Fuente: DM – Desde crear vestidos para muñecas, hasta ser uno de los referentes de la moda mendocina. En esta charla con Diario Mendoza, el diseñador nos cuenta su historia y como fue el recorrido para consolidarse en la industria.
Alejandro Ferraro es un referente de la escena fashionista mendocina. En esta entrevista exclusiva con Diario Mendoza, nos cuenta como a lo largo de su carrera ha sabido como destacarse con su impronta estética original y su insaciable capacidad de seguir innovando. Actualmente, podemos encontrar sus diseños más formales en Alejandro Ferraro Alta Costura, y también su línea de cápsulas urbanas en SIMANEK.
Su historia en la moda se remonta a su niñez. Su mamá y abuela cosían, desde que tuvo uso de razón vivió en un taller de costura. De intuir y ver cómo usaban la máquina, aprendió a coser, y a los 7 años ya cambiaba cierres. “Tenía unas amigas enfrente de casa, que me encargaban los vestiditos para las Barbies. Cuando mi mamá se iba a dormir la siesta o algo, el taller quedaba libre, y yo aprovechaba a sacar algunos recortes de telas para armar ropita para vender. Ahí empezó todo.”– explicó.
Al ir creciendo, continuó con su camino autodidacta. Cuenta, que él no tenía ni idea de moldería: “Yo soy maestro mayor de obra, fui al secundario en el Pablo Nogués. Para mi cena de egresados, me hice un saco con todo y la mordería la hacía a ojo. En el viaje de egresados también, me hice una campera para llevarla a Bariloche y un compañero me la elogió tanto que me llevó a terminar haciendo como diez camperas más o menos”.
Estudie Diseño Gráfico. Cuando empecé la facultad yo me hacía ropa, era como un hobby mío, nunca lo vi como una profesión. Hasta que un día me desilusione de la carrera, y empecé a estudiar moldería, junto a un montón de cosas para afianzar los conocimientos.
Una vez en el rubro, sus primeros diseños fueron vestuarios de danza. El diseñador explicó que una de sus pasiones (fuera de la confección de vestidos) es el diseño más teatral/escénico. En 2011, realizó los vestuarios para el ballet “La Bayadera”, lo que consistió en el reto de armar más de 50 vestuarios en 15 días. Además, se ha consolidado como un participante infaltable en la escena de reinados vendimiales.
-Para vos, ¿Cómo se visten las mendocinas?
-En general, la mujer argentina en si se viste muy bien. Hay excepciones obviamente, como todos los lugares pero básicamente la mujer mendocina es de preocuparse mucho por su estética y su imagen. Están en el mínimo detalle, pero básicamente es una mujer que se viste a la moda, que le gusta estar arreglada, se preocupa en estar “lookeada” para las distintas ocasiones.
Alejandro cuenta que ama ir planeando y de alguna forma analizar a la mujer mendocina. En su experiencia viviendo en España, compara a las visiones, argumentando que las mujeres del otro continente están más despojadas a mostrarse, y en cambio acá son muy exigentes. “Uno como diseñador tiene que pensar en las proporciones, la estética de la mujer. Analizo mucho a la clienta en cómo viene vestida, si es una mujer muy tranquila no le voy a ofrecer algo extravagante porque se va a sentir disfrazada e incómoda. Y al contrario pasa también”.
Soy full partidario de que todas las mujeres se ven divinas en su confianza, la moda esta para todos. Es una cuestión de actitud y saber llevar una prenda. Lo primordial al diseñar es que la mujer se sienta identificada con lo que se va a poner, que diga esta soy yo, acá estoy.
Sus diseños de alta costura son lo que lo caracteriza, pero eso no es todo. Hace un tiempo comenzó a hacer ropa prêt-à-porter, ropa más urbana. “Al principio me costó un montón, porque hacia las prendas y terminaba interviniéndolas agregando bordados y piedras. Pero poco a poco fui sacándome de la cabeza la alta costura para entrar en lo cotidiano”- agregó.
-¿Como ves la producción de moda a gran escala?
-Antes se hacían grandes colecciones, pero todo pasa tan rápido que ahora tenés que estar permanentemente creando cosas. Entonces haces una pequeña capsula, con ciertos productos con movimiento y dinamismo. Siempre teniendo en cuenta el contexto de la industria en Argentina, los precios te limitan, no podes ir a hacer mucha cosa. Acá, al no tener todo a la mano, tenemos que ingeniarnos para encontrar la manera. Para lograr una distinción la clave es abrirse y estar con la cabeza activada. Recortar presupuestos pero continuar en la elegancia.
Trabajando moda masculina y ropa sin género, Alejandro realiza pequeñas colecciones capsulas exclusivas. Esto permite que las prendas sean realmente hechas a medida. “Tengo clientes de diversas provincias y de Chile, ellos me mandan y vamos personalizando las prendas en conjunto. Esto genera que puedan elegir y sentirse más exclusivos”.
-¿Cuáles son las tendencias de la temporada?
-Muchas transparencias. La transparencia es un hilo muy fino entre verse elegante o como algo chabacano. En ese sentido, uno tiene que saber hasta dónde llegar. Agarrar esa arma de doble filo y decidir si corres el riesgo de verte divina o corres el riesgo de verte grotesca.