~Infobae~ Luego de cuatro décadas al mando de una de las firmas más influyentes del mundo, la diseñadora venezolana y emblema de la high society neoyorquina dio un paso al costado, marcando el fin de una era. Encargada de vestir referentes alrededor de mundo, hoy deja un legado invaluable regido por la sofisticación y el glamour en tiempos donde el estilo informal parece dominarlo todo. Todo sobre el «efecto Carolina».
«Estoy en contra de las tendencias», afirma una y otra vez la reconocida diseñadora venezolana y emblema de la high society neoyorquina Carolina Herrera. Una frase que llama la atención en una industria donde el fast fashion parecen regir el tiempo del mercado, sin pausas ni transiciones suaves.
Ese imperio gobernado por la elegancia audaz y la visión intuitiva y sofisticada a partir de este año cobrará otro rumbo: la venezolana que nunca perdió su su impronta latina decidió dar un paso al costado de la dirección creativa del taller familiar. En su lugar arribará un joven diseñador talentoso: Wes Gordon. Un importante legado que deberá comandar sin perder la esencia lograda durante estas últimas cuatro décadas...ver nota completa