Fuente: INTA – El Valle de Conlaras podría convertirse en una nueva región productora de algodón. Este cultivo, conocido por su versatilidad y resistencia, presenta una oportunidad única para diversificar y enriquecer la agricultura local.
El algodón, conocido por su resistencia a los cambios climáticos y su adaptabilidad a condiciones secas y áridas, se cultiva en más de 75 países y ocupa apenas el 2.1% de la tierra cultivable mundial. Sin embargo, su producción satisface el 27% de las necesidades textiles globales.
En un rincón del noreste de San Luis, el Valle de Conlara, un grupo de investigadores del INTA y la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) ha dado con una prometedora solución para diversificar la rotación agrícola de la zona: el cultivo del “oro blanco”. Este hallazgo podría ser la clave para impulsar la economía local y proporcionar nuevas oportunidades para los agricultores de la región.
Joya agrícola
Este cultivo tiene un rendimiento único, ya que casi nada de la planta se desperdicia: se utiliza en la industria textil, la ganadería, la fabricación de aceites comestibles, cosméticos y biocombustibles. Su principal producto, la fibra, es el textil natural más importante del mundo.
En Argentina, el algodón tiene una larga historia y ha sido una pieza fundamental en el crecimiento económico del país. Durante la última campaña, la producción total alcanzó unas impresionantes 896.464 toneladas, de las cuales aproximadamente 269.000 toneladas fueron de fibra.
Tradicionalmente, el cultivo de algodón en Argentina se ha concentrado en las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe. Pero ahora, gracias a una creciente demanda y a las investigaciones llevadas a cabo en San Luis, esta zona también se perfila como una nueva región productora.
Plantación de algodón (INTA)
¿Cómo se comporta el algodón en el Valle de Conlara?
El estudio llevado a cabo en el Valle de Conlara durante la campaña agrícola 2022/23, liderado por Héctor Andrada, investigador de la Agencia de Extensión INTA Quines, y su equipo, evaluó tres variedades de algodón: Guazuncho 4 INTA BGRR, Porá 3 INTA BGRR y Guaraní INTA BGRR, todas desarrolladas por el INTA.
En el establecimiento demostrativo “Don Andrés”, se sembraron parcelas utilizando un diseño de bloques completos al azar con cuatro repeticiones por cada tratamiento. La siembra se realizó en un lote de maíz como cultivo antecesor, con una densidad de 10 semillas por metro lineal.
El ensayo, conducido en condiciones de secano, se mantuvo libre de malezas e insectos durante todo el ciclo. Para controlar el crecimiento vegetativo y obtener plantas más compactas, se realizaron cuatro aplicaciones de regulador de crecimiento durante la etapa reproductiva. Esta técnica ayudó a lograr una mayor cantidad de cápsulas maduras al momento de la cosecha.
La incorporación del algodón en la rotación agrícola tradicional del Valle de Conlara podría ser un cambio de juego para los agricultores locales (INTA)
Resultados que entusiasman
Belén Bravo, investigadora del Grupo Agricultura de la Estación Experimental San Luis de INTA, destacó los resultados obtenidos: “En base al material cosechado, el cultivar Guaraní BGRR mostró un rendimiento medio de 1990,50 kg/ha (rendimiento bruto) y 1353,50 kg/ha (fibra y semilla), sin diferencias significativas con respecto a las otras variedades evaluadas”.
Marcelo Bongiovanni, docente investigador de la UNSL, sintetizó los hallazgos: “Los resultados de esta primera experiencia demuestran que el cultivo de algodón tiene potencial de adaptación y producción en las condiciones edafo-climáticas de la zona”. Además, señaló que este estudio representa una oportunidad para promover el cultivo en la región utilizando variedades de ciclo corto, que combinan las ventajas de la biotecnología con los atributos del germoplasma desarrollado por el INTA.
Más oro blanco en el país
La incorporación del algodón en la rotación agrícola tradicional del Valle de Conlara podría ser un cambio de juego para los agricultores locales. No solo podría aumentar la rentabilidad de sus tierras, sino también fomentar un desarrollo más sustentable y responsable socialmente, gracias a la intensiva mano de obra que el cultivo de algodón requiere.
El siguiente paso es la continuidad de estas experiencias para generar datos adicionales sobre el comportamiento del cultivo en las sucesivas campañas agrícolas. La recolección de más información permitirá ajustar las prácticas agrícolas y maximizar el rendimiento del algodón en esta nueva región productora.
El algodón no es solo una planta resistente y versátil, sino también una oportunidad dorada para el noreste de San Luis. Con el respaldo de la ciencia y la tecnología, el “oro blanco” podría convertirse en una nueva fuente de prosperidad para el Valle de Conlara, abriendo un capítulo nuevo en la historia agrícola de la región.