Fuente: Cronista ~ Los días de confinamiento obligatorio dieron cuenta de cambios en el modo de trabajar, de vivir y de consumir. En este sentido, los medios de pago digitales se convirtieron en un aliado de esta nueva etapa. Sin ir más lejos, de acuerdo a un informe elaborado por D’Alessio Irol, el 70% de los argentinos modificó su forma de pagar durante la cuarentena: el cambio se produjo en un medio de pago que varió por nivel socioeconómico, edad y lugar de residencia. Los que mayor tracción parecen haber logrado fueron tarjeta de débito (35%) y transferencia por homebanking (31%), seguidos de la tarjeta de crédito (22%) y MercadoPago (17%).
Este último dato va en línea con los resultados de un relevamiento realizado por la consultora Trendsity y MercadoLibre, que indica que para el 66% de las pymes la gestión de pagos digitales fue clave durante la cuarentena para seguir operando en este contexto.
Y hay más: Red Link indagó sobre la evolución del dinero electrónico en la Argentina y, de acuerdo al último informe UDE Link, se sumaron en mayo más de 1,9 millón de usuarios y 6,7 millones en un año a las distintas plataformas contempladas dentro del estudio de Uso del Dinero Electrónico (UDE), como se denomina a los movimientos de dinero a través de los cajeros automáticos, la computadora o el celular, y las diversas aplicaciones para hacer pagos, transferencias, depósitos, o carga de la billetera virtual o de la tarjeta de transporte o de celular, entre muchas otras, por parte de personas. Ascendió a 36,4 millones de usuarios UDE distribuidos en dichos servicios, a un ritmo de 5,6% en el mes y 22,6% en un año.
“En los últimos tres meses, el 90% de las ventas se canalizó a través de medios de pagos electrónicos; comenzamos a utilizar mucho más MercadoPago y MercadoShops”, comparte Adriana Rodríguez, al frente de Editorial Almaluz, un sello nacido en 2009, que edita entre 50 y 100 títulos al año, abarcando temáticas en ciencias sociales, geopolítica, literatura en todos sus géneros, infantil y autoayuda.
Con una fuerte visión hacia las nuevas tecnologías, durante la cuarentena, Rodríguez reforzó el posicionamiento de la marca en redes sociales y comenzó a presentar los libros a través de plataformas de videoconferencia. En estos últimos meses, si bien Almaluz sintió una baja en la venta de libros en formato papel, tuvo un importante crecimiento en los pedidos de versión electrónica, asegura Rodríguez, quien apuesta a fortalecer a la venta online y a expandir los canales digitales.
La gestión digital de pagos fue clave para las pymes argentinas durante el aislamiento. El contexto desalentó el uso de efectivo y cinco de cada 10 cobros se generan a través de MercadoPago, según el relevamiento Trendsity. Incluso, desde el 20 de marzo, unas 34.400 pymes se sumaron a los cobros digitales en MercadoPago. Y, más allá de que para el sector mipyme se aducen comisiones altas, para los consumidores se convirtió en una alternativa práctica.
«Los medios electrónicos de pago son fundamentales para el comercio en pandemia. Desde 2018 tenemos MercadoPago, pero me sorprendió el cambio que hizo en medio del ASPO, posdatando los pagos 2 semanas y ofreciendo pagar un porcentaje extra para acreditación instantánea. Las ventas, lamentablemente, bajaron a menos del 30% habitual y esto hace imposible hacer frente a los costos fijos. La mitad se hizo por pago electrónico y el resto, transferencia bancaria o pago en destino al delivery«, comparte Paola Louys, al frente desde hace 16 años de Puro amor, talles especiales, una compañía que comercializa indumentaria en talles grandes y con diseño casual, orientado a mujeres mayores. Recientemente, como paliativo a la caída en las ventas, también empezó a fabricar tapabocas y kits sanitarios.
Para cuando pase el temblor, Louys apuesta a continuar con la línea propia e incluir prendas para un público más joven, adaptado a nuevos canales de venta. «Fue un aprendizaje forzoso pero importantísimo, ya no tomaré al comercio electrónico como un negocio pequeño extra, sino que la idea es hacer una unificación de redes y la creación de una web de venta directa«.
Para Verónica Estrada, al frente de la juguetería didáctica Churrinche, no son tiempos fáciles, pero tampoco se desanima. A partir del anuncio del aislamiento, por el cual debió cerrar temporalmente su local en Villa Urquiza, comenzó a darle mayor seguimiento a la venta por otros canales, como WhatsApp, MercadoLibre y su página de TiendaNube.
“Comenzamos a trabajar con MercadoPago con más intensidad y transferencia bancaria, aunque las comisiones son altas. Hoy, el 50% de nuestras ventas se hace a través de medios digitales”, comparte Estrada, desde la juguetería que trabaja con diferentes pedagogías, como Waldorf y Montessori, y productos de fabricación nacional.
La digitalización se consolida como un canal para ampliar la base de clientes y como plataforma de soluciones para operar en contexto de emergencia de las pymes. Así es que 9 de cada 10 encuestados opina que la venta online le permite llegar a una mayor cantidad de clientes potenciales, mientras 8 de cada 10 reconoce esa misma tendencia cuando se trata de ofrecer opciones de pago electrónicas, según el relevamiento de Trendsity.
Neumen, una compañía fundada en 1986 y dedicada a la venta de neumáticos y servicios para el automotor con 37 sucursales, tiene también su página web y un espacio dentro de MercadoLibre. En el canal online concentra el 10% de sus ventas. «A partir de la cuarentena, apuntamos la estrategia digital hacia la plataforma de MercadoLibre. Eso generó tráfico y ventas para la compañía”, comparte Roberto Méndez, fundador y presidente de Neumen, una firma que en 2019 facturó $ 3800 millones y que acaba de anunciar una inversión de $ 500.000 para equipar sus sucursales con lámparas importadas de luz UVC.
El ejecutivo adelanta que analiza incorporar pagos a través de código QR. «Si bien ya veníamos realizando ventas online, la pandemia aceleró la transformación digital en las pymes. Incluso en nuestra empresa que, si bien es una firma básicamente de servicios, también vende productos por lo cual pudimos centrarnos en el canal digital”.
También aceleró la adopción digital en Gift & Box, un proyecto desarrollado hace cinco años en forma conjunta entre Morsella Cajas e Impulso PoP, que apunta motorizar la línea de regalos desde el hogar y durante la cuarentena desarrolló su canal de venta online. “Gift & Box tiene el 100% de sus operaciones canalizadas por su Tienda Nube y allí se aplica este servicio, por ahora sin dificultad como así también el servicio de entrega a domicilio. Los hábitos de consumo vinieron para quedarse. Nuestro e-commerce tiene un objetivo a mediano plazo de 5000 seguidores, hacia allí estamos trabajando”, comparte Pancho Grinbank, director de Impulso PoP.
Como parte de esta nueva experiencia, la firma incorporó distintos medios de pago digitales así como el servicio de entrega en todo el país dentro de las 72 horas. “Estamos muy entusiasmados, las ventas están lentamente creciendo, estamos creando una marca y nuestros seguidores crecen día a día”, agrega.
Las oportunidades aparecen en medio de este proceso de transformación y la licenciada en Ciencias de la Computación María Eugenia Llorente, creadora en 2015 de Peufe, un emprendimiento de arte aplicado a objetos, se encuentra reconvirtiéndose. “Estoy creando tutoriales online, con subtítulos en inglés para abrirme a un mercado mundial, más amplio, contando mi experiencia y enseñando la técnica de dibujo Doodle Art, que tan beneficiosa fue para míen momentos difíciles”, comparte Llorente, quien el año pasado creó su propia tienda online y una en MercadoLibre para ampliar el mercado y tener mayor visibilidad.
“Mercado Pago para las ferias ha sido fenomenal, práctico y muy confiable. He vendido algunas láminas en el extranjero y utilizo Pay Pal”, agrega Llorente, quien también se maneja con transferencias bancarias.
Para Adriana Lopardo, fundadora de Blind Fragrances, una compañía dedicada a elaborar fragancias de autor, sin género, la digitalización es un camino inevitable para ser un jugador del mercado. «Siempre lo entendimos así”, afirma la creadora de esta compañía que nació a fin de 2018.
La firma, nativa digital, desarrolló de entrada su canal online y, desde el día cero, contó con MercadoPago. “El 99% de nuestras ventas se canalizan bajo esa modalidad”, explica la emprendedora, que ya exporta a Uruguay y analiza abrir más mercados en el exterior de cara al año próximo.
Desde Cippoletti, ciudad ubicada en la provincia de Río Negro, Emilia Poblete comanda junto a su familia Entre nosotras, un local de venta de accesorios femeninos.
“Esta pandemia nos sorprendió, como a todos, pero supimos mantenernos anímicamente. Yo había ido a Buenos Aires la primera semana de marzo para comprar mercadería. Antes iba una vez por mes para elegir y tratar de encontrar lo distinto; ahora me tengo que acostumbrar a qué me la manden y elegirla por WhatsApp. El local estuvo cerrado 50 días. Empezamos a promocionar por Instagram, implementamos MercadoPago. Activamos las redes sociales”, comparte.
Varios cambios llegaron para quedarse. Sin ir más lejos, según un informe realizado por HubSpot, el 38% de los consumidores, tras el confinamiento, seguirá realizando sus compras online. En tanto, para el 75% de las pymes, la posibilidad de seguir generando ventas representa la principal ventaja al operar en plataformas online, mientras que 6 de cada 10 tienen esa misma percepción respecto de los pagos electrónicos. En línea, más del 90% seguirá utilizando el comercio y los pagos electrónicos después de la pandemia, concluye el informe de MercadoLibre y Trendsity.