Fuente: IProfesional ~ En un contexto recesivo, los comercios apelan a promociones con agresivos descuentos para sacarse de encima la mercadería antes del cambio de estación
Queda poco menos de un mes para que finalice el verano y los empresarios textiles se encuentran frente a un escenario más que complicado. Con una caída del consumo –que en el pasado enero sufrió una baja superior al 9% y ya acumula ocho meses de retroceso, de acuerdo con el Instituto de Trabajo y Economía Fundación Germán Abdala (ITFGA)- y en un contexto en el que los argentinos cuidan cada peso y recortan gastos, en estos días se impone una sola obligación: sacarse de encima urgente toda la ropa estival para lanzar en sus vidrieras la temporada otoño-invierno.
En este escenario, las marcas saben que cuentan con un aliado históricamente infalible a la hora de estimular las ventas: las estrategias promocionales y los fuertes descuentos.
Es por este motivo que, en los días que corren, en las vitrinas porteñas abundan los 2X1, 3X2 y las fuertes rebajas que redoblan la apuesta de las clásicas liquidaciones de temporada.
Con carteles en los locales, y pizarras sobre las veredas, buscan llamar la atención de los argentinos, más reacios que nunca a gastar. Si bien hay algunos «valientes» que ofrecen planes de pago sin interés, la mayoría de las acciones apuntan al consumo en cantidad y a «premios» por llevar más de un mismo producto en el mismo local.
Una de las firmas que lanzó una agresiva campaña de rebajas es Sweet. Presente en los principales shoppings a nivel nacional, la marca presentó «Spicy Sale» (liquidación picante), que consiste en un 30% de descuento en la colección de Verano 2019. En algunos artículos, la firma ofrece 2X1. Y, además, llevando tres productos o más, se brinda un 10% de ahorro en toda la compra.
En materia de calzado, la marca Ricky Sarkany no se queda atrás a la hora de rematar la mercadería para sacar ya a vidriera la colección otoño-invierno. Bajo la consigna «Rickydación», la firma ofrece descuentos que alcanzan hasta el 65% del valor de los artículos. Además, permite hacer el pago en hasta tres cuotas sin interés.
A su vez, la clásica Grimoldi –que ya lanzó su línea de productos pensados para la vuelta al cole- brinda rebajas de hasta un 50% y la posibilidad de abonar en seis cuotas sin interés. La marca de zapatos Viamo también seduce desde las vidrieras con sus 2X1 y liquida a $499 los artículos que pertenecen a temporadas anteriores.
También Cheeky, que en estos días presentó la colección «Back to School», ofrece generosos descuentos que se combinan con planes de pago: la marca otorga un 50% de descuento en la compra del segundo producto y, llevando tres artículos, el tercero es gratis.
Otra de las firmas que salió a «rematar» su mercadería en estos días es La Martina, con su «Sale LM», que consiste en un 40% de descuento que se puede aprovechar desde el pasado 16 de febrero hasta el próximo 24.
La firma Tascani no esconde su necesidad de liquidar stock e invita desde sus vidrieras «Llevate todo», como puede verse en su tienda ubicada en Distrito Arcos, en pleno barrio de Palermo. Allí, busca conquistar a los argentinos con un seductor 4X3, que se puede aprovechar con todos los medios de pago.
También Kosiuko invadió sus vidrieras con la palabra «Sale», y ofrece rebajas en su mercadería que arrancan en un 20% y alcanzan hasta un 40% del valor de los productos. Como si esto fuera poco, la marca también ofrece un 2×1 en artículos seleccionados.
En la misma línea, Rever Pass lanzó ya su liquidación bajo el lema «Big Sale End Of Summer», con descuentos que llegan hasta un 60%, y un 30% de ahorro en la segunda unidad.
Tarjetas en rojo
Además del fuerte incremento de las tarifas –en febrero la energía eléctrica se encareció más de un 25%-, que redujo notoriamente el «extra» que los argentinos destinan a la compra de indumentaria, en estos momentos del año se suma otro factor que complica aún más el escenario: el regreso de las vacaciones, ya que muchos argentinos deben afrontar los gastos que realizaron durante sus días de descansocon sus tarjetas de crédito, a pesar de que este verano el descanso fue más «gasolero», por la reducción de los viajes al exterior.
Sucede que, en un contexto inflacionario como el actual -2018 cerró con una suba de precios por encima del 47%-, los planes de pago sin interés se han vuelto una herramienta de compra casi inevitable. Es por ello que se acumulan gastos en las tarjetas y, en este escenario, las promociones y las fechas especiales se transformaron en los dos «salvavidas» del negocio de la indumentaria.
Los resultados de sus estrategias se verán recién los primeros días del mes de marzo, cuando todos los locales ya exhiban en sus vidrieras la mercadería de otoño-invierno y se den a conocer las temidas cifras de ventas del mes de febrero, tras un «karma» de ocho meses de caída ininterrumpida en el consumo.