Jessica Pullo: «La moda genera residuos, consume recursos naturales, y afecta a quienes la producen y la utilizan»

Fuente: Clarín – Jessica Pullo, coordinadora de la filial argentina de Fashion Revolution, revisita cómo fueron mutando los reclamos desde que el movimiento comenzó a expandirse hace diez años. Al mismo tiempo, la diseñadora de indumentaria graduada en la UBA, con amplio conocimiento de la escena de moda sostenible local y regional, reflexiona sobre las iniciativas y los avances a este lado del globo.

Fashion revolution. Afiche de la campaña mundial.Fashion revolution. Afiche de la campaña mundial.

–Si bien la pregunta inicial fue “quién hizo mi ropa”, ¿qué puede decir en ese sentido?

–Fue un punto de partida importante para comenzar a hablar sobre las problemáticas ocultas de la industria de la moda. Sin embargo, con el tiempo, nos dimos cuenta de que era necesario ir más allá de esa pregunta; saber cómo se hace nuestra ropa y con qué materiales. Esto tiene un impacto significativo en el ambiente y en las personas que la producen y la visten. El algodón, por ejemplo, es una de las fibras textiles más utilizadas en el mundo, pero necesita una gran cantidad de agua y pesticidas. Y la producción de poliéster, otra fibra popular, requiere petróleo, un recurso no renovable. Es importante que la ciudadanía sea consciente de esto y que tome decisiones informadas sobre la ropa que compra. Podemos reparar, intercambiar o elegir prendas hechas con materiales sostenibles y de origen ético. También apoyar a marcas locales que trabajan para reducir su impacto ambiental y tener un impacto social positivo. Pero por sobre todas las cosas, debemos exigirles que sean transparentes en toda su cadena de suministro y nos garanticen que sus trabajadores, desde la fibra hasta la venta, tengan una vida digna.

–En el reverso del sobreconsumo está la sobreproducción, ¿es una alternativa la circulación de ropa o es una propuesta engañosa para seguir consumiendo?

–La circulación emerge como una alternativa al sobreconsumo y la sobreproducción en la moda. Al optar por prendas de segunda mano, se desincentiva la producción masiva. Esta práctica puede reducir la huella ambiental y social de la industria. Sin embargo, no es una solución única. Aunque evitamos la generación de nueva ropa, la demanda persiste, perpetuando la producción. La circulación debe integrarse a una estrategia más amplia que incluya la reducción del consumo de ropa nueva y la promoción de la reparación y la reutilización.

–Si lo mira en el ámbito local, ¿qué opinión tiene?

–A diferencia de otros lugares, aquí no es común desechar la ropa, sino más bien donarla o venderla de segunda mano. Esta dinámica contribuye a reducir el impacto negativo de la industria de la moda en términos ambientales y sociales. Sin embargo, la conciencia sobre los impactos de la circulación de ropa usada es clave. Al comprar vestimenta de segunda mano, es decisivo conocer su origen. En Argentina, la importación de prendas usadas del norte global, proveniente de Chile, ha aumentado, inundando mercados, ferias y tiendas. Lo que hay que saber es que, para evitar que se llene de plagas y que sea resistente al fuego, esta ropa está “sanitizada” con químicos. Se trata de sustancias nocivas, tales como pesticidas, disolventes y metales pesados, que pueden contaminar el agua y el aire, y afectar la salud. El transporte de ropa usada importada genera grandes emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático. Se deben elegir tiendas locales y evitar importaciones masivas para respaldar la economía circular y reducir el impacto ambiental. Es esencial que esos lugares transparenten a la ciudadanía de dónde obtienen esas prendas para que sea considerada una real alternativa de moda positiva. Priorizar esas opciones es clave, ya que se apoya a la economía regional y se reduce la demanda de ropa importada.Una mujer participa en un taller de restauración de prendas textiles en la ciudad de Guadalajara, Jalisco (México). EFE/Francisco GuascoUna mujer participa en un taller de restauración de prendas textiles en la ciudad de Guadalajara, Jalisco (México). EFE/Francisco Guasco

–Respecto a lo anterior, ¿cuál es la principal problemática que causa la moda?

–La industria de la moda genera residuos, consume recursos naturales, y afecta a quienes la producen y a quienes la utilizan. Condiciones laborales precarias, bajos salarios y contribución al cambio climático son preocupaciones clave. Pero en estos últimos años, la atención en la carrera para que la temperatura del planeta no supere los 1,5 grados, se fijó en la descarbonización y eso también incluye a la moda que enfrenta una crisis crucial: su dependencia de los combustibles fósiles. Para 2030, el 75% de la ropa estará hecha de fibras derivadas de estos recursos, contribuyendo a la crisis climática. A pesar de esto, solo el 34% de las marcas importantes se han comprometido a descarbonizar sus cadenas de suministro. La falta de acciones concretas, como invertir en transición verde y apoyar a proveedores, plantea preguntas sobre su compromiso real. Si no se reducen las fibras sintéticas y no se aborda el financiamiento climático para una transición justa en toda la cadena de suministro, la moda continuará siendo una contribuyente significativa al cambio climático.

Vestirse de un solo color, la tendencia top de esta temporada

Fuente: Clarín – Desde que Coco Chanel lanzó su famoso Little Black Dress en 1926 el negro dejó de ser un color asociado exclusivamente al luto y el look monocromático se instauró como un clásico de la moda. Hoy, los conjuntos armados íntegramente con prendas de la misma gama de color llenan las pasarelas de las firmas locales e internacionales más influyentes.

En la Semana de la Moda de París, Balenciaga mostró conjuntos completamente rojos con capas de encaje en su colección de otoño-invierno 2024 y Alexander McQueen se arriesgó por los tejidos en verde lima. Sin embargo, los colores tendencia de esta temporada son los tonos neutros como el gris o el blanco, los marrones y los distintos tonos de azul y celeste.

La clave para armar un outfit monocromático es encontrar variaciones en otros aspectos que no sean el color, como por ejemplo las texturas o las estampas.

Combinar prendas en el mismo tono, pero de diferentes géneros que aporten texturas distintas, como una pollera matelaseada, un suéter de lana y unas botas de cuero, puede aportar un toque interesante sin tener que combinar diferentes colores. También, conjuntos sastreros con bufandas y gorros de lana tejidos o tapados de paño con pantalones de gabardina.Off White. Sacón de raso y pollera matelaseada con cierre (Las Pepas), polera de lana (Akiabara) y medias soquetes de microtul (Silvana). Campera puffer y cartera de cuero (Mishka), zapatos de cuero (Toribia Choque) y gorro de lana (Compañía de Sombreros). Foto: Esteban Leyba.Off White. Sacón de raso y pollera matelaseada con cierre (Las Pepas), polera de lana (Akiabara) y medias soquetes de microtul (Silvana). Campera puffer y cartera de cuero (Mishka), zapatos de cuero (Toribia Choque) y gorro de lana (Compañía de Sombreros). Foto: Esteban Leyba.

Incluir una prenda estampada, siempre que predomine el color de resto del conjunto, también es de la partida. Hay infinidad de prints que pueden usarse para completar un look monocromático. El tartán crece en popularidad con la vuelta de la estética indie sleaze, que junta elementos de lo punk y el grunge con la cultura del indie rock de 2008, pero las estampas modernas también ganan protagonismo.Celeste. 
Buzo de paño, pantalón de gabardina ancho, pasamontañas y guantes de lana (Blue Sheep). Camisa de poplín rayado (Giesso), botinetas de cuero (Toribia Choque) y morral de cuero (Mishka). Foto: Esteban Leyba.Celeste. Buzo de paño, pantalón de gabardina ancho, pasamontañas y guantes de lana (Blue Sheep). Camisa de poplín rayado (Giesso), botinetas de cuero (Toribia Choque) y morral de cuero (Mishka). Foto: Esteban Leyba.

Otra opción es vestir prendas con diferentes saturaciones y valores del mismo tono. Combinar, por ejemplo, un pantalón de un celeste apagado grisáceo con un buzo de un celeste más brillante y saturado o, también, un vestido marrón más oscuro con un tapado beige como mostró la marca argentina Gusmán en la última edición de BAFWeek.Marrón. Camisa de poplín y pantalón de gabardina con cinturón (Las Pepas), blazer de ecocuero (Akiabara) y botinetas de cuero (La chica de los stilettos). Cartera de tela matelaseada (Mishka), aros de resina (Luna Garzón) y bufanda de lana tejida a mano (S Mode). Foto: Esteban Leyba.Marrón. Camisa de poplín y pantalón de gabardina con cinturón (Las Pepas), blazer de ecocuero (Akiabara) y botinetas de cuero (La chica de los stilettos). Cartera de tela matelaseada (Mishka), aros de resina (Luna Garzón) y bufanda de lana tejida a mano (S Mode). Foto: Esteban Leyba.

Este estilo monocromático se facilita con el layering, indispensable para el invierno. La sastrería se presta para este tipo de outfits, tanto en la calle como en las pasarelas. Tom Ford y Tommy Hilfiger presentaron trajes de tres piezas para mujer en looks monocromáticos de sus últimas colecciones.Azul. Pantalón masculino tizado y ruana de lana (Giesso). Campera de paño (Clara Ibarguren), polera de lana (Akiabara), botinetas elastizadas (La chica de los stilettos) y aros de resina (Luna Garzón). Foto: Esteban Leyba.Azul. Pantalón masculino tizado y ruana de lana (Giesso). Campera de paño (Clara Ibarguren), polera de lana (Akiabara), botinetas elastizadas (La chica de los stilettos) y aros de resina (Luna Garzón). Foto: Esteban Leyba.Gris. 
Camisa de poplín con shabot, chaleco y pantalón de sarga sastreros (Kosiuko).
Chaleco largo de paño (Clara Ibarguren) y botas de cuero (Mishka). Moño negro y sobre de cuero (Luna Garzón).  Foto: Esteban Leyba.Gris. Camisa de poplín con shabot, chaleco y pantalón de sarga sastreros (Kosiuko). Chaleco largo de paño (Clara Ibarguren) y botas de cuero (Mishka). Moño negro y sobre de cuero (Luna Garzón). Foto: Esteban Leyba.

Producción: Sonia Lifchitz.

Agradecimiento: A Uno+uno galería, donde se realizó esta producción con obras de la muestra “No me la conteiner”de Eloísa Ballivian. Abierta hasta el 8 de mayo. Más infoen @unomasuno.uno y @eloisaballivian.

Maquillaje y peinado: Natali Pomasoncco para @sebastiancorreaestudio. Modelo: Sofía Invernoz para @lomanagement

Direccionario: Compañía de Sombreros, Honduras 5881; Mishka, Galerías Pacífico; Toribia Choque, @toribiachoque; Las Pepas, Alcorta Shopping; Akiabara, Alto Palermo; S-Mode, @smodeoficial; Luna Garzón, @lunagarzonaccesorios; La chica de los stilettos, @lachicadelosstilettos; Las Pepas, Alcorta Shopping; Kosiuko, Alto Palermo; Clara Ibarguren, Alcorta Shopping; Giesso, Av. Alvear 1595; Blue Sheep, @bluesheepba

Los impuestos representan más de la mitad del precio al público de la ropa

Fuente: infobae – La industria textil enfrenta serias dificultades por el aumento de costos, más cargas tributarias en los tres niveles de gobierno y caída de ventas. Qué medidas pide el sector

Laindustria textil e indumentaria atraviesa una situación compleja en medio del aumento de costos de producción y tributarios y la apertura de importaciones.

A su vez, la caída del poder adquisitivo de la población hace que cada vez sea más difícil para los consumidores acceder a las prendas de vestir, a pesar de que el rubro se incrementó por debajo de la inflación.

Según datos de la Fundación ProTejer para Infobae, en Argentina existe una amplitud de precios enorme: prendas similares pueden valer hasta 13 veces más dependiendo del canal de comercialización. Los costos de alquiler, logísticos, de intermediarios, gastos de publicidad y marketing y tributarios, explican, hacen la diferencia.

“Si analizamos el precio de la ropa que se vende en un shopping, a pesar de la idea generalizada de que son los empresarios industriales los culpables del precio de la ropa, la industria textil e indumentaria, incluida su rentabilidad, sólo representa un 8,5% del precio final”, aseguraron desde ProTejer.

El costo de la industria textil e indumentaria, incluida su rentabilidad, sólo representa 8,5% del precio final al público (ProTejer)

En tanto, los costos y rentabilidad de las marcas que desarrollan los diseños, el marketing y la publicidad, y los costos de logística y comercialización, representan 24,8% del precio facturado.

Fuera de la cadena de valor, hay otros costos que componen el precio de la indumentaria y que representan un porcentaje superior al que remunera a toda la actividad industrial.

Composición del precio de la ropa (ProTejer)Composición del precio de la ropa (ProTejer)

La financiación de una tarjeta de crédito representa un costo que alcanza según ProTejer 12,2% del precio de venta de la ropa, mientras que el alquiler del local donde se comercializa el producto, explica otro 12,7%. A esto se le suman los principales impuestos nacionales, provinciales y municipales que representan 50,3% del precio de venta.

Es decir, el 75,2% del precio que abona el consumidor final por una remera, por ejemplo, en un shopping, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres.

El 75,2% del precio que abona el consumidor final por una remera en un shopping, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres (ProTejer)

Particularmente en el caso de los impuestos, el gobierno de Javier Milei no los redujo y flexibilizó las importaciones para promover la competencia, generando inquietud en la industria.

En este sentido, se eliminó la obligatoriedad de que muchos productos textiles o calzado y productos con medidas antidumping deban ingresar al país obligatoriamente por el canal rojo de la Aduana. Esto significa que dejará de exigirse la verificación física además de la documental.

Valores relativos

Por otro lado, el precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses por los aumentos de tarifas, transporte y alimentos, con salarios y jubilaciones que comenzaron el año perdiendo contra la inflación.

De hecho, con datos a febrero, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) anotó una caída cuatrimestral del 24%, siendo la mayor desde que se elabora el índice, según estimaciones de Salvador Vitelli.

El precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses (Bloomberg)El precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses (Bloomberg)

Respecto a la inflación, Indumentaria no fue el rubro que más se incrementó en marzo, se ubicó incluso levemente por debajo del nivel general: las subas fueron del 10,9% y 11%, respectivamente.

“La ropa no sólo registra los menores aumentos en los últimos meses, sino que, considerando un período de tiempo más largo, 7 de los 12 rubros del Indice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementaron más: alimentos y bebidas, equipamiento y mantenimiento de hogar, salud, transporte, recreación y cultura, restaurantes y hoteles y bienes y servicios varios. Incluso muchas de estas categorías incluyen -además de bienes- servicios con precios regulados (o subsidiados) que llevan el promedio hacia abajo”, precisaron desde ProTejer.

De acuerdo a estimaciones de la entidad, la inflación fue del 4.726% entre diciembre de 2016 y febrero de 2024, mientras que los precios de las prendas de vestir se incrementaron un 4.436% (290 puntos porcentuales por debajo del nivel general). “Esta realidad muchas veces queda invisibilizada”, afirmaron.

La inflación fue del 4.726% entre diciembre 2016 y febrero 2024, mientras que los precios de las prendas de vestir se incrementaron un 4.436% (ProTejer)

En la misma línea, en la Ciudad de Buenos Aires, según la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), entre diciembre de 2022 y marzo de 2024, el nivel general de precios acumuló una suba de 369%, mientras que la indumentaria subió 249%. Eso representó un abaratamiento relativo de 26 por ciento.

A marzo, los precios de la ropa llevan 14 meses consecutivos por debajo del nivel general de la inflación (CIAI)A marzo, los precios de la ropa llevan 14 meses consecutivos por debajo del nivel general de la inflación (CIAI)

“Esto se produce por dos fenómenos combinados: los faltante de insumos y la falta de capacidad productiva para abastecer el mercado interno produjo una presión fuerte sobre los precios durante el período post pandémico pero con las inversiones que se hicieron, a través de las ampliaciones productivas, se equilibraron en 2023 e incluso después tendieron a bajar incluso por debajo de la inflación debido a una etapa de menores ventas”, dijo a Infobae Claudio Drescher, presidente de CIAI.

Comparación con el resto del mundo

En cuanto a la comparación con los precios internacionales, fuentes del sector consideraron: “Muchas veces se compara incorrectamente los precios de la ropa en Argentina con los del resto del mundo. Se comparan marcas muy distintas -no es lo mismo GAP, H&M, Zara o Louis Vuitton- o productos de nueva colección con temporadas anteriores”.

Muchas veces se compara incorrectamente los precios de la ropa en Argentina con la de otros países en marcas y prendas de diferente estación

“Tampoco se incluyen los costos de financiación en los precios internacionales o los impuestos al consumidor (Argentina los incluye en el precio de venta online mientras EE.UU, en general, no). Otra cuestión es que no se considera la distorsión que genera el costo logístico de transportar un producto a miles de kilómetros, en relación con el peso que tiene en otros países”, agregaron.

Además, “suelen comparan precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen”, explicaron.

"Suelen comparar precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen", dijo la fuente (Reuters)«Suelen comparar precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen», dijo la fuente (Reuters)

Desde Fundación ProTejer indican que si se comparan marcas similares nacionales e internacionales, los precios en Argentina son más bajos. Y ejemplificaron: “Vemos corpiños de Caro Cuore o Selú (lencería de marca premium y calidad argentina) en promedio a $35.000 y bombachas con precios de entre $15.000 y $20.000 con impuestos. De esta manera, el conjunto queda en alrededor de USD 45 al tipo de cambio turista ($1.414 para la venta). El conjunto de ropa interior clásico de Victoria´s Secret supera los 60 dólares″.

Ahora bien, comparando la misma marca internacional en Argentina y en otros países, los precios son similares e incluso a veces más caros. Por ejemplo, un buzo clásico Adidas tiene un precio de USD 60 ($83.000), mientras que en el portal online de EEUU tiene un valor de USD 79. Similarmente, un jean Levis 501 vendido en el portal web de Italia cuesta USD 140. En Argentina tiene un valor de USD 120 ($168.000), detallaron en la entidad.

Necesidades para reactivar el sector

En la actualidad, “a partir de la devaluación de diciembre, se han paralizado varias industrias muy importantes del consumo interno, con una caída absolutamente abrupta e inédita de ventas, porque ha habido procesos recesivos mayores pero no con la velocidad y la contundencia que se dio en esta oportunidad. En el sector de indumentaria y confección hay una gran preocupación ya que vemos una caída que está en torno al 35-40%”, expresó Drescher.

En el sector de indumentaria y confección hay una gran preocupación ya que vemos una caída que está en torno al 35-40% (Drescher)

Y agregó: “Nos preocupa las suspensiones y despidos que empezaron en el sector, y que muchas pymes están en situación de haber invertido su capital de trabajo en el desarrollo de las prendas para la temporada de invierno, quedando con remanentes que no van a ser vendidos. Esto va a afectar su estabilidad financiera”.

En este contexto, desde ProTejer mencionaron, entre otros, algunos ejes de políticas públicas sobre los cuales necesitan avanzar para atravesar la coyuntura y potenciar la producción y el empleo de la cadena de valor:

  • Extensión de la cantidad de cuotas disponibles para el pago de impuestos para pymes;
  • Suspensión de los regímenes de Retención y Percepción de IVA y a las Ganancias;
  • Moratoria fiscal y previsional;
  • Programa para el sostenimiento de la producción para empresas y trabajadores (Repro);
  • Financiamiento con apoyo estatal accesible y favorable para capital de trabajo;
  • Programa de fomento a las exportaciones con valor agregado industrial, diseño y marca argentina, que incluya misiones al exterior, financiamiento, marca país y subsidios o reintegros al sobrecosto argentino. Aumento de reintegros a las exportaciones industriales;
  • Programa de financiamiento al consumo de productos textiles nacionales (hoy Cuota Simple);
  • Restitución del Sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) o mecanismo similar para regular nuevos importadores;
  • Refuerzo de controles aduaneros para evitar maniobras elusivas y contrabando;
  • Aumento del Impuesto PAIS para importaciones de bienes finales textiles. Progresividad en función del agregado de valor;
  • Rápida liberación del sistema de pago de importación de insumos sin fabricación nacional o eliminación de incompatibilidad de CCL y Mercado Único y Libre de Cambios;
  • Renovación Programa de reducción de aportes patronales para reducir la informalidad en la confección;
  • Plan de promoción de inversiones productivas (financiamiento y beneficios tributarios)

Casi todas las empresas textiles venden menos que en 2023

Fuente: BAE – El 68% de las empresas bajaron su actividad.

La Fundación Pro Tejer realizó una encuesta de desempeño a partir de la cual se releva la dinámica de las empresas de la cadena textil e indumentaria en los primeros dos meses del año. Los datos relevados muestran un panorama preocupante de cara a la actividad de la cadena de valor.

Casi el 90% de las empresas encuestadas (87%) registraron menores ventas en el mercado interno en el primer bimestre del año en relación con el mismo período del año anterior; la mayoría fueron caídas entre el 21% y el 40%.

Esta caída de las ventas tuvo su impacto negativo sobre la producción. Sólo en los primeros dos meses del año, el 68% de las empresas consultadas disminuyeron su actividad de forma interanual con una caída promedio del orden del 35%.

En esa línea, también cayó el uso de la capacidad instalada en el 69% de las empresas con una disminución promedio de 26 puntos porcentuales interanual. Casi la totalidad de las empresas que redujeron su producción atribuyen esta dinámica a la pérdida del poder adquisitivo de la población.

Mientras que el 34% de las empresas que registraron caídas en su producción identifican a las expectativas macroeconómicas y cambio del clima de negocios respecto al futuro como causante. Otras razones identificadas como relevantes
son: la variación de costos de materias primas e insumos, la apreciación cambiaria y el cambio de politicas sectoriales para la industria.

Sólo en los primeros dos meses del 2024, un 51% de las empresas ya tomaron medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, cierre de turnos y no-renovación de contratos.

Tomi Karagozian: “La Argentina necesita que ingresen dólares, pero también millones de puestos de trabajo”

Fuente: Visión Desarrollista – El CEO de TN PLATEX habló sobre la importancia del sector industrial para un desarrollo argentino inclusivo y cómo se debe trabajar en la integración de todos los sectores productivos.

Heredero de la tradición familiar, Tomi Karagozian es el director ejecutivo de TN&Platex, la empresa familiar de hilados más importante de Argentina con 6 complejos industriales en el interior del país, un centro de distribución y oficinas administrativas distribuidas en 7 provincias a lo largo del páis. Lo interesante es que más allá de su responsabilidad empresaria Tomás ha generado un fuerte compromiso con la militancia industrial, algo que maduro durante muchos años como presidente de la Unión Industrial Joven y que ahora busca expandir especialmente desde la redes sociales. Es allí donde ha forjado valiosísimos activos digitales, como lafabrica.podcast que buscan promover y concientizar sobre el valor y rol de la industria en la Argentina. Por eso en esta entrevista con VD no solo hablaremos de su visión del sector textil o de la industria nacional, sino que nos compartirá su  apasionado sueño de una Argentina desarrollada. Como fiel representante de una nueva generación de dirigentes industriales, ha entendiendo, al igual que nosotros, en luchas por hacer realidad política aquella frase que alguna vez dijo Pellegrini y vivificó Frondizi: “Sin industria no hay Nación”.


Tomi, gracias por recibirnos. Sabemos que sos un apasionado militante de la industria nacional, ahora bien, ¿Por qué consideras que es fundamental para el desarrollo argentino?

El sector industrial tiene un rol central para el desarrollo presente y futuro y tenemos que lograr como país desarrollar las cadenas de valor de la minería, el petróleo, el gas, entre otras, para que toda esa actividad que es clave para el país derrame en mayor producción y empleo, en toda la extensión de nuestro país a nivel federal. La política industrial para ser sostenible debe generar empleo, promoviendo así una distribución del progreso en toda la sociedad.

Si ese crecimiento solamente se da por acumulación de dólares, tendremos superávit pero no necesariamente empleo y si la inequidad es cada vez mayor, la situación será insostenible en el tiempo. Tenemos que lograr que a partir del empleo generemos ecosistemas federales que distribuyan el crecimiento y lo hagan verdaderamente sostenible.

¿Cuál crees es el desafío de la política para con esta visión industrial integradora?

Es fundamental que todas las fuerzas políticas reconozcan el rol estratégico de la industria en el desarrollo nacional, más allá de los cambios de gobierno. Debemos trabajar en una política industrial transversal, que promueva la integración de todos los sectores productivos.

Los industriales, además, tenemos que mejorar la comunicación para acercar nuestra industria nacional a la sociedad y a quienes toman decisiones, mejorando el impacto de cómo producimos, acercándonos a las comunidades donde estamos radicados y abriendo de manera digital las mismas para mostrar cómo producimos con gran orgullo lo que ellos consumen día a día.

¿Cómo concebís a un estado promotor del desarrollo en el siglo XXI?

El Estado debe jugar un rol activo en la promoción del desarrollo, estableciendo políticas claras y estables que brinden previsibilidad al sector industrial. El mundo desarrollado planificó dando tiempos al desarrollo de políticas que permitieron el crecimiento de sus diversos sectores económicos. En cambio, si planificás y cambiás las reglas cada dos o cuatro años, se hace muy difícil el desarrollo.  A mi me gusta hablar de equilibrios, no hay posibilidad de desarrollarse sin presencia del Estado, pero tampoco lo vas a lograr con 14 tipos de cambio. Debemos ser pragmáticos y estar convencidos de la centralidad de desarrollarnos como país y generar políticas públicas que apunten a eso a largo plazo.

El mundo es pragmático y defiende sus intereses y si bien hay un montón de países que dicen ser liberales, en los hechos son extremadamente pragmáticos y nacionalistas. En los países más desarrollados como Estados Unidos, el gobierno obliga al ejército a comprar el 100% de los textiles en Estados Unidos. Si desde Colombia querés exportar a Estados Unidos, debés hacerlo con hilo o algodón producido en Estados Unidos. Francia no firma el acuerdo Mercosur para defender a sus productores y la UE en su visión 2030 promueve todo tipo de política relacionada a lo sostenible que es una forma muy prolija de defender intereses. Todos replican políticas similares. Argentina tiene una oportunidad única en la región para aprovechar sus recursos y fortalecer su posición en el mercado internacional, en un contexto en el cual no sólo es importante el precio, sino también el abastecimiento, y nosotros deberíamos lograr un mix entre las cadenas agroindustriales, aprovechando lo que nace de nuestros suelos, dándole valor agregado para exportarlo hacia nuestra región.

LA INDUSTRIA TEXTIL EN ARGENTINA

Ya enfocándonos específicamente en el sector, ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta la industria textil en Argentina?

Primero déjame contar que el sector textil es clave en la economía argentina, es amplio y muy heterogéneo en productos, calidades y precios. Es el tercer empleador de Argentina, con casi 540 mil personas y ha sufrido mucho por los vaivenes de la política con sus cambios de reglas. Esa falta de certidumbre afecta la productividad, la calidad y el desarrollo del mismo en el tiempo.

En cuanto a cuales son los principales desafíos del sector creo que serían identificar nichos exportadores; mejorar el sector de la confección con nuevas reglas que promuevan la formalización y aumenten su productividad; aumentar la competitividad por variables que no controlamos; trabajar en conjunto con las autoridades para mejorar el flujo y la calidad de la energía porque los cortes eléctricos afectan seriamente la productividad. Además, debemos desarrollar más marcas para el segmento medio que tengan buena relación precio-calidad. Uno de los grandes problemas que tiene nuestro sector y no muchos conocen es que por ser un sector tan largo en su cadena productiva que consta de seis eslabones entre la producción del algodón y la venta de la prenda, en cada paso acumulamos impuestos (ingresos brutos, impuesto al cheque) por ende es una cadena con mucha más presencia del Estado en el costo total de nuestros productos.

Otro tema fundamental en la Argentina es el el capítulo laboral, incluso tu padre ha escrito un libro al respecto, Mochila Argentina, ¿Cuán necesaria es una reforma laboral para el sector y en donde ves los mayores problemas a resolver en este aspecto?

En Argentina en vez de premiar la antigüedad laboral, se la castiga. La acumulación de este pasivo hace que una empresa tenga una evaluación negativa porque con el paso del tiempo sus pasivos terminan siendo mayores que sus activos, generando empresas con valor negativo o nulo. Claramente a este esquema le llegó su fecha de vencimiento y debemos lograr modificarlo consensuando una mejor propuesta entre el gobierno, los trabajadores y las empresas.

En el sector industrial textil, que incluye a las hilanderías, tejedurías y tintorerias, el promedio de formalidad es superior al promedio de la manufactura en general, pero el sector tiene en la confección un cuello de botella por la informalidad y baja productividad de muchas de las empresas y talleres que lo componen. Desde mi punto de vista con las actuales reglas es imposible que se resuelva y es urgente impulsar una actualización laboral que promueva la formalización del empleo y erradique el problema de la acumulación del pasivo laboral.

Para poder dimensionar mejor,… ¿Qué impacto social y de desarrollo regional tiene la industria textil en Argentina?

La industria textil tiene un gran potencial para generar empleo y desarrollo en regiones menos favorecidas, como el norte argentino. Mediante políticas de promoción del empleo y la formación profesional podemos revertir la alta dependencia del empleo público en estas zonas y fomentar un crecimiento más equitativo en todo el país. Creo que los sectores de mano de obra intensiva, como la confección, podrían incorporar a cientos de miles de personas que hoy no tienen trabajo o que deben mudarse a cientos de kilómetros de donde nacieron porque en sus pueblos o en las ciudades aledañas no hay trabajo. Vemos mucha migración interna a los conurbanos producto de las asimetrías que existen. Una política de desarrollo federal podría revertir este fenómeno.

Tenemos ejemplos claros de políticas industriales impulsadas en La Rioja y Catamarca en los últimos años que permitieron incorporar personas que venían de planes sociales en pocos meses al sector textil de manera formal, ofreciéndoles capacitación a las personas, una reducción de aportes patronales a las empresas y permitiendo la generación de muchos puestos de trabajo, que redundaron además en un ahorro muy importante al Estado que a partir de esta transición al empleo formal dejó de pagar los planes sociales. Esto debemos expandirlo a nivel país para incorporar a las millones de personas que hoy están excluidas del mercado laboral, sobre todo en sectores de mano de obra intensivos. No es complejo, tenemos que tomar la decisión de avanzar con este tipo de acciones.

TN PLATEX cuenta con las más modernas tecnologías, sin embargo vulgarmente se considera al sector poco competitivo, como antiguo, pasado de moda.. ¿Por qué consideras que la industria textil es moderna y clave para el desarrollo argentino en el siglo XXI?

Nosotros hemos mantenido desde siempre nuestro compromiso con la utilización de tecnología de vanguardia a nivel mundial, lo que nos permitió ir mejorando año a año la calidad de nuestros productos, aumentar la productividad y poder exportar parte de nuestra producción, compitiendo con el mundo. Esto mismo ocurre en cientos de empresas que han ido renovando maquinaria y persiguiendo los mejores estándares de la industria internacional. Nosotros decimos que somos muy productivos, pero que existe un problema de competitividad vinculado a factores externos como la altísima carga impositiva, la ley laboral, la calidad de la energía, los altos costos logísticos y el nulo acceso al crédito que tenemos desde el sector privado, etc.

Hace tiempo venimos aumentando la digitalización de nuestros procesos y trabajando sobre los datos que generan tanto nuestros procesos productivos, como administrativos y comerciales para tomar decisiones estratégicas en forma preventiva.

Por eso nosotros decimos que “no hay sectores viejos, hay tecnologías viejas”. Lo que tenemos que hacer es apalancar a los nuevos sectores en estas nuevas tecnologías para generar mejor impacto económico, ambiental y social.

Se hablo mucho de abrir las importaciones para bajar los precios, ¿Cómo analizás la lógica del consumidor que prefiere la ropa importada porque considera que es de mejor calidad y precio?

No puedo juzgar al consumidor por lo que piensa, porque no tiene por qué entender cómo está compuesto el precio del producto y está en todo su derecho de exigir comprar el producto que quiere. Yo creo que el sector textil argentino debería tener muchas más marcas que apunten al segmento medio, que tengan una mejor relación precio-calidad. De todas formas existen empresas que producen productos de alta calidad y buen precio. Nosotros lanzamos la marca DFAC  (de fábrica al consumidor) intentando ofrecer una buena propuesta de precio-calidad. Es cierto que en el shopping la ropa está mucho más cara, pero no es representativa de la oferta textil que abastece a 46 millones de argentinos, que sí compran ropa, fuera del shopping. En los shoppings encontramos un alto porcentaje de ropa importada, y sólo un porcentaje muy menor de esos costos están vinculados al  costo de producción. En casi todos los sectores que yo conozco, del producto que vos compras, se paga un 15% de costo de alquiler y entre un 44 y 50% la carga impositiva.

MÁS ALLA DEL LIBERALISMO: SIN INDUSTRIA NO HAY NACIÓN

Los desarrollistas entendemos que hay una visión liberal consolidada de que Argentina se debe especializar en lo que naturalmente tiene ventajas competitivas y que con eso alcanza. Todo lo demás es considerado por estos como industria prebendaría, es decir, si necesita alguna protección o subsidio por más que tenga agregado de valor, sea para mejorar su competitividad o genere empleo no tiene sentido que exista. ¿Qué opinas de este enfoque hoy en auge?

Estoy a favor de que se realice un análisis estratégico que permita determinar qué sectores se impulsarán en función del interés geopolítico, estratégico, etc, pero sí cuestiono a aquellos que buscan por sus pre conceptos buscan desaparecer sectores que son centrales para el desarrollo del país.  Para ser más claro… yo estuve de acuerdo con la ley de economía de conocimiento que es la continuación de la ley del software. Fue exitosa, mostró continuidad política, pero también es un parche sectorial a un problema estructural y transversal a todos los sectores, que te demuestra que haciendo un parche (una mejora) hay sectores que funcionan. ¿Cuántos otros sectores exportarían, en vez del 15%, el 50% de su producción si tuvieran condiciones similares en lo laboral e impositivo a las que tiene el sector de la economía del conocimiento? ¿Qué pasaría con los textiles del Norte Grande y Cuyo si tuvieran condiciones similares a la de los textiles de Tierra del Fuego? Podríamos poblar el norte grande, triplicar las exportaciones y bajar el precio de los productos a la mitad porque el 50% de los mismos son impuestos.

Entonces, no es lo mismo la lógica de fomentar sectores cuando equilibras la cancha a través de reformas estructurales que la de hacer desaparecer sectores en el horrible contexto actual de competitividad estructural en el que nos toca producir que hace muy difícil distinguir entre los buenos y malos empresarios.

En ese sentido, ¿cómo definís al industrial argentino que debe operar en un entorno macroeconómico tan volátil?

El industrial argentino enfrenta numerosos desafíos en un contexto cambiante, pero su compromiso con el desarrollo del país es innegable. Es necesario encontrar un equilibrio entre la importación y la producción nacional, reconociendo que ambos sectores son importantes para la economía. La gran mayoría de los industriales argentinos que conozco somos perseverantes, resilientes, estratégicos, adaptables a los constantes cambios; amamos nuestro país y apostamos a seguir creciendo, promoviendo el desarrollo.

“La Argentina fue una gran escuela”. Llegó a París sin saber hablar francés y hoy triunfa como un exótico diseñador de moda

Fuente: La Nación – Oriundo de Berazategui, Matías Cristino vive desde hace una década en “la ciudad de la luz” y habla de sus comienzos en el mundo del diseño y cómo logró encontrar su lugar en el extranjero.

Matías Cristino emigró sin querer. Luego de compartir con su familia su elección sexual y de crear una marca de moda, llegó a París sin hablar francés y se convirtió en el diseñador fetiche de Sacre Coeur.

“No me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero”, dice el filósofo francés Michel De Montaigne y podría aplicarse a la historia de Matías. Él es el hijo menor de tres hermanos que fueron criados por su madre, su padre falleció cuando él era muy pequeño. Oriundo de Quilmes, vivió la gran parte de su infancia en Berazategui. Entre los recuerdos más preciados de su infancia están las tardes junto a sus amigos del barrio y la casita del árbol. Sin embargo, su adolescencia no fue tan alegre. En su interior, Matías sabía que no pertenecía allí. Intuía que no era el lugar para él.

Matías Cristino es oriundo de Berazategui
Matías Cristino es oriundo de Berazategui

“Siempre tuve gustos muy particulares, pero mi familia me aceptó así. Desde muy chico me gustaba la ropa. Mi mamá me cuenta que aún siendo pequeño, no quería que nadie eligiera mi ropa. Tenía un gusto definido, aún sin tener tantas herramientas como para llevarlo adelante. Mi familia era sencilla, de clase media a la que no le interesaban demasiado esas cosas”, cuenta.

Un momento bisagra en su vida fue cuando su hermana lo eligió para ser padrino de su primera sobrina. Tenía 18 años. Matías sintió que ese era el momento de compartir con su familia sus preferencias sexuales. “Creía que era importante que supiera exactamente a quien estaba eligiendo para su hija. A la par, saber quién era y que es lo que deseaba, me ayudó a cumplir un montón de metas en mi vida”, explica.

El buen gusto de la niñez, maduró con sofisticación. Reconoce que siempre se sintió atraído por “las cosas lindas”. El arte, el teatro, el vestuario, la arquitectura, los bellos objetos. “Creo que tener cosas lindas a mi lado me alimenta, me sanan, me ayuda, me hace sentir bien”, sostiene.

Matías primero quiso estudiar arquitectura, pero desistió al pensar que la carrera sería demasiado costosa. Por eso, se inclinó por la carrera de diseño de indumentaria. Allí una de sus profesoras vio su talento y le dijo que era “perfecto” para esa disciplina. “Fue un poco el azar. Aunque no llegué a ser arquitecto, me acerqué a algo parecido. Hago patronajes, que es algo cercano a hacer planos, pero del cuerpo. También aprendí a interpretar el deseo de la otra persona: qué le agrada y cómo desea verse”, cuenta.

Matías es el menor de tres hermanos
Matías es el menor de tres hermanos

En el 2010, Matías fue seleccionado para la segunda edición del reality Project Runway, un importante concurso televisivo de moda, viajó a Miami y se instaló allí por unos meses. “Fue el desafío perfecto para medir mis capacidades, mi tolerancia, mi facilidad para trabajar en equipo. Luego de esa especie de posgrado, me mudé a Recoleta, donde más tarde abrí mi primera tienda”, cuenta. En el concurso Matías obtuvo el segundo puesto.

“Las riendas de mi vida”

Antes abrir su propia tienda en Buenos Aires, Matías trabajó en las ferias de diseño de Palermo Soho, en Plaza Serrano hasta que dos socias que tenían una tienda lo descubrieron y lo contrataron para trabajar para ellas en la colección de su marca. Luego, otra marca también lo contrató para diseñar su colección.

Todo parecía marchar sobre ruedas, pero una tragedia familiar, el fallecimiento de su sobrina, lo impulsó a cambiar de rumbo. “Fue algo que me marcó a fuego. Un dolor muy fuerte que hizo que me replanteara muchas cosas y me impulsó a tomar las riendas de mi vida. Ahí sentí que quería dejar de trabajar para alguien y comenzar a hacerlo para mí”, explica.

Matías abrió su primera tienda en Juncal y Azcuénaga, en Recoleta.
Matías abrió su primera tienda en Juncal y Azcuénaga, en Recoleta.

Fue así que, apenas pasados sus 20, Matías abrió su primera tienda en Juncal y Azcuénaga, en Recoleta. Al comienzo era una multimarca de diseñadores. Luego, cuando obtuvo el segundo puesto en Proyect Runway, decidió reconvertir el local con su propio sello: Cristino by Matías Cristino. Llegó a tener cinco locales.

“Mi vida entonces se volvió un huracán. De repente me vi envuelto en un montón de cosas que no imaginaba. Yo era un diseñador, pero estaba pensando todo el día en cuestiones económicas: pagar sueldos, gestionar empleados, cancelar alquileres. Argentina entraba en crisis”, cuenta.

La situación del país no ayudaba. Desde que preparaba una colección hasta que salía a la venta los costos se multiplicaban y el valor de las prendas se encarecía demasiado. Para entonces, Matías se había casado y a su pareja le surgió la oportunidad de hacer un máster en Francia.

Fue una decisión difícil. Para los dos implicaba dejar muchas cosas. Habíamos viajado varias veces a París y nos gustaba mucho, aunque nunca fue mi sueño instalarme allí. Pero decidimos arriesgarnos. A finales de 2014 vendí todo y nos mudamos a París para empezar de nuevo″, cuenta.

“Aprovecho el lado latino de mi personalidad

Matías llegó a “la ciudad de la luz” sin hablar francés. Al principio no fue fácil, pero gracias a la ayuda de una clienta que vivía en París, lentamente, logró adaptarse. “Empecé a coser en un pequeño departamento de dieciocho metros cuadrados en el barrio de Montmartre. Una clienta me recomendó a otra, cada una que venía hablaba un poquito de español o venían con alguien que traducía. Era muy gracioso. Empecé a tener mucho trabajo. Hasta tuvimos que mudarnos a un departamento más grande, con una habitación extra para que yo pudiera poner mi taller”, cuenta.

En el nuevo departamento su profesión explotó más, lo que lo llevó a abrir su primera pequeña tienda cerca de Moulin Rouge. Hace todo allí, donde ahora diseña y produce todo a medida. Cuando mira en perspectiva, Matías asegura que “es emocionante” adaptarse a una nueva cultura.

Matías considera que París es una ciudad "hostil" que "no todo el mundo resiste".
Matías considera que París es una ciudad «hostil» que «no todo el mundo resiste».

Para Matías París es una ciudad muy competitiva. Todo el mundo quiere ir a triunfar allí. “Pero es una ciudad hostil. Hasta el clima es distinto: es gris, lluvioso. También hay que prepararse a eso. No todo el mundo resiste, no es para la gente blanda”, dice.

Reconoce que su mayor desafío fue adaptarse al modo de vida y a la cultura comercial. “Las cosas aquí son por barrios, cada uno tiene su propio centrito. Lo bueno es que la gente te busca. Cuando a alguien le gusta lo que haces, te sigue a donde vayas. Son muy fieles para el consumo de algo que les gusta. Aunque el reto más grande fue aprender la lengua e instalar un negocio acá, que no es nada fácil. Los impuestos son altísimos. Cuando llegué de la Argentina con muchos años de experiencia creía que me las sabía todas y acá me di cuenta que no era así. Aquí se consume de un modo completamente diferente. En París volví a encontrarme como diseñador. Hoy puedo decir que mi personalidad está plasmada en el diseño”, agrega.

"En París volví a encontrarme como diseñador", dice Matías
«En París volví a encontrarme como diseñador», dice Matías

Ahora, cada vez que Matías viene de visita a la Argentina se siente un turista. Es en París, es hoy donde se siente cómodo, con la puerta de su tienda abierta todo el día sin llave. También le agrada contar con más tiempo libre y no trabajar seis días a la semana. Piensa que ser extranjero, le dio un plus extra: “Soy un poco exótico en el buen sentido, con mi acento, cuando hablo francés, hace que tenga cierta sensualidad. Yo no lo escucho, pero ellos me lo marcaron. Así que aprovecho el lado latino de mi personalidad que para ellos es algo llamativo. La Argentina fue una gran escuela, me ayudó a enfrentarlo todo sin miedo, a estar preparado para lo que venga”, concluye.

Baja la tasa para el consumo: la TNA del programa «Cuota Simple» pasó del 80% al 70%

Fuente: IProfesional – Representa una tasa mensual del 5,83%. En febrero, el programa registró 4.851.824 de operaciones con un volumen operado de $396.059 millones.

La Secretaría de Industria y Comercio actualizó hoy la tasa de Cuota Simple, el programa de fomento al consumo impulsado por el Gobierno nacional, que pasará de una tasa del 80% a una TNA del 70%. Esto significa una baja del 12,5% en el financiamiento de las compras en 3 y 6 cuotas fijas a través de esta iniciativa.

La tasa mensual, por lo tanto, pasará a ser del 5,83%, lo que representa una tasa del 17,5% para una compra en tres cuotas y del 35% para una en seis cuotas.

Esta actualización, que responde a la reducción de la tasa de interés de referencia del Banco Central, permite que más consumidores puedan realizar sus compras en una oferta de 29 rubros, entre los que se encuentra indumentaria, calzado, electrodomésticos y turismo. 

En febrero, Cuota Simple registró 4.851.824 de operaciones con un volumen operado de $396.059 millones. El ticket promedio durante el mes fue de $81.631. Según el volumen de facturación, los principales rubros fueron «Indumentaria» (32,3% de las ventas), «Pequeños Electrodomésticos» (18,7% de las ventas) y «Calzado y Marroquinería» (8,7%). Del total de las compras a través del programa, el 55% se realizó en 3 cuotas y el 45%, en 6.

La TNA del programa para financiar compras en 3 y 6 cuotas fijas bajó del 80% al 70%

La TNA del programa para financiar compras en 3 y 6 cuotas fijas bajó del 80% al 70%

En qué consiste Cuota Simple

Cuota Simple permite financiar compras de productos en 3 y 6 cuotas fijas mensuales tanto en tiendas virtuales y locales adheridos de todo el país. Incluye los siguientes rubros: Anteojos y lentes de contacto, Artefactos de iluminación, Artículos de librería, Artículos de librería, Bicicletas, Calzado y marroquinería, Colchones, Computadoras, Notebooks y Tabletas, Elementos durables de cocina, Equipamiento médico, Espectáculos y Eventos culturales, Indumentaria, e Instrumentos musicales.

También incluye Turismo, Juguetes, Libros, Línea Blanca, Maquinaria y Herramientas, Motos, Muebles, Neumáticos, accesorios y repuestos, Pequeños Electrodomésticos, Perfumería, Servicios educativos, Kit para la conexión domiciliaria a los servicios de agua y cloacas, Servicios de preparación para el deporte, Servicios de reparaciones, Talleres de reparación de vehículos automotores y motocicletas, Teléfonos celulares con tecnología 4G y 5G, Televisores y monitores.

Los impuestos representan más de la mitad del precio al público de la ropa

Fuente: infobae – La industria textil enfrenta serias dificultades por el aumento de costos, más cargas tributarias en los tres niveles de gobierno y caída de ventas. Qué medidas pide el sector

Laindustria textil e indumentaria atraviesa una situación compleja en medio del aumento de costos de producción y tributarios y la apertura de importaciones.

A su vez, la caída del poder adquisitivo de la población hace que cada vez sea más difícil para los consumidores acceder a las prendas de vestir, a pesar de que el rubro se incrementó por debajo de la inflación.

Según datos de la Fundación ProTejer para Infobae, en Argentina existe una amplitud de precios enorme: prendas similares pueden valer hasta 13 veces más dependiendo del canal de comercialización. Los costos de alquiler, logísticos, de intermediarios, gastos de publicidad y marketing y tributarios, explican, hacen la diferencia.

“Si analizamos el precio de la ropa que se vende en un shopping, a pesar de la idea generalizada de que son los empresarios industriales los culpables del precio de la ropa, la industria textil e indumentaria, incluida su rentabilidad, sólo representa un 8,5% del precio final”, aseguraron desde ProTejer.

El costo de la industria textil e indumentaria, incluida su rentabilidad, sólo representa 8,5% del precio final al público (ProTejer)

En tanto, los costos y rentabilidad de las marcas que desarrollan los diseños, el marketing y la publicidad, y los costos de logística y comercialización, representan 24,8% del precio facturado.

Fuera de la cadena de valor, hay otros costos que componen el precio de la indumentaria y que representan un porcentaje superior al que remunera a toda la actividad industrial.

Composición del precio de la ropa (ProTejer)Composición del precio de la ropa (ProTejer)

La financiación de una tarjeta de crédito representa un costo que alcanza según ProTejer 12,2% del precio de venta de la ropa, mientras que el alquiler del local donde se comercializa el producto, explica otro 12,7%. A esto se le suman los principales impuestos nacionales, provinciales y municipales que representan 50,3% del precio de venta.

Es decir, el 75,2% del precio que abona el consumidor final por una remera, por ejemplo, en un shopping, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres.

El 75,2% del precio que abona el consumidor final por una remera en un shopping, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres (ProTejer)

Particularmente en el caso de los impuestos, el gobierno de Javier Milei no los redujo y flexibilizó las importaciones para promover la competencia, generando inquietud en la industria.

En este sentido, se eliminó la obligatoriedad de que muchos productos textiles o calzado y productos con medidas antidumping deban ingresar al país obligatoriamente por el canal rojo de la Aduana. Esto significa que dejará de exigirse la verificación física además de la documental.

Valores relativos

Por otro lado, el precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses por los aumentos de tarifas, transporte y alimentos, con salarios y jubilaciones que comenzaron el año perdiendo contra la inflación.

De hecho, con datos a febrero, la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) anotó una caída cuatrimestral del 24%, siendo la mayor desde que se elabora el índice, según estimaciones de Salvador Vitelli.

El precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses (Bloomberg)El precio de la ropa en Argentina es alto si se compara con el poder adquisitivo, el cual se vio fuertemente afectado en los últimos meses (Bloomberg)

Respecto a la inflación, Indumentaria no fue el rubro que más se incrementó en marzo, se ubicó incluso levemente por debajo del nivel general: las subas fueron del 10,9% y 11%, respectivamente.

“La ropa no sólo registra los menores aumentos en los últimos meses, sino que, considerando un período de tiempo más largo, 7 de los 12 rubros del Indice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementaron más: alimentos y bebidas, equipamiento y mantenimiento de hogar, salud, transporte, recreación y cultura, restaurantes y hoteles y bienes y servicios varios. Incluso muchas de estas categorías incluyen -además de bienes- servicios con precios regulados (o subsidiados) que llevan el promedio hacia abajo”, precisaron desde ProTejer.

De acuerdo a estimaciones de la entidad, la inflación fue del 4.726% entre diciembre de 2016 y febrero de 2024, mientras que los precios de las prendas de vestir se incrementaron un 4.436% (290 puntos porcentuales por debajo del nivel general). “Esta realidad muchas veces queda invisibilizada”, afirmaron.

La inflación fue del 4.726% entre diciembre 2016 y febrero 2024, mientras que los precios de las prendas de vestir se incrementaron un 4.436% (ProTejer)

En la misma línea, en la Ciudad de Buenos Aires, según la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), entre diciembre de 2022 y marzo de 2024, el nivel general de precios acumuló una suba de 369%, mientras que la indumentaria subió 249%. Eso representó un abaratamiento relativo de 26 por ciento.

A marzo, los precios de la ropa llevan 14 meses consecutivos por debajo del nivel general de la inflación (CIAI)A marzo, los precios de la ropa llevan 14 meses consecutivos por debajo del nivel general de la inflación (CIAI)

“Esto se produce por dos fenómenos combinados: los faltante de insumos y la falta de capacidad productiva para abastecer el mercado interno produjo una presión fuerte sobre los precios durante el período post pandémico pero con las inversiones que se hicieron, a través de las ampliaciones productivas, se equilibraron en 2023 e incluso después tendieron a bajar incluso por debajo de la inflación debido a una etapa de menores ventas”, dijo a Infobae Claudio Drescher, presidente de CIAI.

Comparación con el resto del mundo

En cuanto a la comparación con los precios internacionales, fuentes del sector consideraron: “Muchas veces se compara incorrectamente los precios de la ropa en Argentina con los del resto del mundo. Se comparan marcas muy distintas -no es lo mismo GAP, H&M, Zara o Louis Vuitton- o productos de nueva colección con temporadas anteriores”.

Muchas veces se compara incorrectamente los precios de la ropa en Argentina con la de otros países en marcas y prendas de diferente estación

“Tampoco se incluyen los costos de financiación en los precios internacionales o los impuestos al consumidor (Argentina los incluye en el precio de venta online mientras EE.UU, en general, no). Otra cuestión es que no se considera la distorsión que genera el costo logístico de transportar un producto a miles de kilómetros, en relación con el peso que tiene en otros países”, agregaron.

Además, “suelen comparan precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen”, explicaron.

"Suelen comparar precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen", dijo la fuente (Reuters)«Suelen comparar precios a dólar oficial cuando tanto una compra en el exterior con tarjeta como una importación no se realizan a ese tipo de cambio sino que pagan otros impuestos (PAIS) que la encarecen», dijo la fuente (Reuters)

Desde Fundación ProTejer indican que si se comparan marcas similares nacionales e internacionales, los precios en Argentina son más bajos. Y ejemplificaron: “Vemos corpiños de Caro Cuore o Selú (lencería de marca premium y calidad argentina) en promedio a $35.000 y bombachas con precios de entre $15.000 y $20.000 con impuestos. De esta manera, el conjunto queda en alrededor de USD 45 al tipo de cambio turista ($1.414 para la venta). El conjunto de ropa interior clásico de Victoria´s Secret supera los 60 dólares″.

Ahora bien, comparando la misma marca internacional en Argentina y en otros países, los precios son similares e incluso a veces más caros. Por ejemplo, un buzo clásico Adidas tiene un precio de USD 60 ($83.000), mientras que en el portal online de EEUU tiene un valor de USD 79. Similarmente, un jean Levis 501 vendido en el portal web de Italia cuesta USD 140. En Argentina tiene un valor de USD 120 ($168.000), detallaron en la entidad.

Necesidades para reactivar el sector

En la actualidad, “a partir de la devaluación de diciembre, se han paralizado varias industrias muy importantes del consumo interno, con una caída absolutamente abrupta e inédita de ventas, porque ha habido procesos recesivos mayores pero no con la velocidad y la contundencia que se dio en esta oportunidad. En el sector de indumentaria y confección hay una gran preocupación ya que vemos una caída que está en torno al 35-40%”, expresó Drescher.

En el sector de indumentaria y confección hay una gran preocupación ya que vemos una caída que está en torno al 35-40% (Drescher)

Y agregó: “Nos preocupa las suspensiones y despidos que empezaron en el sector, y que muchas pymes están en situación de haber invertido su capital de trabajo en el desarrollo de las prendas para la temporada de invierno, quedando con remanentes que no van a ser vendidos. Esto va a afectar su estabilidad financiera”.

En este contexto, desde ProTejer mencionaron, entre otros, algunos ejes de políticas públicas sobre los cuales necesitan avanzar para atravesar la coyuntura y potenciar la producción y el empleo de la cadena de valor:

  • Extensión de la cantidad de cuotas disponibles para el pago de impuestos para pymes;
  • Suspensión de los regímenes de Retención y Percepción de IVA y a las Ganancias;
  • Moratoria fiscal y previsional;
  • Programa para el sostenimiento de la producción para empresas y trabajadores (Repro);
  • Financiamiento con apoyo estatal accesible y favorable para capital de trabajo;
  • Programa de fomento a las exportaciones con valor agregado industrial, diseño y marca argentina, que incluya misiones al exterior, financiamiento, marca país y subsidios o reintegros al sobrecosto argentino. Aumento de reintegros a las exportaciones industriales;
  • Programa de financiamiento al consumo de productos textiles nacionales (hoy Cuota Simple);
  • Restitución del Sistema de Capacidad Económica Financiera (CEF) o mecanismo similar para regular nuevos importadores;
  • Refuerzo de controles aduaneros para evitar maniobras elusivas y contrabando;
  • Aumento del Impuesto PAIS para importaciones de bienes finales textiles. Progresividad en función del agregado de valor;
  • Rápida liberación del sistema de pago de importación de insumos sin fabricación nacional o eliminación de incompatibilidad de CCL y Mercado Único y Libre de Cambios;
  • Renovación Programa de reducción de aportes patronales para reducir la informalidad en la confección;
  • Plan de promoción de inversiones productivas (financiamiento y beneficios tributarios)

Los amigos que crearon tintas textiles sustentables para reducir el impacto ambiental y cuidar el agua

Fuente: Infobae – Gustavo Freytes Garzón, Rodrigo Asili y Magalí Méndez desarrollan un pigmento en polvo que reemplazaría a las tinturas petroquímicas. Actualmente, un año de contaminación para confeccionar telas equivale al líquido que utilizarían dos países con la superficie de Argentina

La textil es la segunda industria más contaminante del mundo y uno de los problemas medioambientales más importantes que provoca es generado por el proceso de teñido, responsable del 20% del desperdicio y de la contaminación del agua en todo el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“El consumo específico de agua para teñir varía entre 30 y 50 litros por kilogramo de tejido dependiendo del tipo de tinte utilizado. Por eso, la producción de pigmentos requiere de mucha agua, depende de productos químicos y necesita petróleo. Por ejemplo, para producir 1 kilo de pigmento se usan 1000 litros de agua, 10 kilos de productos químicos y 100 de petróleo. Y, según los objetivos de sostenibilidad de las Naciones Unidas, es necesario garantizar la gestión del agua, así como promover una industrialización inclusiva”, explica Gustavo Freytes Garzón, CEO fundador de Tintte, el emprendimiento cordobés que busca la manera de cuidar el gasto de agua y el impacto ambiental que genera la industria textil y que comparte con Rodrigo Asili, microbiólogo, y con la biodiseñadora e investigadora, Magalí Méndez.

Este emprendimiento nació luego de que observaron de cerca las consecuencias de la contaminación, sobre todo en el Lago San Roque, de Córdoba, al que intentaron limpiar. Aunque eso quedó solamente en una idea por falta de sustento no abandonaron la búsqueda para frenar la contaminación de las aguas sino que además decidieron “atacar” el origen. Luego de nutridas investigaciones descubrieron a la que califican como la “solución” a este problema.

Las primeras muestras de lana y poliéster teñidas (tintte.bio)Las primeras muestras de lana y poliéster teñidas (tintte.bio)

Los primeros pasos

Gustavo, que inició su vida universitaria como aspirante a contador, pronto supo que eso no era lo de él, dejó la carrera y comenzó a buscar una manera de emprender. Entonces, con 20 años y junto a un amigo, abrió una distribuidora de insumos gastronómicos para bares. Reconoce que lo que “comenzó como un juego” alcanzó a destacadas firmas en todo el país. Pese a que todo marchaba bien, en 2020, el interés por las cuestiones ambientales se impuso y nuevamente el barco viró a 180 grados.

“Me di cuenta de que la distribución generaba mucha contaminación y, en ese momento, la Municipalidad no recolectaba los empaques de los productos que quedaban en la calle. Pensando en eso, comencé a gestionar una startup que tenía el objetivo de reducir la basura en las calles, pero no pudimos avanzar por falta de financiamiento”, resume sobre su primer intento.

Al poco tiempo, comenzó a incursionar en la biotecnología de la mano de Rodrigo Asili, su actual amigo y socio, quien lo sorprendió por “su capacidad para encontrar soluciones a problemas globales”, asegura. Juntos, empezaron a desarrollar un banco de microorganismos.

Los amigos se asociaron con una empresa local dedicada a la producción de insumos para el agro mientras continuaban la búsqueda para solucionar los problemas globales que los interpelaban. En la búsqueda de esas respuestas, durante diciembre de 2023, nació Tintte.

Las pruebas de laboratorio se extenderán, al menos, por uno o dos años más (tintte.bio)Las pruebas de laboratorio se extenderán, al menos, por uno o dos años más (tintte.bio)

Resolver la base del problema

Cuando la contaminación del Lago San Roque les quitaba el sueño, los amigos imaginaban cómo limpiar esas aguas. “Pensamos en bio remediarlo”, cuenta y detalla Freytes Garzón: “Para eso, separamos las bacterias que podían hacer ese proceso, pero no encontrábamos cómo escalarlo. Asumiéndolo, decidimos ir por las causas principales que estaban contaminando las aguas y nos enteramos de que la industria textil, el proceso de teñido de telas, puntualmente, era una gran contaminante. Pensamos que si la tintura es la que contamina, entonces habría que crear una nueva que sea sustentable”.

Ese proceso derivó en el reemplazo de las tinturas petroquímicas por colorantes y biocompuestosque colaboran en la reducción del uso de tintes y la contaminación de agua potable. A saber: para fabricar un jean se utilizan más de 3.000 litros de agua; confeccionar una remera básica implica usar otros 2.700.

Buscando bajar esos números y provocar el mínimo impacto, los emprendedores comenzaron la búsqueda que derivó en la producción de colorantes y biocompuestos para industrias textiles. “Reemplazamos tintes petroquímicos y compuestos auxiliares utilizados en el proceso de coloración de la industria textil. La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, específicamente, su proceso de coloración porque además de contaminar mucho, utiliza miles de litros de agua y energía. Para dar una idea: en un año, esta industria utiliza en agua el equivale al doble de lo que se usa en toda Argentina.

Los colorantes que producen son polvos biodegradables que prometen dar más color a mayor volumen de telas. “Hasta ahora tenemos los colores primarios que ya están siendo probados. Ya logramos muy buenos resultados en laboratorio con alto nivel de eficiencia y con un tinte biodegradable”, agrega y cuenta que hasta el momento, hicieron pruebas en lana, algodón y poliéster.

Mostrando los primeros resultados de los polvos colorantes (tintte.bio)Mostrando los primeros resultados de los polvos colorantes (tintte.bio)

Esto es el resultado del biobanco creado por Rodrigo que está compuesto por 100 microorganismos, encargados de generar colores y biocompuestos para colorear. “Estamos trabajando para hacerlo a escala industrial”, reconoce y explica que lo que desarrollaron es “un proceso biotecnológico único para producir, depositar y fijar pigmentos en textiles por medio del uso de biotecnología y bacterias específicamente seleccionadas para producir eso biocolorantes y biocompuestos”.

Según el CEO, la propuesta utiliza la mitad de agua y electricidad que el procedimiento ya conocido.

Con miras a expandirse al exterior, cuenta: “Pronto haremos algunas pruebas con una empresa argentina líder en la fabricación de hilado y telas. También estamos desarrollando unas pruebas con una empresa de India, que también es tintorera y fabricante de telas. La idea es que nuestro alcance sea global y se lo vea como una solución. Ya sabemos que esta idea es muy bien recibida en Europa, donde hay una regulación referida a los recursos naturales, un poco más fuerte que en Argentina. Allí son un poco más estrictos. El problema de contaminación más grande está en India por el volumen y el tipo de tela que usan, y en China”, asegura.

Emocionado, cuenta: “Estamos tratando de desarrollar las primeras alianzas comerciales con Asia para después internacionalizarnos. Hay una gran expectativa con esta tecnología por parte de las marcas porque tienen la necesidad real de tratar de adecuar su fabricación y su alta cantidad de producción a los nuevos requisitos, por requerimiento gubernamentales, pero también de parte de los consumidores”.

De cara al futuro, aún en fase de laboratorio, dice que les restan entre uno y dos años de pruebas. “Lo tenemos que seguir desarrollando, no es que estaremos en el mercado en los próximos meses. Esto es un desarrollo de biotecnología complejo. Creemos que en los próximos cinco o diez años, cerca de la agenda 2030 de la ONU, debemos llegar con un desarrollo grande de tintes biodegradables. Ojalá que para entonces lleguemos con un gran nivel de producción de biopigmentos para tratar de solucionar un poco este inconveniente global que, en definitiva, se generó por un consumo que quizás no estaba no estaba planificado. O sea, que fue sucediendo por un mal diseño de un proceso que terminó siendo contaminante. Si la biotecnología puede ayudarnos a solucionar este problema, para volver de alguna manera a las raíces, bienvenida la biotecnología”, finaliza.

La producción cayó 14% y advierten por la flexibilización de importaciones

Fuente: Perfil – La quita de algunos requisitos para importar, entre otros, productos textiles y calzado preocupa a la industria argentina, que está en crisis: para enero, según los últimos datos oficiales, utilizó apenas del 36,7% de la capacidad instalada, muy por debajo del resto de los rubros, que también van cayendo. Las ventas de indumentaria se redujeron un 28% en el primer bimestre del año con respecto al mismo periodo de 2023 y las de calzado el 5,9% solamente durante marzo.

Según el último informe del Indec, publicado en marzo, el uso de la capacidad instalada de la industria textil fue del 36,7% en enero, cuando el promedio general también sufrió una fuerte caída, pero alcanzó el 54,6%. El sector es uno de los peor posicionados, porque se ubica solamente por detrás de la industria automotriz (25,7%) y la metalmecánica (33,4%). Por eso, algunas cámaras expresaron su preocupación por la flexibilización de requisitos para la importación que fue anunciada por la Secretaría de Comercio esta semana.

Las resoluciones 154/2024 y 112/2024 liberaron la obligatoriedad de pasar por el “canal rojo” a aquellos bienes que estaban sometidos a inspecciones que, según el comunicado oficial, eran “excesivas”.  Desde el Gobierno señalaron que los bienes alcanzados por las disposiciones son, entre otros, los del rubro textil y del calzado, y que el objetivo es “desburocratizar” la gestión económica.

En relación a estos anuncios la Fundación Pro Tejer emitió un comunicado en el que señaló que eliminar la obligatoriedad de que productos textiles, calzados y otros bienes con medidas antidumping pasen por el “canal rojo” de la Aduana es una medida que “va en el sentido contrario a preservar condiciones de justa competencia”.

El documento hace referencia a la posible amenaza que supone, para una producción local ya golpeada, la importación desregulada. “Gran parte de esa mercadería proviene de Asia (más del 70% de las importaciones totales) y es fabricada en países donde no se cumplen con mínimos estándares ambientales, las condiciones laborales son muy precarias y carecen de condiciones de seguridad e higiene”, señalaron.

Otro punto importante que destacaron es que “Sudamérica es blanco de productos excedentes de temporadas pasadas del Norte, por lo que muchas prendas se importan a precios rebajados y por debajo de los valores de mercado”.

Industria textil

En enero de 2023 el uso de la capacidad instalada de la industria era del 41%, una cifra que fue creciendo hasta llegar un pico del 64,4% en junio y que se mantuvo cercana al 60% durante los meses siguientes hasta diciembre, en donde se redujo al 39,9%. En enero de este año volvió a bajar más de 3 puntos porcentuales, solamente en un mes y, de acuerdo con un informe de Pro Tejer, fue el nivel más bajo registrado en los últimos 9 años, a excepción de enero de 2019.

Según la Federación de Industrias Textiles Argentinas (Fita) el sector genera 640 mil puestos de empleo: más de 100 mil directos y 540 mil indirectos. Además, cuenta con 3400 establecimientos en 14 provincias del país.

Las ventas de indumentaria bajaron el 28% en promedio durante el primer bimestre de este año en relación al mismo periodo de 2023”, le comentó a este medio Alicia Hernández, gerente general de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (Ciai). “Es preocupante porque recién estamos empezando con la temporada de invierno y cuando el poder adquisitivo de la gente se cae lo primero que se cae es la indumentaria”, agregó.

En consonancia con las estadísticas, Hernández mencionó que la baja en las ventas “se nota en la capacidad ociosa de la producción. Algunas marcas tienen talleres propios, otras tercerizan, y ya en los talleres y en las empresas se empieza a notar el impacto de la caída, porque se hizo un invierno mucho más conservador en cuanto a unidades producidas. El año pasado faltaban talleres para confeccionar”, explicó.

La Ciai nuclea a comercializadores de indumentaria que venden tanto productos nacionales como importados, por lo que, señaló su gerente, la importación no debería tener un efecto negativo en el sector, porque el 28% de caída en el consumo es generalizada. Pero, al igual que Pro Tejer, señalaron que la preocupación principal es que “puede entrar ropa usada, restos de temporada, que es mercadería a muy bajo precio”. Sin embargo, agregó también, “nosotros creemos que estamos para competir, que tiene que haber producto importado y nacional”.

Industria textil

Además, tampoco consideran que esto serviría para hacer el mercado más competitivo. “Creemos que tenemos que ofrecer al consumidor variedad. Lo que no creemos es que bajen los precios porque vienen productos importados, que es un poco la fantasía que está en las redes, que si viene producto importado va a ser más barato. No. No va a ser barato porque esa es otra historia, porque eso es un tema de impuestos y escalas productivas, no tiene nada que ver con el resto del mundo”, aclaró Hernández.

Con respecto a la flexibilización de requisitos, Hernández afirmó que “en principio, estamos de acuerdo”. Como ejemplo aclaró que “había una declaración jurada que se hacía para importar y en la que constaba la composición del producto. Pero para evaluar la composición tenés que mandar a un laboratorio que lo analice, cosa que no se hacía”.

Desde Pro Tejer sostienen en cambio que para hacer más eficiente el comercio exterior “no se deben eliminar controles, sino optimizarlos y mejorarlos”. Y señalaron que en este rubro “es común encontrar maniobras irregulares”, como la declaración de mercadería en posiciones arancelarias que no corresponden o la subdeclaración de valores de importación.

La fabricación de prendas de vestir, cuero y calzado cayó 13,9% en enero respecto al mismo mes de 2023. El calzado tuvo una caída más estrepitosa, del 17,5%. Las ventas de ese producto bajaron 5,9% interanual en el mes de marzo, según los últimos datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

La inflación interanual en este sector, en cambio, estuvo casi 70 puntos por debajo de la general.