Fuente: El Ciudadano ~ El ingreso masivo de productos textiles provenientes del exterior creció 123% en menos de cuatro años donde se destruyeron casi 36 mil puestos en el sector. Aunque entre sus costos no tienen el componente laboral local, las prendas importadas se ofrecen al mismo precio que las argentinas.
Un informe elaborado por el Concejo Productivo Nacional, analizó el impacto de una proyecto político que habilitó el ingreso masivo de productos del exterior, sobre todo en el sector textil. Desde 2015, el volumen de productos importados creció un 123% y la particularidad es que al comparar con prendas de industria local, que tienen el componente de mano de obra entre sus costos, el precio final de ambas no difiere.
Los empresarios textiles que forman parte del observatorio, recalan en que el proceso de apertura importadora, no benefició ni a la industria nacional, ni tampoco a los consumidores que al día de hoy pagan lo mismo en ambos casos. El informe expuso la composición de costos y el impacto que generan sobre la economía local en cada caso. En los últimos 18 meses las prendas de vestir y calzados aumentaron un 86%.
“Al comprar prendas importadas se destruyen empresas, puestos de trabajo y el país pierde dólares, el único que se beneficia es el importador con una ganancia extraordinaria”, asegura el informe. Al comparar el precio final de una remera importada y una de origen nacional, el trabajo concluye que el precio al consumidor es el mismo, con la diferencia que en la composición de costos, el producto que viene de afuera no genera mano de obra.
El análisis hace referencia a la prenda importada como un producto que genera desempleo, salida de dólares del país y ganancia para el importador. De esta forma se pierde una oportunidad genuina de agregar valor a la producción local y de generar trabajo de calidad.
Avalancha importadora
Desde fines de 2015 a la actualidad, la apertura indiscriminada incrementó en un 123% el volumen de importación de prendas para vestir y un 71% las confecciones para el hogar, de acuerdo a datos del Indec que tomó el informe. Mientras creció notablemente el ingreso de ropa ya elaborada en el exterior, disminuyeron los insumos textiles para la industria. En el mismo período referenciado, la entrada de materia prima para agregarle valor a través de la industria nacional, cayó un 8,8%.
En paralelo con la avalancha importadora, la producción nacional del sector textil cayó casi un 30% durante los cuatro años de apertura indiscriminada. La capacidad instalada promedio en la industria replicó esa tendencia a la baja, al punto tal que actualmente se encuentra al 49,1%, lo cual indica que 5 de cada 10 máquinas que están en las fábricas argentinas no están funcionando por falta de trabajo.
Pérdida de empleos
Solo hasta fines del año 2018, el ministerio de Producción y Trabajo informó que la industria textil perdió 35.979 puestos registrados. El número incluye a quienes se dedican a la elaboración de cuero y calzados, a confeccionistas y productores textiles.
Desde el comienzo de la era Cambiemos a fines del año pasado, la caída de empleos fue una constante y nunca se recuperó. En ese período hubo una caída de casi el 22% de puestos registrados. Las pérdidas más importantes se dieron en el rubro cuero y calzado.