gente le gustaba”, indicó.

Con la ayuda de viejos clientes y las redes sociales, empezaron a vender ropa en distintos puntos del país. El éxito era tal que pasaron de comprar de a cinco o diez metros de tela a encargar tres rollos completos: “Nunca nos había pasado. Incluso el día que lo hicimos no teníamos flete, así que viajamos en colectivo y en tren con los rollos encima”, expresó Juan.

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Como los pedidos se acumulaban, ambos empezaron a darse cuenta de que podían volverse fabricantes mayoristas de ropa de bebés. Y así nació Cuchis, una marca que pasó de tener a dos dueños cosiendo a 14 empleados en blanco, un local a la calle en Flores y una fábrica que produce para decenas de clientes distribuidos en todo la Argentina.

Ahora que pueden darse el gusto de comer lo que deseen, el próximo sueño es comprar un lote para dejar de alquilar y montar allí una fábrica más amplia. “Tenemos una camioneta vieja, no nos damos ningún lujo. Todo lo reinvertimos para crecer”, sostuvo Eveling.

“Fuimos constantes, aún en los peores momentos quisimos levantarnos. Entendemos que uno se puede esforzar a querer hacer un buen trabajo. Siempre apuntar a que sea un buen trabajo y a hacerlo en equipo. Porque a una persona sola le cuesta, es díficil hacerlo solo, y nosotros, de a dos, siempre nos animamos cuando el otro se caía”, remarcó Juan.

Ambos sueñan con comprarse un lote y construir allí la fábrica (Foto: gentileza Juan Ramírez).
Ambos sueñan con comprarse un lote y construir allí la fábrica (Foto: gentileza Juan Ramírez).

Eveling continuó: “Si tuviese que dar consejo es que nunca se den por vencidos. A pesar de tropezar muchas veces y de que nadie confíe en vos”.

Y completó: “A pesar de ser fabricantes, sabemos que vendemos un servicio. Y estamos acá gracias a nuestros clientes, a quienes le debemos la posición en la que estamos. Amamos nuestro trabajo y damos el 100%. Eso se siente”.