Fuente: Telam – Hasta el jueves 3 de agosto está planteada la inscripción para un evento que se desarrollará en la ciudad de Salento entre el 12 y el 17 de septiembre, con el fin de «celebrar el talento creativo» en la industria de la moda.
Se abrió la convocatoria hasta el jueves 3 de agosto para diseñadores de moda y modelos argentinos que quieran participar en el Mad Mood Milano Fashion Week, un evento que se desarrollará en Salento a mediados de septiembre, con el propósito de «celebrar el talento creativo» en la industria de la moda.
Modelos, diseñadores, emprendedores y estudiantes de carreras afines a la moda son los perfiles profesionales a los que está orientada la convocatoria que realiza Andy Garmendia, conductora de televisión y radio, productora y empresaria textil, según se informó en un comunicado.
La iniciativa cuenta con el apoyo de Mariana Miceli, presidente de Mad Mood Milano Fashion Week.
Quienes estén interesados pueden obtener más información en el sitio web https://madmoodfashionweek.my.canva.site/ y/o comunicarse a través del correo electrónico andrea.garmendia@yahoo.com.ar.
El Mad Mood Fashion Week Milano – International Fashion Award es «un prestigioso evento de moda que tiene como objetivo celebrar el talento creativo de diseñadores internacionales, promoviendo la autenticidad y accesibilidad», consignó el comunicado de prensa de quienes impulsan la convocatoria a modelos y diseñadores argentinos.
El evento, que será realizado entre el 12 y el 17 de septiembre, «incluye una serie exclusivos espectáculos de moda, sesiones de fotos, y fiestas, que tendrán lugar en cinco municipios de Salento, cuidadosamente seleccionados por sus características de autenticidad y encanto».
El comunicado agregó que, «durante lo que dura el evento, cada día habrá un desfile de moda de un diseñador internacional y un desfile de moda de un diseñador de (la región italiana de) Apulia. Ambos presentando sus colecciones de moda únicas. Esta combinación le permitirá explorar estilos e influencias de todo el mundo, al mismo tiempo que destaca el talento local y la excelencia del Made in Puglia».
Fuente: Ámbito – En la previa al lanzamiento de la temporada primavera/verano 2023/24 para bebés y niños, se detallan 5 casos de éxito de emprendedurismo. Uno pertenece a la influencer Belu Lucius.
En la previa a la Expo Mabyn, el evento más importante de la moda infantil que se desarrolla este fin de semana en Parque Norte, se detallan 5 historias de emprendimientos textiles inspiradores, como anticipo del lanzamiento de la temporada primavera/verano 2023/24 para bebés y niños.
Anchus, de Andrea Alsina
Trabajaba en un banco internacional cuando comenzó su propio proyectos para niños, con la llegada de la pandemia sobrevivió produciendo barbijos y logró mantener intacta la nómina de empleados y colaboradores. Informate más
Zuppa, el emprendimiento familiar que nació de la crisis de 2001
La abuela Nelly, su hija Anabella y su nuera Ana montaron una góndola multimarca en unas Galerías Pacífico prácticamente desocupadas. Crecieron rápidamente con la llegada de turistas y comenzaron a producir exclusivamente para su marca,con diseños propios,coloridos y originales.
Globito Team
En 2017 tras la declaración de la quiebra quienes hasta entonces se encargaban de hacer las prendas para niños y bebés consiguieron lo imposible: recuperar la compañía y transformarla en una cooperativa. Dos meses después de este logro, entregaron la colección completa de 37 piezas a 12 provincias.
Hoy, su colección alcanza los 160 artículos confeccionados íntegramente en algodón y tienen como próximo desafío incorporar tecnología para realizar íntegramente las prendas en sus instalaciones.
Pako Peko, moda inclusiva
Este emprendimiento cordobés es mucho más que una marca de ropa de bebés y niños. Se define como un hecho artístico-sociológico. En sus inicios, hace 13 años, los vecinos fueron protagonistas de una de las primeras sesiones de fotos y una de ellas tenía Síndrome de Down. Esto inspiró la línea que tomarían en adelante: dar un valor agregado a cada prenda. Talles reales, diseños con estampas de Braille, pictogramas y lenguas de señas, estampas para niños con neuro divergencias, prendas para rayar, pintar, interactuar son algunas de las novedades que introdujeron en su marca para que todos sean parte.
Julia Urquiza, la creadora, asegura que “con la ayuda de profesionales de diferentes disciplinas, logramos convertir lo que era un sueño en una empresa”.
V-raptor, de Javi Ortega Desio y Belu Lucius
Ella es conocida por ser una exitosa influencer en redes sociales y por participar de programas de TV como MasterChef. Otro costado profesional se vincula a lo empresarial, ya que crearon junto a su marido, el ex puma Javier Ortega Desio, su propia marca para bebés y niños: Vraptor. La caracterizan diseños de estampados exclusivos para todas las edades.
Bajo el lema “Apostamos a la producción nacional para revalorizar la industria argentina y dar nuevas fuentes de trabajo”, sus prendas pueden adquirirse en el ecommerce de la marca, llegan a todo el país y desde muy poco también a Uruguay.
¿Qué es la Expo Mabyn?
La 76° edición de Expo Mabyn, evento que reúne a las marcas de indumentaria para bebés y niños llega al Golden Center de Parque Norte donde reunirá 50 colecciones de 50 marcas de diseñadores y fabricantes de indumentaria argentinos.
¿Cuándo se realiza?
El sábado 22 y el domingo 23, de 10 a 19 horas, el Salón Fresno del primer piso del Golden Center será el escenario del evento exclusivo para comerciantes en el que se presentará la temporada primavera-verano 2023/24. Además, habrá combis gratuitas desde Plaza Italia.
¿Qué se podrá encontrar en la expo?
En esta edición, en la expo podrá encontrarse indumentaria para bebés y niños, accesorios, calzado y productos de futura mamá con entrada gratuita, sólo es necesario acreditarse al llegar con CUIT y DNI.
¿Quién la organiza?
Este evento, cuya edición actual es la N°76, está organizada por la Cámara Argentina de Indumentaria de Bebés y Niños (CAIBYN) para reunir y acompañar a los textiles del país en el encuentro más importante para mayoristas. Desde 1992, asiste a los asociados para atender sus necesidades y cuidar sus intereses.
“La cámara nace de una necesidad de las marcas y los/as emprendedores/as de tener un espacio común,de encuentro donde hay una colaboración constante entre todos y nos asesoramos y apoyamos entre nosotros”, cuenta el presidente de CAIBYN, Hernán Ebekian.
Además, explica que: “Expo MABYN es un punto de encuentro que nos permite dar visibilidad a las tendencias y novedades del sector, y que todos los socios tengamos contacto directo con los clientes 2 veces al año, que son quienes llevan los productos a todas las provincias”.
Fuente: @expomabyn – Será el lanzamiento de la temporada primavera/verano 2023/24 para bebés y niños y convoca a mayoristas de todo el país que viajan especialmente ya que es el único evento de este tipo. 5 historias de emprendimientos inspiradores y la participación de Belu Lucius y Javi Ortega Desio con su marca.
La 76° edición de Expo Mabyn, evento que reúne a las marcas de indumentaria para bebés y niños llega al Golden Center de Parque Norte donde reunirá 50 colecciones de 50 marcas de diseñadores y fabricantes de indumentaria argentinos.
El sábado 22 y el domingo 23, de 10 a 19 horas, el Salón Fresno del primer piso del Golden Center será el escenario del evento exclusivo para comerciantes en el que se presentará la temporada primavera-verano 2023/24. Además, habrá combis gratuitas desde Plaza Italia.
En esta edición, en la expo podrá encontrarse indumentaria para bebés y niños, accesorios, calzado y productos de futura mamá con entrada gratuita, sólo es necesario acreditarse al llegar con CUIT y DNI.
Este evento, cuya edición actual es la N°76, está organizada por la Cámara Argentina de Indumentaria de Bebés y Niños (CAIBYN) para reunir y acompañar a los textiles del país en el encuentro más importante para mayoristas. Desde 1992, asiste a los asociados para atender sus necesidades y cuidar sus intereses.
“La cámara nace de una necesidad de las marcas y los/as emprendedores/as de tener un espacio común,de encuentro donde hay una colaboración constante entre todos y nos asesoramos y apoyamos entre nosotros”, cuenta el presidente de CAIBYN, Hernán Ebekian. Además, explica que: “Expo MABYN es un punto de encuentro que nos permite dar visibilidad a las tendencias y novedades del sector, y que todos los socios tengamos contacto directo con los clientes 2 veces al año, que son quienes llevan los productos a todas las provincias”
5 historias inspiradoras de emprendedores nacionales
Entre los expositores hay emprendedores de todo el ámbito nacional con diversos orígenes. Por ejemplo:
Anchus, de Andrea Alsina, quien trabajaba en un banco internacional cuando comenzó su propio proyectos para niños, con la llegada de la pandemia sobrevivió produciendo barbijos y logró mantener intacta la nómina de empleados y colaboradores.
Otro caso es el de Zuppa es un emprendimiento familiar que nació de la crisis de 2001. La abuela Nelly, su hija Anabella y su nuera Ana montaron una góndola multimarca en unas Galerías Pacífico prácticamente desocupadas. Crecieron rápidamente con la llegada de turistas y comenzaron a producir exclusivamente para su marca,con diseños propios,coloridos y originales.
Globito Team:En 2017 tras la declaración de la quiebra quienes hasta entonces se encargaban de hacer las prendas para niños y bebés consiguieron lo imposible: recuperar la compañía y transformarla en una cooperativa. Dos meses después de este logro, entregaron la colección completa de 37 piezas a 12 provincias. Hoy, su colección alcanza los 160 artículos confeccionados íntegramente en algodón y tienen como próximo desafío incorporar tecnología para realizar íntegramente las prendas en sus instalaciones.
Pako Peko, moda inclusiva. Este emprendimiento cordobés es mucho más que una marca de ropa de bebés y niños. Se define como un hecho artístico-sociológico. En sus inicios, hace 13 años, los vecinos fueron protagonistas de una de las primeras sesiones de fotos y una de ellas tenía Síndrome de Down. Esto inspiró la línea que tomarían en adelante: dar un valor agregado a cada prenda.
Talles reales, diseños con estampas de Braille, pictogramas y lenguas de señas, estampas para niños con neuro divergencias, prendas para rayar, pintar, interactuar son algunas de las novedades que introdujeron en su marca para que todos sean parte. Julia Urquiza, la creadora, asegura que “con la ayuda de profesionales de diferentes disciplinas, logramos convertir lo que era un sueño en una empresa”.
V-raptor de Javi Ortega Desio y Belu Lucius: Ella es conocida por ser una exitosa influencer en redes sociales y por participar de programas de TV como MasterChef. Otro costado profesional se vincula a lo empresarial, ya que crearon junto a su marido, el ex puma Javier Ortega Desio, su propia marca para bebés y niños: Vraptor. La caracterizan diseños de estampados exclusivos para todas las edades. Bajo el lema “Apostamos a la producción nacional para revalorizar la industria argentina y dar nuevas fuentes de trabajo”, sus prendas pueden adquirirse en el ecommerce de la marca, llegan a todo el país y desde muy poco también a Uruguay.
Fuente: @santistaworkwear @santistajw – Indian Creek, la marca de la bordadora e ilustradora Lara Tavacca, busca promover el diseño local, artesanal y tradicional a través de la intervención de prendas.
Santista, la textil líder, busca redoblar la apuesta una vez más y presenta una cápsula junto aIndian Creek, la marca creada en 2016 que elabora bordados sobre prendas, deco y accesorios. Esta iniciativa se suma al largo recorrido de la empresa textil y de la marca de diseño independiente, como líderes en materia de innovación, creatividad y prácticas responsables con el medioambiente.
Santista realizó un gran trabajo de campo analizando marcas y negocios de nicho, que promuevan la sustentabilidad y el trabajo artesanal, y por eso encontró en Indian Creek un aliado ideal. El objetivo del proyecto se centró en crear una cápsula de 4 prendas intervenidas 100% a mano, teniendo como base una gabardina teñida con colorantes naturales.
“Algo que me encantó sobre la propuesta de Santista fue conocer su sello Good Denim. Además, los colores utilizados para bordar se fusionaron con el color Callico de su paleta de Colorantes Naturales, lo que conecta perfectamente con el trabajo manual. El mix entre el bordado tradicional y las técnicas actuales nos brinda una conexión y un resultado mucho más hogareño y cálido. El simple hecho de que estas prendas estén intervenidas por bordados y teñidas con tintes naturales las hace más únicas, les da un toque especial y refleja un mensaje de concientización”, afirma Lara Tavacca, creadora de Indian Creek.
Una de las iniciativas que la compañía introdujo en su proceso creativo fue la utilización de colorantes naturales que nacen a partir del proceso de teñidos basados en compuestos orgánicos extraídos de plantas, insectos o minerales, llamados extractos tintóreos naturales.
Estos compuestos no contienen componentes químicos derivados del petróleo, ni son perjudiciales para la salud y el ambiente. Además, presentan colores cuyas gamas según concentración y procesos de teñido ofrecen una paleta muy afín con los colores de la naturaleza.
Bajo el sello Good Denim, Santista busca formar parte de un cambio necesario e imprescindible con el objetivo de proteger nuestros recursos naturales. Este sello engloba las acciones industriales con impacto positivo sobre toda la cartera de productos, tanto en Denim como Kolor.
Sobre Santista:
Santista Argentina, con una trayectoria de más de 96 años en el país, ocupa una posición de liderazgo como productora mundial de tejidos planos para indumentaria profesional, denim y kolor. La compañía se destaca por crear soluciones innovadoras e integradas en el sector textil. Su posicionamiento se extiende tanto a nivel nacional como internacional, brindando a sus clientes el más completo portfolio de productos, servicios y soluciones.
Santista abarca dos unidades de negocios: Santista Jeanswear, líder en la producción de Denim diferenciado y Kolor; y Santista Workwear, líder en producción y comercialización de tejidos para indumentaria de trabajo con sus marcas OMBU, Grafa70 y su sistema de Garantía Total. Con más de 900 empleados, una planta en Tucumán y oficinas comerciales en Buenos Aires.
Santista posee en su ADN, innovación, sustentabilidad y un claro enfoque en la calidad, generando relaciones de confianza y proporcionando bienestar y seguridad.
Fuente: La Nación – El comité de la Moda, presidido por Valeria Mazza, entregó su propia estatuilla a los ganadores del outfit masculino y femenino, durante la 51° gala de entrega de premios
La 51° gala de los Martín Fierro se celebró en la noche de este domingo, en el Hotel Hilton del barrio de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires. La entrega de premios de la Asociación de Periodistas de la Televisión y Radiofonía Argentinas (Aptra) comenzó a las 21 horas, pero los invitados desfilaron por la alfombra roja desde las 19. Entre las celebridades argentinas que asistieron a la ceremonia, hubo algunas que protagonizaron los mejores 20 looks, según un jurado de especialistas en moda.
La noche culminó con la entrega del galardón de Oro a Gran Hermano (Telefe), que arrasó en la gala con cuatro estatuillas y llevó a su conductor Santiago del Moro y a varios exparticipantes del reality sobre el escenario, visiblemente emocionados e inundados de festejo. Pero las categorías a las que estaban nominados las producciones y los asistentes no fueron los únicos aspectos valorados.
Paralelamente a la ceremonia, se celebró una consideración con respecto a los diseñadores, modelos, fotógrafos, asesores de imagen, estilistas, conductores, cantantes, periodistas y figuras del mundo del espectáculo; que fueron valorados en torno a su estilo, habilidades y trayectoria en el mundo de la moda y que también recibieron su estatuilla dorada. Así, el Jurado de Honor del Martín Fierro de la Moda, presidido por Valeria Mazza, seleccionó los mejores looks de la gala de premios 2023.
“La moda va más allá de una prenda, determinadas texturas o algunos colores”, señalaron desde la organización. Y apuntaron: “Define la época en que se vive, es el reflejo social y la manera de comunicar quiénes somos; trasciende por quiénes la llevan y construye un estilo que identifica”.
Los looks más votados
Entre los looks femeninos que desfilaron por la alfombra roja, el Jurado de Honor del Martín Fierro de la Moda seleccionó 10 de ellos a destacar, entre los cuales los seguidores de la 51° ceremonia votaron a su favorito. Así, Carolina “Pampita” Ardohain, Natalia Oreiro, Juana Viale, Wanda Nara, Violeta Urtizberea, María Belén Ludueña, Verónica Lozano, Priscila Crivocapich, Cristina Pérez y Paola Krum; lideraron el ranking a mejores outfits.
En tanto, los seguidores de la entrega de premios reclamaron laausencia de Julieta Poggio, que lució dos elegantes vestidos inspirados en dos estrellas internacionales. El primero, con el que desfiló en la alfombra roja, tenía la firma de Verónica de la Canal y recordó a Rihanna, con un estilo gótico en tonos negros. En segundo lugar, basado en la Britney Spears del año 2000, la finalista de Gran Hermano lució un “vestido joya”, bordado en azabaches y cristales sobre una base en tul de seda, bajo la firma de Ana Pugliesi.
Por otro lado, los mejores 10 looks masculinos los encarnaron Benjamín Vicuña, Iván de Pineda, Marcos Ginocchio, Mauro Icardi, Santiago del Moro, Leandro Leunis, Rodrigo Gascón, Fernando Dente, Jorge Lanata y Michel Noher.
Quiénes fueron los ganadores
En la categoría femenina, el triunfo se lo llevó Pampita, con un vestido en tonos rosados bajo la firma de Carolina Herrera. La modelo acompañó su conjunto con un colgante, pulseras y anillos a juego en tonos plata.
Paradójicamente, el ganador al mejor look masculino fue Benjamín Vicuña, con un traje de Key Biscayne. En tanto, ambos protagonizaron un inesperado y divertido reencuentro sobre el escenario de los Martín Fierro, previo a que el actor chileno recibiera el galardón a Mejor Actor Protagonista de Ficción, por El primero de nosotros. Pampita estaba nominada a Mejor Conductora por su trabajo en El Hotel de los Famosos (eltrece).
Una productora de moda rosarina creó la marca Bobby & Poppy, se hizo fuerte en el mercado y vende 15 mil prendas por temporada.
La emprendedora rosarina Gisel Moreno creó Bobby & Poppy, hizo fuerte la marca en el mercado y ya vende 15 mil prendas por temporada.
Gucci, Prada, Louis Vuitton, Versace ya lo hacen. Es un negocio que en Europa mueve 100.000 millones de euros al año. Se trata del diseño y fabricación de ropa de lujo para mascotas, tanto perros como gatos, cuyos propietarios quieren que sus acompañantes estén a tono con su look. En esa idea se inspiró una emprendedora rosarina, Gisela Moreno, que venía de haber trabajado 20 años en el negocio de la moda tradicional e imaginó que faltaba en el país una marca de calidad de indumentaria para mascotas. Así nació, en la post pandemia, Bobby & Poppy, una marca con una buena penetración en el mercado donde el 60% de lo que producen ya lo venden en veterinarias premium de Buenos Aires.
Foto gentileza Bobby & Poppy
Gisela es diseñadora de indumentaria, estudió diseño gráfico y producción de moda. Tiene, claro, dos mascotas propias y cuenta en esta entrevista que cuando hacía fotos para sus redes no le gustaba la ropa que tenían y las fotos no se veían bien. Esos polars de colores estridentes no tenían nada que ver con la decoración del lugar o con los colores que ella estaba usando en esa temporada. Entonces ahí pensó que había un nicho para explorar, porque en un mundo donde la fotografía pasó a tener un lugar de centralidad, darle ese plus debía funcionar. “Me propuse hacer una línea de colección de moda para mascotas, manteniendo la estética acorde a lo que son las tendencias reales de la moda femenina”, cuenta a Negocios y agrega un dato más, ella vive parte del año en Estados Unidos donde compraba mucha ropa para mascotas y cuando llegaba a Rosario siempre le preguntaban de dónde eran esas prendas. Ese dato también le dio empuje para pensar que había ahí una oportunidad.
Hay diseños de distintos tipos, uno más americano, otro más clásico y el último más estilo inglés.
Foto gentileza Bobby & Poppy.
Así empezó a idear el negocio buscando los mejores proveedores para desarrollar las prendas. En ese tiempo de investigación, pensó que lo mejor era hacer sweaters tejidos utilizando lana 100% vegana con colores tierra que se obtienen de reciclar los residuos de la producción textil nacional, con packaging eco friendly y perchas de cartón reciclado. “Lo que se obtienen son lo que se llaman colores quebrados, no son puros, sino mezclados, más terrosos y no se pueden teñir, ni agregar anilina, para que el producto se conserve 100% ecológico”, añade Gisela.
Los diseños son todos de la emprendedora y cambian en cada temporada de invierno porque se inspiran en la moda vigente. Fabrican de todos los tamaños, desde el XS para animales de un peso aproximado de 2 kilos, hasta un XL que llega hasta los 40 kilos, el costo promedio es de unos $8.000 por prenda y venden unas 15 mil prendas por temporada. Ahora bien, el canal de venta no es el minorista, sino que comercializan el producto exclusivamente en el canal mayorista. Tienen de clientes a veterinarias de todo el país, donde la marca Natural Life es la que más vende en Buenos Aires, pero tienen un buen mercado también en Rosario y lugares puntuales como Cariló en la costa argentina, Córdoba, Neuquén y Chubut.
Un nuevo desafío deco
Tras la buena aceptación del producto, ahora la apuesta es hacer accesorios para mascotas que sean amigables con el diseño del entorno en el que habitan. Por ejemplo, juguetes de los mismos colores y texturas que las prendas, colchas para dormir o para utilizar en los vehículos e incluso porta bolsas para que los dueños lleven a las plazas. La línea se llama Bobby & Puppi Home y ya está completamente diseñada para poder lanzarla al mercado en el 2024.
Otro de los planes hacia el año próximo es llegar a Europa. Trabajan en ello y ya tienen los primeros contactos con un socio que vive en Alemania y tiene aceitada la cadena de distribución europea por otros negocios en los que ha estado. La idea en ese caso no sería fabricar en Argentina, sino que ya hicieron llegar los moldes de las prendas a una fábrica de Bangladesh para ver si se pueden realizar allí. Y, como Gisela viaja mucho a Estados Unidos, lo cierto es que ya llevaron también muestras a ese país para desarrollar ese mercado.
Fuente: El Tribuno – Paz Corominas fue distinguida por su emprendimiento de recuperación de plástico para crear accesorios.
La emprendedora jujeña Paz Corominas ganó en la categoría emprendimiento de la primera edición del Premio Argentina Economía Circular, entre 180 inscriptos y 40 seleccionados. Fue la única pyme jujeña y se destacó por su labor en el desarrollo de un textil – fanplástico que obtiene de recuperar plástico al que aplica termofusión, con el que fabrica accesorios, bolsas y merchandising.
La tarde del pasado lunes, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la emprendedora y arquitecta jujeña, Paz Corominas, recibió el premio en la categoría de emprendedurismo, siendo distinguida entre 180 participantes inscriptos y entre los 40 premios entregados.
LÌNEA ECOHOGAR, BOLSAS
«El proceso de transformación lo hacemos a través de una técnica que se llama termofusión, para crear un nuevo material que se llama textil fanplástico, y con él hacemos diferentes líneas de productos», precisó Paz Corominas, referente de la pyme jujeña premiada Fanplástico, diseño sustentable, quien lo creó hace cuatro años.
Para ello recupera plástico mediante campañas en redes sociales. Radicado en San Salvador de Jujuy, desde donde proveen domicilios que separan en origen y cuentan con un punto limpio ubicado en Guajira Restó Bar, socios estratégicos en la recolección y es donde se recibe el material. También se hace recolección en bocas de salida comercial, con empresas.
ACCESORIOS HECHOS EN TEXTIL PLÁSTICO
Utilizan polietileno de alta y baja densidad, aquéllos de bolsas y empaques plásticos que incluye por ejemplo bolsa «camiseta» que viene con manija, la de residuos, sachet de leche, de yogurt, envoltorio de rollos de papel higiénico, servilletas de papel, y pan lactal, en condiciones de higiene.
«Hace cuatro años empecé este proyecto, tiene una escala de emprendimiento, no somos una industria», precisó Corominas y detalló que su taller está en el barrio Alto Padilla. «Soy arquitecta de profesión y recicladora de oficio y en principio inicié este trabajo quizás como una cuestión más artística de poder explorar una nueva materialidad, entendiendo que se podía recuperar plástico post consumo, que es uno de los contaminantes del planeta», precisó.
Es que entiende que la basura que produce cada persona en Argentina, por estadística se estima es de un kilo por día, donde solo el 30 % se recupera y se recicla. Por ello se interesó en forma artística, luego aprendió a coser y después lo desarrolló como un emprendimiento, mientras se capacitaba en emprendedurismo, redes de negocios, temas en los que aún se forma.
Actualmente el equipo, que lleva un año de trabajo, está integrado por Leonor Ríos, Ana Peñaranda en el área de costura y moldería, mientras Coromina se ocupa de la confección del textil, comercialización, marketing y distribución.
RIÑONERAS Y GORROS
Una vez que producen el fanplástico por diferentes técnicas, se incorpora el material al área de moldería y costura. Allí elaboran tres líneas de productos, EcoHogar donde desarrollan bolsas de distintos tamaños y funciones; otra Glow fashion de accesorios de moda sostenibles donde desarrollan billeteras y riñoneras. La tercera línea es la de Ecomerchardising, destinada a empresas e instituciones que quieren impactar en el ambiente en forma positiva con su merchandising, entre ellos llaveros, cuadernos, bolsas de diferentes tamaños, algunos desarrollados a pedido.
El premio Argentina Economía Circular es el primero en otorgarse y fue organizado por la Fundación Observatorio Federal Pyme, el Grupo de Transición Justa, y la Fundación Regenerar, Fundación Banco Ciudad, Fundaciones Grupo Petersen, gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y de la provincia de Jujuy, empresas de seguros.
Buscan impulsar iniciativas que potencien la economía circular en todas las regiones del país; premia proyectos que promueven una transición eficaz hacia la economía circular, contribuyendo al desarrollo productivo sostenible y busca también la mejora de la productividad y rentabilidad de las empresas, así como la adaptación de los gobiernos al cambio climático.
Fuente: Misiones on line – Al estilo de las principales pasarelas del mundo, Misiones tuvo su noche de moda en el marco de la MiDi Fashion Week de la cual participaron diseñadores de toda la provincia. El glamour y brillo invadieron las instalaciones del Silicón Misiones, que fue el telón de fondo de este gran evento.
Bajo el concepto de FashionVerse, se buscó explorar la conexión entre la moda y el metaverso. Esta fusión simbolizaba la interacción entre las nuevas tecnologías, la confección y el consumo de diseño local. La industria de la moda se transformaba en un escenario donde lo tradicional y la innovación se entrelazaban de manera armoniosa.
Además del desfile en la pasarela, los asistentes tuvieron la oportunidad de sumergirse en un mundo virtual gracias a una galería digital. El XR Lab y el Fab Lab de Misiones Diseña se unieron en un trabajo colaborativo para crear una experiencia inmersiva a través del escaneo en 3D de las piezas seleccionadas. Con el uso de gafas de realidad virtual, los visitantes podían explorar un escenario en el que las creaciones cobraban vida de una manera totalmente nueva.
La segunda edición de MiDi Fashion Week se convirtió en un hito para la moda misionera. El desfile no solo mostró la calidad y la originalidad de las creaciones presentadas, sino que también consolidó a Misiones como un referente en la industria textil. El evento atrajo la atención de medios especializados y público en general, quienes quedaron maravillados por la fusión entre moda y tecnología que se vivió en cada pasarela.
Pasadas las 18.30 de este viernes, los exteriores del imponente edificio Silicon Misiones se convirtieron en el escenario de un evento que prometía ser memorable: la segunda edición de MiDi Fashion Week, el aclamado desfile de moda de la provincia. En total, más de 15 diseñadores se hicieron presentes y demostraron el crecimiento de la industria textil en la tierra colorada.
La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación. Con una explosión de diseños por conocer, los asistentes se deleitaron con una variedad de propuestas únicas y vanguardistas. Diversos emprendedores misioneros exhibieron sus productos, dejando en claro el potencial y la creatividad de la industria textil de la provincia.
Desde el inicio, se podía sentir la energía y el entusiasmo de los participantes. El marco de público fue imponente. La pasarela se iluminó con luces deslumbrantes y música envolvente, creando un ambiente cautivador. Los modelos lucían elegantes y seguros, mostrando con gracia cada pieza de diseño que llevaban puesta.
El evento fue organizado por Misiones Diseña, quienes apostaron por la innovación al utilizar las nuevas tecnologías para ambientar la escena con la virtualidad. La realidad virtual y aumentada se fusionaron con la moda, transportando a los espectadores a un universo paralelo donde el arte y la tecnología convergían en un espectáculo visual impresionante.
Un total de quince emprendimientos fueron seleccionados para desfilar ante la atenta mirada de los presentes. Cada marca había sido cuidadosamente elegida a partir de una convocatoria abierta realizada por Misiones Diseña durante el mes de mayo, lo que garantizaba una muestra diversa y representativa del talento local.
Fuente: La Capital – La marca textil rosarina, que logró el sello de Buen Diseño Argentino, se fabrica bajo premisas sustentables. Utilizan telas de calidad que buscan en todo el país. La historia de Eileen Cowes, una artista rosarina con diseños de exportación.
Entrar al mundo de Eileen es explorar nuevos espacios. Se rompe lo cotidiano para ingresar a una experiencia donde el arte envuelve todo. Las palabras precisas, los espacios cálidos, los cuadros, las esculturas, los objetos que marcan la historia de una vida. Y claro, la indumentaria. Telas de calidad con historia propia que se eligen para cada pieza. Las prendas tienen cada una su nombre, se nombran porque tienen un recorrido para contar. Ninguna es igual a la otra, pero todas son argentinas. Algo de todo esto se percibe al entrar al espacio de la diseñadora rosarina Eileen Cowes que creó una marca con nombre propio. Tan es así que incluso fue reconocida con el Sello de Buen Diseño Argentino (SBD) que otorga la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación. En esta entrevista con Negocios hablará de sus inicios, de los caminos recorridos que la llevan a tener hoy su propio lugar en la escena local mientras ya mira los mercados externos con la clara decisión de exportar.
Eileen es la cuarta de seis hermanos, familia numerosa que tuvo una pérdida fundamental muy temprana, su mamá murió cuando ella sólo tenía dos años. No la recuerda, pero sí sostiene que tomó de ella su sensibilidad y le reconoce a su padre, empresario industrial rosarino, la libertad y el respeto que siempre tuvo por su deseo y su trabajo. Ella es de formación docente, incluso tuvo su propio jardín de infantes que se llamó Rayuela, y fue en esos años cuando la conmovió la creatividad que veía en el mundo de los niños. Un tiempo después, comenzó con el diseño de indumentaria, pero su primer negocio fue justamente para el segmento de los más chiquitos. Creó la marca Ochiolino donde allí ya nació su búsqueda por lograr productos creativos, rodeados de arte, diferentes. Recuerda que hacían ensambles de telas muy buenas con gente con gran capacidad que le daba más valor a cada prenda. Ese negocio lo tuvo hasta que, en una de las crisis argentinas, los costos se fueron por las nubes y tuvo que barajar y dar de nuevo.
Pensando en nuevos productos, se le ocurrió junto a un socio comenzar con la fabricación de velas. Eran épocas donde comenzaron a ser tendencia en deco y el negocio funcionó bien varios años bajo la marca Almacén de Aromas. Tras venderle su parte a su socio, empezó a pensar en un nuevo camino, y fue allí cuando llegaría la idea de volver al diseño de indumentaria, pero esta vez con un local en pleno Paseo del Siglo, sobre Córdoba entre Italia y España, bajo el nombre Si supieras vida mía. “Entre al diseño de la mano del arte”, explica Eileen incluso quien haya visitado alguna vez ese local puede recordar que el arte estaba en todas partes, en la ropa, en los accesorios, en las paredes, en la arquitectura.
El lugar no era sólo un local comercial, sino que allí se hacían intervenciones de distintas disciplinas como la danza, talleres de arte, de artesanos textiles, entre otras propuestas que hicieron que el espacio quedara en la memoria de sus habitués. Luego llegaría la pandemia y con ella la decisión de Eileen de pensar en una nueva experiencia para sus clientas. Cerró el local y lo llevó a sólo dos cuadras de allí, a una cálida terraza de calle Dorrego al 900 donde hoy funciona. Y en ese espacio, donde además vive, es la gran anfitriona de su marca porque quien compra las prendas Eileen Cowes conocerá además un mundo más íntimo atravesando una parte de su propio hogar. Es algo así como una “casa arte”, donde también funcionan algunos talleres especiales, aunque ya no multitudinarios. Esa casa tiene también su historia, fue allí mismo donde Eileen recuerda que en una época hizo durante meses junto a unos amigos unas cenas temáticas de varios pasos, con la presencia de una bodega que los acompañaba. “Abrimos las puertas, hacíamos una noche de ópera, otra de bossanova, otra de marionetas para adultos y yo era la anfitriona. Pensábamos cosas para hacer con lo que teníamos a mano”, relata.
Algunos de los diseños con colores claros para sostener una producción sustentable.
Foto: Sebastián Suarez Meccia / La Capital
Una mirada sustentable
Durante toda la entrevista cuando Eileen explica lo qué hacen en sus talleres textiles estará presente una búsqueda constante por la sustentabilidad, por un consumo consciente e incluso fabrican una producción acotada que aporte a un esquema de cuidado del medio ambiente. Cuenta que la marca propia comenzó en 2013 porque en los primeros años de Si supieras vida mía exponía prendas de artistas porteños. Hoy sólo vende lo confeccionado por ellas mismas, trabaja junto a una de sus hijas, Manuela, mientras que también vende la joyería que crea otra de sus hijas, María, desde España donde reside. Hoy exporta a Costa Rica, pero tiene todo listo para empezar un camino formal de exportación hacia la península ibérica, meta que quiere cumplir en breve.
“No trabajamos más con plásticos, incluso empezamos a sacar el modal porque tiene elastano, tratamos de trabajar todo con algodón, con la premisa “cero desperdicios”. Reutilizamos hasta los pequeños pedacitos que no se usan para otra cosa, usamos material de descarte hasta para hacer las lámparas del local”, explica. Además, se dedican a hacer prendas atemporales para no colaborar con el descarte de cada temporada. La idea es que la ropa pueda usarse en cualquier época, incluso sin hacer una división exacta entre invierno y verano. El camino sustentable es largo y complejo, pero hacen su pequeño aporte. Incluso buscan colores neutros, claros, para evitar el uso de agua en exceso para las tinturas. Todo está pensado.
Para lograr tener prendas de calidad, Eileen busca cada proveedor en distintas provincias del país. Prefiere especialmente cooperativas e incluso pequeños productores de Chaco, Catamarca, San Juan y Neuquén. La mano de obra rosarina es de artesanos y artistas de gran trayectoria que llevan muchos años trabajando con ella. Hay nombres como la artista textil María Blanco, o la arquitecta Patricia Alisio, que se encarga de las tinturas. “Siempre estoy en la búsqueda de telas y de lanas que se produzcan incluso a pequeña escala en el país. Y cuando no conseguimos lo que necesitamos nos asociamos con otra gente de Argentina para traer insumos, por ejemplo de India, pero que luego se tejen con manos argentinas”, agrega.
Respecto de quienes compran las prendas, lo claro es que deben ser personas que tengan una valoración por lo artístico y que busquen en la indumentaria un producto con mucho valor. Un collar, como pieza única, hecho en alpaca con tela tramada puede llegar a un costo de $70 mil, mientras que las poleras, sweaters, remerones tienen un costo de $25 mil en adelante dependiendo de todo su proceso.
Estos son los pequeños retazos que sobran en la confección y que luego se reutilizan en nuevos diseños, como el que se ve en el vestido blanco.
Proceso creativo
Eileen hace sus diseños a mano, dibuja, ilustra. A ese proceso no es fácil ponerle palabras, pero dice que “la creatividad se despierta y la materialidad pasa a ser una excusa y un fin. Se puede trabajar con una tela o puede ser un papel o lo que sea. También es una necesidad, porque uno busca una forma de vivir de lo que te gusta hacer. Algunas cosas me despiertan sensibilidades y siento que a través de lo textil lo puedo plasmar y eso me da una forma de vida. Y le pongo mucho esfuerzo también, porque es trabajo, hay que estar, hay que producir, hay que hacer fotos, hay que subir en redes”. Así es el camino de esta artista rosarina, que está firme en la convicción de ir hacia adelante buscando más futuro para sus creaciones cruzando el océano.
Fuente: La Nación – Alejandra es dueña de una marca de ropa de venta mayorista, se arriesgó al cambio y sucedió lo impensado.
Alejandra Boland (38) es oriunda de Bahía Blanca y al terminar el colegio se fue a Capital Federal para estudiar diseño de indumentaria. Su pasión por la carrera textil es de toda la vida, aún tiene guardados los dibujos que hacía de chiquita. Viene de una familia de emprendedores y no se le ocurría que su vida podía ser de otra forma. Así que cuando se recibió empezó junto a una amiga su propia marca de ropa. Pero lo que sí la sorprendió fue descubrir que, aún en el mundo de los negocios, a veces es válido apostar a lo que uno siente y no a lo redituable.
“Sentí que me había comido la parte comercial de un muy buen negocio”
Después de diez años la socia de Alejandra, por cuestiones personales, decidió dejar la marca que era un éxito y quedó ella sola en un momento complicado de nuestro país, “todo era lío y yo miraba mis colecciones y decía no me veo ahí, no soy yo. Sentí que me había comido la parte comercial de un muy buen negocio y que yo había quedado perdida en el medio, me sentía presa de esa situación romantizada que tiene la moda de que todos vivimos corriendo y es todo una locura”, abre su corazón Alejandra.
Se dio cuenta de que se había desconectado de lo que en un principio la llevó hasta ahí. Antes ella solo usaba su ropa, cuando se ponía algo de otra marca era porque ella no lo producía, como por ejemplo el jean, ella iba hasta al supermercado en lentejuelas, porque Alejandra siempre creyó en el producto hecho desde un lugar muy desde adentro.
No sabía bien por donde pero se planteó hacer un cambio. Cerró el local, mantuvo la venta online con menor cantidad de stock, la sociedad con su amiga ya la había disuelto.
En los hilos de la vida que se van moviendo sin que uno ni siquiera lo perciba, surgió la posibilidad de ir a Mallorca tres meses sola. “Me lo tomé medio como un retiro, laburaba a la mañana, me iba a la playa y me acostaba a las 21hs. Necesitaba conectar conmigo y me volví mi persona favorita de nuevo. Dije es España, no soy yo, era más fácil poner todo afuera”, analiza Alejandra que de un día al otro vació su departamento, regaló los muebles y sacó pasaje para mudarse de país, sin saber bien cómo iba a manejar el negocio.
Pero cupido y el covid tenían otro plan pensado para ella.
“La facu no te prepara para emprender”
En el 2007 empezó su propia marca de ropa con una amiga de la universidad. “La facu te prepara para un montón de cosas pero no para emprender, eso te lo da la experiencia. Al principio hubo algo de golpe de suerte y ser osada porque hacíamos 200 vestidos y nos íbamos de viaje de producto a Nueva York como unas deliradas, pero ser tan inconscientes nos llevó a meternos en cosas que nos quedaban enormes pero nos salían bien”, admite Alejandra.
El negocio y su estilo de vida eran un éxito: viajaban a NY, las invitaban a la semana de la moda, iban y venían pero no tenían ni idea de hacer números. Un día decidieron abrir un showroom y Alejandra habló con su padre que hace cuarenta años que tiene su propia empresa: “Necesitamos plata que vamos a poner en un showroom y vamos a crecer. Y él me dijo, buenísimo, mostrame los números y yo te doy la plata, no me iba a hacer el favor por ser la hija”, explica Alejandra. Entonces su padre analizó y les dijo “se están por fundir y no se dieron cuenta”. Les propuso que les daba la plata pero si él se metía dentro del negocio y empezaban a hacer las cosas distintas.
“Fue un punto de inflexión total porque pasó de ser un juego a tener realmente una marca. Y eso nos llevó a profesionalizarnos muchísimo. Nosotras veníamos de esta historia del mundo creativo en el que vender es mala palabra, donde decís cosas como a mi me van a buscar porque mi ropa es linda, yo no salgo a vender. Cuando papá se suma como socio nos cambió todo”, relata Alejandra, agradecida de cómo se dieron las cosas.
El primer cambio fue poner orden a lo que iban a hacer cada día, de alguna forma azarosa su socia quedó en la parte de producto y Alejandra en la parte comercial, eso la llevó a tener que ir adaptando distintas estrategias y descubrió la venta mayorista. “Descubrí un mundo completamente diferente que tenía que ver con tener una capacidad productiva fuerte, poder vender todo de una, que me paguen por adelantado, me parecía milagroso”, cuenta Alejandra.
Entre los vaivenes de nuestro país les tocó una etapa donde se cerraron las exportaciones y muchas de las marcas que hacían vestidos de fiesta no podían ingresar su mercadería. Pero ellas hacían todo con talleres y bordadoras de acá, entonces se empezó a correr la voz de que las chicas de la marca Ceilonia vendían vestidos de fiesta, “empezamos a entrar a re buenos locales mayoristas, compartíamos perchero con María Cher, con Jazmín Chebar, con todas esas marcas y nosotras éramos dos piojos que no teníamos esa dinámica de movernos como una marca grande, así que tuvimos que adquirir ese ritmo”, explica Alejandra.
Se empezaron a profesionalizar y se convirtieron en un negocio cien por ciento mayorista. Llegaron a vender a más de cien locales, “pero el mayorista te empieza a exigir, te pide la camisa, el pantalón, y en pos de ganar perchero nos fuimos agrandando a un nivel en el que había muchísima ropa y producción, ¡era un desgaste! y en un punto nos fuimos desconectando de lo que era inicial, de esa chispa que teníamos cuando arrancamos la marca”, se sincera.
“Me di cuenta de que estar bien no tiene que ver con la geolocalización”
Hacía diez años que un amigo de su primo la invitaba a salir, pero la vorágine de la vida diaria hizo que nunca se concretara la salida. La volvió a invitar cuando Alejandra estaba en otra sintonía, con un pie en España, así que aceptó, al fin de cuentas un poco de distracción entre los preparativos le venía bien. “Me empezó a gustar y me enamoré. Cuando se iba acercando la fecha de irme no me quería ir, me di cuenta de que estar bien no tiene que ver con la geolocalización. Empezamos a salir y postergué un poco mi viaje con la excusa de que hacía mucho frío en España y después me agarró la pandemia. Así que me mudé a su casa, fue todo una locura, en dos meses estaba en el vínculo más importante de mi vida”, cuenta enamorada.
Su nuevo vinculo afectivo y el haber conectado con lo más simple la llevó a preguntarse qué era el lujo para ella. “Yo no quiero hacer mil prendas, quiero hacer joyitas pero no para el otro. ¿Qué es para mi el lujo? Quería darle el real significado porque yo tenía un negocio que se podía considerar de lujo pero mi vida no lo era”, analiza Alejandra. Se dio cuenta de que ella quería poder hacer un producto sin medir si comercialmente le iba bien, poder mostrarse sin esconderse en lo que comercialmente funcionaba.
“Fue el proceso creativo más importante que hice en mi vida porque fue desde las vísceras, al fin me estoy mostrando desde el lugar que yo considero lujo, esa textura que te acaricia. Para ser coherente me tengo que mover en sintonía y no puedo vender un producto con una forrería que no es de calidad”, asegura Alejandra del momento en el que dejó de hacer lo que venía haciendo para empezar una nueva línea de productos de alta calidad, bordados y muchos detalles.
De Argentina a vender en Estados Unidos y Europa
El año pasado Alejandra decidió internacionalizar su marca. Para eso recordó que ocho años atrás, en un viaje por Estados Unidos, se había metido en una feria de venta mayorista que le voló la cabeza: 900 stands tomando notas de pedido para locales multimarcas conocidos, y no tanto, pero por todos los rincones de Estados Unidos.
Se arriesgó y mandó un mail. Para su sorpresa la respuesta no tardó en llegar: a los organizadores les gustó su catálogo y estaban dispuestos a darle un stand en el evento.
“Era 5 de noviembre, ellos querían que yo fuera en febrero y encima en un mes me casaba, era todo una locura pero tenía que hacerlo y acepté”, cuenta Alejandra aún sin poder creer la experiencia que vivió meses atrás. En diciembre se casó y a los cinco días se fue a la India, “estuve un mes en India armando todas las muestras, una por una, con el hilo, la lentejuela, instalada en la fábrica todo el día. Fue una experiencia increíble estar ahí y que te muestren las cosas. Lo que crecí en ese viaje fue impresionante. Te nutre esto de que realmente le ponen tanto amor a las cosas que por eso le salen así. Yo que venía de trabajar con telas de Nueva York y París estaba en la cuna de donde sacaban esas telas, todo es divino”, cuenta Alejandra.
Luego se fue a París a ultimar detalles con Julia, su amiga de toda la vida que vive allí y desde hace un tiempo es su socia en el plan comercial de internacionalización de Ceilonia en Europa.
En febrero empezó la feria, Alejandra llevó muestras de todos sus productos y fue un éxito, cerró contrato con grandes empresas del país norteamericano. “Salí y no lo podía creer, pensaba como nos cuesta salirnos de nuestra diaria y mirar todas las posibilidades que tenemos, porque tenemos lo más importante que es talento y somos muy profesionales. Uno tiende a pensar que estamos en el final del mundo y eso nos pone un techo, y te peleas con el taller y en eso que no entra al país, te enfocas en lo que sale mal pero hay todo un mundo que podemos explorar y no es tanto más diferente de lo que hacemos acá todos los días, simplemente tiene otro código postal. Muchas veces los emprendedores no son conscientes de lo que hacen todos los días, de todos los puestos de trabajo que dan, somos un montón y que yo haya sido la única argentina en 900 marcas me parece una locura”, expresa Alejandra.
Desde hace algunos años que, en paralelo, tiene con su papá una consultora de negocios. Al principio se enfocaba en marcas del mundo de la moda, pero hace rato que trabaja en otros rubros lo que le permite explorar territorios ajenos a su trabajo diario y que le gustan. Se empezó a especializar en negocios internacionales, “en buscar todas las aristas en las cuales tenés que estar listo si querés salir al mundo. Ya aprendí el truco, esos detalles que llevan a que el proceso sea más amable”, cuenta Alejandra desde su experiencia.
“Soy una enamorada del sistema mayorista, me parece que es lo mejor cuando te querés posicionar. Yo hago ropa para vender, no para que me feliciten, me gusta el negocio en sí mismo, no quiero tener el local con mi nombre. Antes era todo atrás de mi marca, mi identidad residía ahí. Ahora mi marca es un reflejo de quien soy yo”, concluye con orgullo Alejandra.
Abrir chat
1
📍 Te Sumas a Textilwapp?
📍 Info Textil
📍 Te Gustaría sumarte a Textilwapp sin cargo? y/o Tenes alguna otra duda?